La continua pérdida de efectivos por parte de Moscú está suponiendo un quebradero de cabeza para Putin. La baja de blindados o vehículos pueden reponerse más fácilmente, pero el agujero que deja la baja de una embarcación es difícilmente reemplazable incluso a largo plazo. En esta línea, el ejército ucraniano lleva trabajando en el mar Negro desde que comenzó a recibir misiles de largo alcance y acumula algunos blancos importantes.
El primero de los más recientes tiene como protagonista al buque dragaminas Kovrovest. Se trata de una embarcación rusa perteneciente a la Flota del mar Negro que ha sido "destruida" en la noche del lunes 20 de mayo, según informó el Ministerio de Defensa de Ucrania.
Misma suerte ha tenido la corbeta Tsiklon. Tras unas horas en las que no se tenía claro si había sido víctima del mismo ataque que el Kovrovest, un general de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha confirmado que fue "golpeado" en la misma operación mientras permanecía atracado en el puerto de Sebastopol (Crimea).
Dragaminas destruido
Ucrania lleva varios días lanzando misiles ATACMS de fabricación estadounidense en la región destruyendo a su paso varios cazas. Otras bajas confirmadas relacionadas con esta tanda son varios cazas que estaban estacionados en la plataforma de una base aérea bajo dominio ruso.
Un dragaminas es un buque de guerra, normalmente de pequeño o mediano tamaño, que está especialmente diseñado para extraer o detonar minas navales. El Kovrovest que ha sido pasto del armamento ucraniano pertenece a la clase Natya, denominación de la OTAN, y fue construido por la Armada Soviética.
El diseño de las embarcaciones pertenecientes a la clase Natya se basan a su vez en la clase Yurka a la que incorporaron algunas novedades tecnológicas importantes propias de los años 70 cuando comenzaron a construirse. Por ejemplo, se integraron sistemas de circuito cerrado de televisión y un sónar más avanzado para poder llevar a cabo mejor su trabajo.
También rediseñaron la zona de motores para que produjeran menos vibraciones y se recubrieron las hélices para reducir el ruido. Las primeras unidades de los Natya —conocidos en Rusia como Proyecto 266M Akvamarin— comenzaron a construirse en los años 70 y continuaron hasta los 90. Dado el éxito de la plataforma, Moscú ordenó desarrollar una versión modernizada conocida como 266 ME.
La Kovrovest, denominada anteriormente Navodchik, pertenece a la primera generación de la clase, se botó en octubre de 1974 y entró en servicio en diciembre de ese mismo año. Tiene 63 metros de eslora por 10,2 de manga y un desplazamiento de 800 toneladas a plena carga.
Del sistema de propulsión se encargan dos motores diésel de 2.500 caballos cada uno que le confieren 10 días de autonomía a 22 km/h, recorriendo unos 5.000 kilómetros. A pesar de estar centrado en la desactivación de minas, el buque dispone de armamento avanzado como misiles interceptores antiaéreos o ametralladoras que le confieren cierta autonomía de protección.
En el apartado de sensórica, la embarcación equipa todo tipo de sistemas de detección activa de minas, radares aéreos y de superficie y otro destinado al control del disparo de las armas. También dispone de algunas capacidades de guerra electrónica para realizar operaciones de barrido acústico, de contacto y magnético.
Corbeta Tsiklon
La corbeta Tsiklon pertenece a la clase Karakurt, una de las más modernas de cuantas Rusia tiene en activo dentro de su flota. La primera unidad comenzó a construirse en el año 2015 para realizar incursiones de altura y complementar de esta forma a la clase Buyan-M, dedicadas a labores litorales. Tan sólo 3 años después, en 2018, la Uragan —ahora rebautizada como Mytishchi— entraba en servicio en la flota del mar Báltico.
Por su parte, la Tsiklon es la número 5 en la lista de fabricación y se incorporó a servicio en julio de 2023. Los daños realizados por los misiles ucranianos todavía no se han acotado y habrá que esperar a la confirmación de Rusia sobre si la embarcación podrá seguir realizando sus funciones, se reparará o se desguazará.
Una de las particularidades más importantes de esta clase de buques es que cuentan con una superestructura con cualidades stealth, palabra en inglés que hace referencia a la reducida huella radar, que le permite acercarse a las posiciones enemigas sin ser detectada e identificada. El desplazamiento a plena carga del buque es de 860 toneladas que se reparten entre los 67 metros de eslora, los 11 de manga y los 3,3 de calado.
De la propulsión se encargan una serie de generadores diésel que le confieren una velocidad máxima de 56 kilómetros por hora y una autonomía operativa de 4.600 kilómetros y 15 días en la mar. La tripulación la componen entre 50 y 70 personas que se encargan de la navegación y la operación del elevado número de armas que integra a bordo.
Precisamente, estas últimas suponen el pilar fundamental de la existencia de la Tsiklon. Dispone de cañones AK-176 y la cúpula Pantsir-M con misiles interceptores Hermes K. Aunque donde de verdad destaca esta embarcaciones es en sus celdas de lanzamiento de misiles Kalibr.
Los Kalibr (Calibre, en castellano) pueden emplearse tanto contra embarcaciones como contra objetivos terrestres. Llevan en servicio desde 1994 y la versión de ataque a tierra consigue un rango operativo que llega a los 2.500 km, mientras que la antibuque alcanza los 600 km.