Una vez más, se retrasa la fecha del lanzamiento de Starliner, pero esta vez sin un día a la vista. El que sería el primer vuelo tripulado de Boeing ha sido cancelado de forma indefinida. La empresa esperaba conseguir la certificación de la NASA como transporte espacial para llevar astronautas y carga en las misiones, algo que SpaceX consiguió en 2020. Sin embargo, los técnicos de la empresa se afanan ahora por revisar una fuga de helio que impide que la misión se lleve a cabo.
El pasado 7 de mayo se debía haber visto en directo desde España el lanzamiento de la nave Starliner de Boeing sobre el cohete Atlas V de la empresa ULA (United Launch Alliance). Pero el despegue se canceló dos horas antes de la cuenta atrás por un fallo en el Atlas V. Desde entonces, la NASA y ambas empresas han informado de hasta cinco retrasos, cuatro nuevas posibles fechas para volver a intentarlo, hasta este último comunicado en el que no ofrecen ninguna marca en el calendario.
"El equipo ha estado reunido durante dos días consecutivos, evaluando la justificación del vuelo, el rendimiento del sistema y la redundancia. Todavía hay trabajo por delante en estas áreas y todavía se está discutiendo la próxima posible oportunidad de lanzamiento", dice el comunicado enviado por la NASA y que recogen diversos medios como Bloomberg.
Una fuga de helio
El problema ya no está en el cohete, sino en la nave Starliner. ULA cambió la válvula defectuosa para volver a intentar el despegue el pasado 17 de mayo, cuando se anunció un nuevo retraso alegando la aparición de una fuga de helio. Los ingenieros de Boeing continúan examinando la fuga hasta una brida en un propulsor del sistema de control de reacción único en una de las cuatro cápsulas de propulsión del módulo de servicio Starliner.
En órbita, estos propulsores se utilizan para pequeñas correcciones de rumbo. El sistema de propulsión de la nave espacial está presurizado con helio, un gas inerte que no es combustible, por lo que una pequeña fuga probablemente no sea un problema importante de seguridad. Sin embargo, el sistema necesita suficiente helio para forzar a los propulsores desde sus tanques de almacenamiento internos a los propulsores de Starliner.
Varias opciones
Son varias las opciones que se barajan, tal y como han informado fuentes cercanas a ArsTechnica, el lanzamiento se podría llevar a cabo conociendo la existencia de la fuga, si se confirma que no es significativa para la seguridad del viaje. Otra opción sería retirar la cápsula del cohete Atlas V y realizar una reparación más profunda del fallo.
Eligiendo la primera alternativa, el despegue podría completarse la semana próxima, mientras que de necesitar una reparación compleja, el vuelo tripulado se pospondría hasta finales del verano. Hay que tener en cuenta que en los próximos meses, el calendario de la NASA y estas empresas espaciales ya está bastante saturado, lo que complicaría encontrar hueco para un nuevo intento. La empresa ULA, por ejemplo, tiene previsto otras misiones de mayor prioridad para las que necesitaría la misma plataforma desde la que está intentando despegar con Starliner.
Como se indicaba al comienzo, la misión CFT (Crew Flight Test) consistía en transportar por primera vez a dos astronautas de la NASA a bordo, Barry 'Butch' Wilmore y Sunita Williams. Se trata de un viaje de prueba crítico para que la NASA determine si la nave es apta para servir de transporte a sus astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional.
De ser así, podría convertir a Boeing en otro servicio de transporte espacial como ya opera SpaceX desde hace años. Pero a la empresa se le ha estado resistiendo este objetivo a causa de sucesivos problemas que han retrasado sus planes hasta ahora.