La nave Starliner deberá esperar algo más hasta ver cumplida su misión más importante hasta la fecha. Tras años de retrasos la nave de Boeing se encuentra a las puertas de su primer vuelo tripulado a la Estación Espacial Internacional (ISS), viaje con el que equipararse a SpaceX como servicio de transporte privado para la NASA. Sin embargo, un nuevo problema, esta vez en el cohete Atlas V, aplaza el esperado lanzamiento a mediados de mayo.
Este martes, 7 de mayo, en plena madrugada en España, se cancelaba el lanzamiento a pocas horas del despegue. En un principio se indicaba que el nuevo intento podría ser en pocos días, quizás a finales de semana, pero ahora se sabe que el problema es más complejo y requiere de más de una semana de trabajo. Según un comunicado de la NASA, la nueva fecha de lanzamiento no sería antes del 17 de mayo a las 18:16 horas.
El cohete Atlas V pertenece a la compañía ULA (United Launch Alliance) en la que también participa Boeing en asociación con Lockheed Martin. Este es el transporte elegido para llevar a la Starliner a la órbita con dos astronautas en su interior. Por culpa de una válvula que debe ser reemplazada, el cohete debe regresar a la instalación de integración antes de volver a intentar despegar.
Tras evaluar los daños en la válvula, los técnicos de ULA determinaron que el daño era mayor de lo que se esperaba. Esta válvula se encarga de regular la presión dentro de un tanque de oxígeno líquido en la segunda etapa del cohete. Ayuda a mantener el flujo de propulsores hacia los dos motores de la etapa, así como a mantener la integridad estructural del tanque.
Tras la carga del oxígeno líquido del cohete, la válvula comenzó a vibrar y emitir un silbido de 40 hercios que alertó a los técnicos. Áunque se consiguió detener, la vibración se repitió en otras dos ocasiones. El principal problema que temía el equipo se ha cumplido, las vibraciones implican un desgaste en el ciclo de vida de la válvula, es decir, que estaba gastando los 200.000 ciclos para los que fue diseñada.
Así ha sido por lo que es necesario reemplazarla. "Después de evaluar el historial de la válvula, las firmas de datos del intento de lanzamiento y evaluar los riesgos relacionados con el uso continuo, el equipo de la ULA determinó que la válvula excedía su calificación y los gerentes de la misión acordaron retirar y reemplazar la válvula", afirmó la NASA.
La agencia espacial, por lo tanto, debe esperar unas semanas más hasta volver a tener todo listo. Estos inconvenientes suelen estar previstos en la planificación, de ahí que la NASA haya liberado el calendario más próximo para poder centrarse en esta importante misión. Mientras se reemplaza la válvula, los dos astronautas que vuelan en la misión CFT, Butch Wilmore y Suni Williams, permanecerán en el Centro Espacial Kennedy en cuarentena previa al vuelo por este último retraso.