Por qué la fijación de Ucrania en destruir los cazas MiG-31 de Rusia: así es el avión más rápido y capaz de Putin
Nuevas imágenes satelitales revelan que el Ejército ucraniano ha conseguido destruir varios cazas rusos, entre ellos unidades del poderoso MiG-31.
20 mayo, 2024 01:26Además de defenderse de las operaciones aéreas y terrestres, Ucrania también ejecuta con frecuencia ofensivas en suelo ruso empleando misiles y drones kamikaze de todo tipo. El éxito más reciente tiene como protagonista la base aérea de Belbek en el territorio ocupado de Crimea, donde un ataque de largo radio ha destruido tres cazas de la Fuerza Aérea de Rusia y unas instalaciones de combustible aledañas a la pista de aterrizaje principal.
Las imágenes del resultado han sido proporcionadas por la compañía de satélites estadounidense Maxar que también ha hecho el inventario de las pérdidas. En concreto, Rusia ha perdido dos aviones de combate Mikoyán MiG-31 y un Sukhoi Su-27, mientras un MiG-29 parecía dañado fruto del mismo ataque.
Mientras Ucrania ha guardado silencio respecto a esta operación, el Ministerio de Defensa ruso dijo el pasado jueves que el ejército ucraniano había llevado a cabo un ataque nocturno contra Crimea y que sus fuerzas de defensa aérea habían interceptado 5 misiles de largo alcance modelo ATACMS, de fabricación estadounidense. Aunque no todos los misiles pudieron ser derribados, visto los daños causados.
Del mismo modo, el miércoles Rusia interceptó otra tanda de 10 ATACMS también lanzados desde Crimea. Sin embargo, en esta ocasión no reportaron ningún problema en las infraestructuras militares. Ucrania recurrido cada vez más al uso de drones y misiles de largo alcance para atacar objetivos estratégicos muy por detrás del frente de batalla y dirigidos a unos puntos muy concretos.
Uno de los objetivos de las tropas comandadas por Zelenski es destruir las aeronaves con las que luego se internan en su espacio aéreo o muy cerca de él, con especial atención a los MiG-31. Este modelo de caza es el responsable de buena parte de los ataques ejecutados contra las infraestructuras críticas y estratégicas ucranianas y también sirve como plataforma de lanzamiento del misil hipersónico Kinzhal (Daga, en castellano).
El ruso más rápido
El Mikoyán MiG-31 es el relevo natural del MiG-25, un caza especialmente concebido como interceptor para perseguir aeronaves supersónicas, especialmente a los bombarderos y a los aviones de espionaje con los que Estados Unidos sobrevolaba el espacio aéreo de la otrora Unión Soviética. Con ese espíritu, los ingenieros de la compañía estatal desarrollaron igualmente un radar diseñado para detectar amenazas a larga distancia, misiles de crucero incluidos.
También mejoraron algunos aspectos de la aeronave, actualizándola, e incorporaron un segundo asiento en la carlinga. La producción en serie comenzó en 1979, se puso oficialmente en servicio en 1981 y de la línea de montaje salieron un total de 519 unidades. Tras la disolución de la Unión Soviética, Kazajistán se quedó con medio centenar de unidades que retiró del servicio activo el año pasado.
La cantidad de unidades todavía operativas en la Fuerza Aérea rusa junto con el importante avance tecnológico de los últimos años han sido claves para que el Kremlin haya impulsado un programa de actualizaciones. La última de ellas es la conversión de hasta 100 aeronaves en el estándar MiG-31BM, compatibles con una panoplia más amplia y capaz, incluso la adición de armamento aire-superficie.
Mide 22,62 metros de largo por 13,5 de envergadura y tiene un peso máximo al despegue de 46.200 kilogramos. Por el concepto de aeronave que representa, dispone de un par de motores fabricados por Soloviev con los que es capaz de alcanzar los 3.000 km/h a 21.500 metros de altitud.
La velocidad de crucero se estima en unos 2.500 km/h con una autonomía de combate de hasta 1.450 km a velocidades transónicas —por debajo de la velocidad del sonido— y unos 700 km a velocidad máxima. Su techo de vuelo se establece en 25.000 metros.
El MiG-31 es, en la actualidad, la aeronave militar rusa en servicio más rápida y una de las mejores en esta capacidad del mundo. También ha sido la elegida para equipar el misil hipersónico Kinzhal que Rusia ya ha empleado en numerosas ocasiones en Ucrania.
La Daga de Putin
El Kinzhal (Daga, en castellano) es una de las últimas y más modernas incorporaciones en el ejército de Rusia. Su desarrollo responde a las necesidades de crear un misil aire-tierra capaz de penetrar en las defensas aéreas de las fuerzas de la OTAN. Como por ejemplo, los Patriot que recientemente Estados Unidos ha desplegado en Ucrania o el sistema de combate Aegis con el que España ha equipado sus fragatas F-100.
El sistema de lanzamiento de este modelo de misil comparte la primera etapa de propulsión con el Iskander, otro de los misiles con el que Rusia lleva bombardeando Ucrania desde el inicio de la guerra. Que se une a una apariencia externa muy similar y a que ambos pueden acarrear ojivas nucleares, según la agencia gubernamental Tass.
Rusia eligió al Mikoyán MiG-31 como plataforma de lanzamiento de referencia del Kinzhal y lo lleva utilizando desde finales de 2019, cuando oficialmente se llevó a cabo el primer lanzamiento de prueba en el Ártico. Más recientemente y poco antes de comenzar la invasión de Ucrania, Rusia movió varias unidades de MiG-31 a una base aérea en Kaliningrado.
El Kinzhal tiene la capacidad de acarrear hasta 480 kilogramos de ojiva con versiones nucleares y convencionales. Sus 8 metros de longitud y por 1 de diámetro alcanzan un rango entre 1.500 y 2.000 kilómetros por una altitud máxima de 20.000 metros. Cuenta con sistema de guiado tanto satelital como por inerciales y una velocidad máxima situada entre 10 y 12 veces la del sonido (de 12.300 a 14.700 kilómetros por hora).
Desde que se desveló su existencia en 2018, el propio Putin se ha referido al Kinzhal como un misil invencible que escapa a cualquier interceptor de las baterías antiaéreas occidentales. Sin embargo, esta cualidad tan ventajosa parece que no se refleja en el campo de batalla y Ucrania ya ha conseguido derribar varias unidades.
La primera vez en mayo de 2023, cuando los servicios de inteligencia estadounidenses validaron que un sistema Patriot consiguió deshacerse de un misil Daga en pleno vuelo y mientras se dirigía a su objetivo. En Moscú, tildaron esta información de "propaganda occidental" mientras continúan apoyando la idea original.