La guerra de Ucrania ha demostrado, como ninguna reciente, la utilidad de los drones en el campo de batalla. Desde los más pequeños y desechables cargados de explosivos hasta las plataformas más grandes y capaces, incluso con la posibilidad de llevar misiles aire-superficie bajo sus alas. Partiendo de este último concepto, junto al importante avance de todo lo relacionado con la inteligencia artificial, han nacido otros programas que van un paso más allá y buscan directamente sustituir a los cazas tripulados.
Las características propias de estas aeronaves las hacen muy caras de construir y todavía más de operar, por no hablar del riesgo inherente para la tripulación que va a bordo. La empresa Destinus, con una importante presencia en España, está actualmente trabajando en varias aeronaves no tripuladas con amplias capacidades similares a las que pueden ofrecer las aeronaves de guerra convencionales.
En una reciente entrevista en el medio finlandés Yle, su fundador Mikhail Kokorich, ha afirmado que la aeronave Destinus G —la más avanzada hasta la fecha— estará en producción dentro de 3 o 5 años. La plataforma estará "totalmente controlada por la IA y podría reemplazar a los cazas pilotados por humanos en algunas misiones de combate", asegura.
Destinus también cuenta en su catálogo de desarrollos con el modelo E, como antecedente al futuro G, y el Hornet. Este último es un dron diseñado para destruir a otros drones como si de un misil interceptor se tratara, con la ventaja de que puede también tomar otros roles en el campo de batalla si se le cambia la carga de pago.
Drones como cazas
Uno de los pilares de la compañía son las aeronaves hipersónicas. Hace un año, en junio de 2023, Destinus mostró en el Paris Air Show sus propuestas para aeronaves comerciales tripuladas —tanto de pasajeros como de carga— enfocadas a cubrir grandes distancias a más de 6.000 km/h y empleando únicamente hidrógeno como combustible.
Toda esa experiencia en el ámbito de la ingeniería aeronáutica y propulsión la están aplicando en la creación de sistemas enfocados al sector de la defensa. Donde también han acumulado éxito al proporcionar "cientos de drones" del modelo Lord de pequeño tamaño a Ucrania en su guerra contra Rusia. De pequeño tamaño y de bajo coste, esta plataforma puede llevar a bordo cargas explosivas y realizar misiones de inteligencia de señales, entre otras.
Kokorich fue anteriormente un empresario tecnológico en Rusia, pero en 2012 se mudó a Occidente desde donde se opone a las políticas impulsadas por Putin, tal y como se puede ver en su cuenta de X (antes Twitter). Incluso renunció a la ciudadanía de su país de origen a principios de este año.
Los datos sobre el Destinus G son, por el momento, muy escasos. Se sabe que será una plataforma abierta que podría entrar en ataque directo con otras aeronaves, tripuladas o no. Según explicó en la misma entrevista, se supone que este modelo será totalmente controlado por la inteligencia artificial que la propia compañía se encuentra entrenando en este momento.
El dron Lord que ya se ha desplegado en Ucrania —se diseña en Suiza y se fabrica en Alemania— ya "está totalmente controlado por IA". La compañía ha incorporado un mapa del terreno en los ordenadores que controlan algunos aspectos esenciales de la navegación de estas aeronaves no tripuladas.
Los sensores del avión son capaces de leer el terreno que van sobrevolando y se orientan hacia los objetivos prefijados sin necesidad de contar con cobertura GPS ni orientación alguna desde tierra. Esta capacidad es fundamental en un escenario donde el espectro electromagnético está tan comprometido que puede confundir a los sistemas de navegación satelital. Algo que ya ocurre en Ucrania e incluso afecta a algunos aviones comerciales cuando discurren por el mar Báltico.
Destinus G "debería defender un país contra robots que atacan a velocidad supersónica o actúan como loyal wingman". Este último término se refiere a un nuevo concepto de aeronave aliada y no tripulada que depende directamente de un caza tripulado, realizando misiones tan dispares como espionaje más allá de las líneas enemigas, ataques con una amplia variedad de armamento e incluso podrán tomar el rol de guardaespaldas para interponerse como escudo en un momento de peligro extremo.
Según indica la compañía en su página web, el dron Destinus G tendrá un peso máximo al despegue de 5.500 kilogramos y también podrá controlarse de forma remota, además de sus capacidades autónomas. Está diseñado para la interceptación de objetivos aéreos a más de 2.400 km/h (2 veces la velocidad del sonido), siendo estos tanto "aviones enemigos como misiles subsónicos, supersónicos e hipersónicos".
"La defensa moderna requiere vehículos aéreos no tripulados altamente supersónicos, de bajo coste y controlados por IA", indican desde Destinus. "Lo suficientemente versátiles como para actuar como acompañantes de aviones pilotados o como interceptores".
En un escalón inferior se encuentra el Destinus E, con un peso máximo al despegue de 3.000 kilogramos. Esta aeronave también puede pilotarse de forma remota o dejar a la IA tomar el control total y está diseñada para misiones de largo alcance y baja altitud. Puede llevar hasta 500 kilogramos de carga de pago tanto bajo sus alas como en la bahía central dentro del fuselaje y, si todo va según lo planeado, levantará el vuelo el año que viene. El objetivo de la compañía es que pueda estar operativo para principios de 2026.
Aniquila otros drones
Con un concepto operativo en las antípodas de los modelos anteriores, Destinus se encuentra también en pleno desarrollo del Hornet. En la misma entrevista, Kokorich dijo que este mismo año la compañía pondrá en producción este modelo de dron y cuya fijación será la de destruir a otros sistemas de su misma especie.
Los drones Hornets estarán equipados con localización autónoma y, de esta manera, podrán encontrar los objetivos preestablecidos empleando únicamente los sensores instalados a bordo. Desde la compañía también se menciona la posibilidad de que tomen sus propias decisiones sobre los ataques.
"Las ventajas de Hornet radican en su modularidad", especifican en Destinus. "Con cargas útiles rápidamente intercambiables en el campo de batalla que permiten que el sistema evoluciones con misiones flexibles y cambiantes".
También indican que el dron es rápido de desplegar y requiere poco mantenimiento; al mismo tiempo que es "significativamente más asequible que la defensa aérea tradicional". En cuanto a aplicaciones, Destinus lanzará al mercado varias versiones especialmente desarrolladas para llevar una serie de misiones como el conocimiento de la situación, vigilancia, mapeado en 3D, entrenamiento, transmisión de datos, interceptación de drones hostiles y misiones de inteligencia.