El Telescopio James Webb sigue batiendo récords. Después de ser nombrado avance científico del año en 2022, este telescopio continúa dando grandes resultados en la observación del espacio profundo. Ha encontrado dos de las galaxias más antiguas y distantes que se han visto jamás en la Tierra.
Desde la región L2 el James Webb comparte espacio con el telescopio Euclid, otro instrumento que está dando grandes alegrías a la comunidad científica con sus observaciones del espacio. Aquí ambos telescopios persiguen explicar algunos de los fenómenos aún incomprensibles del cosmos, como su origen y evolución.
La Universidad de Cambridge informa del último descubrimiento. Un amplio estudio sobre dos galaxias que acompañan con una impresionante imagen en la que se puede observar con claridad este hallazgo. "Estas galaxias se unen a una población pequeña pero creciente de galaxias de los primeros 500 millones de años de historia cósmica, donde realmente podemos sondear las poblaciones estelares y los patrones distintivos de los elementos químicos dentro de ellas", dijo Dr. Francesco D'Eugenio, miembro del equipo y científico del Instituto Kavli de Cosmología.
Este trabajo es como echar un vistazo al pasado, pues la galaxia más lejana, JADES-GS-z14-0, se ve tal como era unos 300 millones de años después del Big Bang. Es decir, la luz que el JWST ha registrado ha viajado durante 13.500 millones de años en su camino hasta llegar a su posición. El estudio detalla dos galaxias, JADES-GS-z14-0 y JADES-GS-z14-1, pero la primera es la más relevante por ser la más distante de las dos, así como la más brillante.
El JWST consigue estos impresionantes resultados gracias a un amplio abanico de instrumentos. Mucho se ha hablado de su sistema NIRCAM, dentro de la primera familia y encargado de ese espectro infrarrojo próximo para detectar la luz de la población de estrellas en las galaxias cercanas, como las del Cinturón de Kuiper. Mientras que la segunda familia de instrumentos está representada por el MIRI, que cuenta con una cámara y un espectrógrafo capaces de registrar galaxias distantes, estrellas recién formadas y cometas débilmente visibles.
La antigüedad de esta galaxia, no es su única característica destacable, también llama la atención lo grande y brillante que es con una anchura de unos 1.600 años luz. La galaxia era lo suficientemente brillante como para ser detectada con una luz de 7,7 micrones, con una intensidad más alta de lo que predeciría la extrapolación de longitudes de onda más bajas.
Los investigadores creen que la luz la producen estrellas jóvenes. Aún así, asegura el equipo que "podríamos haber detectado esta galaxia incluso si fuera 10 veces más débil, lo que significa que podríamos ver otros ejemplos aún antes en el Universo, probablemente en los primeros 200 millones de años", dice Brant Robertson, profesor de astronomía y astrofísica de la Universidad de California-Santa Cruz.