Por fin, la Starliner despega. Tras una innumerable retahíla de retrasos, fallos e incluso aplazamientos indefinidos, Boeing ha conseguido despegar su cápsula Starliner este 5 de junio a la hora acordada, a las 10:52 am ET (las 16:52 horas de España peninsular). La Starliner ha conseguido despegar desde el Centro Espacial de Cabo Cañaveral en un lanzamiento registrado en vídeo que se ha podido seguir desde España.
A diferencia de lo ocurrido el pasado 1 de junio, ni la United Launch Alliance ni Boeing no se ha encontrado con problema alguno en la cuenta atrás, lo que ha desembocado en el esperado despegue del Atlas V, que porta la Starliner. Boeing pone así fin a una mala racha de continuos fallos y retrasos que han torpedeado la misión, obligando a la firma a confirmar continuas fechas de lanzamiento.
Tras el despegue tripulado, existía la incertidumbre sobre si la Starliner conseguiría separarse del cohete Atlas V, especialmente tras todos los errores ocurridos en estas últimas semanas. Sin embargo, la Starliner ha conseguido separarse con éxito del cohete. Ahora, la cápsula se dirige a la ISS, a la espera de conseguir la certificación de la NASA para las misiones de rotación de la tripulación en la Estación siguiendo los pasos pertinentes para su separación del cohete.
La Starliner por fin despega
De forma previa al lanzamiento, Boeing se empeñó en dejar claro el esfuerzo de la compañía porque todo saliera bien. En redes sociales, explicaron que la cápsula se había mantenido encendida para su lanzamiento y que los equipos responsables habían estado monitoreando a la Starliner las 24 horas del día para detectar posibles fallos que pudieran frustrar este nuevo intento.
Este despegue exitoso confirma el esperado proceso de certificación final de la Starliner y sus sistemas para misiones de transporte de la NASA. Este se constituye como el último trámite espacial antes de que la agencia espacial integre a la Starliner dentro de la flota del Commercial Crew Program.
Recordemos que si bien la Starliner pudo volar antes, este se trata del primer vuelo tripulado de la cápsula, justo cuando se cumple una década del inicio del programa. Ya en 2014 la NASA escogió a Boeing como uno de los contratistas del Commercial Crew Program. La SpaceX de Elon Musk ha sido la encargada de realizar estas misiones desde el año 2020.
Tras el lanzamiento y en el mismo momento en el que la Starliner se separe del Atlas V, la Starliner realizará un encendido del motor para colocar la nave espacial en órbita. Tras un viaje de 24 horas y un conjunto de exámenes realizados sobre los sistemas de la nave (con el fin de demostrar el rendimiento del equipo de la tripulación en toda la misión), la Starliner atracará en la ISS, y su tripulación pasará una semana en la Estación. Luego, la Starliner regresará a la Tierra con su tripulación.
En todo el proceso de aproximación, encuentro y atraque con la ISS, el equipo detrás de la nave evaluará los sistemas de la nave y su funcionamiento. Desde la NASA explicaron que los dos astronautas que actualmente se encuentran a bordo de la Starliner moniorizarán la aproximación y comandarán cualquier a bordo necesario. El escenario ideal implica un acople de forma autónoma de la nave al puerto del módulo Harmony.
A bordo de la nave se encuentran los ex pilotos de pruebas Barry 'Butch' Wilmore y Sunita Williams. En su estadía en la ISS, ambos estudiarán y evaluarán tanto la nave espacial como sus pantallas, así como sus sistemas de transferencia de carga. De hecho, parte de su objetivo es demostrar que la nave puede funcionar como un refugio seguro en caso de que se produzca alguna contingencia a bordo de la ISS.
Tanto Boeing como la ULA han conseguido poner punto y final a su via crucis personal al acabar con la racha de fracasos consecutivos para realizar este lanzamiento. El primer intento de despegue tuvo lugar el pasado 7 de mayo, y fracasó debido a un problema en el cohete Atlas V. Algo similar ocurrió el 15 de mayo, con un nuevo aplazamiento causado por la famosa fuga de helio detectada en el módulo de servicio.
El 22 de mayo Boeing se rendía y retrasaba indefinidamente el lanzamiento de la Starliner, ya que la fuga de helio estaba complicando enormemente la misión. Como curiosidad, Boeing había desechado la idea de establecer nuevas ventanas de lanzamiento de refuerzo por si hay un problema. Además, estos intentos se han acabado solapando con la prueba del cohete Starship de SpaceX