El avance tecnológico en las aeronaves autónomas está coincidiendo en el tiempo con el incremento en la demanda en el sector de la carga aérea. Dos mundos que han comenzado a entenderse bien en los últimos tiempos y, en cuya conjunción, cada vez se encuentran más compañías dispuestas a trasladar parte de la logística a plataformas volantes sin tripulantes.

Este es el propósito de la Aviaton Industry Corporation (AVIC) de China, una de las principales compañías estatales de desarrollo aeronáutico que acaba de hacer volar el dron HH-100. El prototipo despegó por primera vez desde el aeropuerto de aviación general Lantian en Xian, capital de la provincia de Shaanxi.

"Durante el vuelo, el HH-100 funcionó con normalidad y completó todos los requisitos de prueba", según recoge el medio chino SCMP. El demostrador, explican, tuvo un rendimiento estable y cumplió todos los requisitos del examen, "con sus sistemas pertinentes funcionando bien".

Paquetería barata

AVIC describe a su plataforma como un dron de transporte con "elevada capacidad de carga y bajo coste" de fabricación. Estos dos aspectos son los pilares sobre los que se sostienen estos aparatos tan singulares.

Al retirar al piloto de la cabina de mandos, se consigue una reducción significativa de los gastos de operación al mismo tiempo que se incrementa la capacidad de carga de la aeronave. Un punto clave en sistemas pequeños como el que plantea AVIC con el HH-100.

La combinación de ambos factores da como resultado una ecuación favorable para las aerolíneas que a diario mueven centenares de aviones en todo el mundo. Y, en última instancia, un abaratamiento notable para el usuario final que recibe la paquetería en su domicilio o empresa. Sin embargo, el hecho de ser un dron no significa que la aeronave vuele de forma autónoma.

AVIC también ha señalado el desarrollo de una estación terrestre para el mando y control del HH-100. Recurre a un esquema similar al que ya se usa en el mundo de los drones militares, donde sólo unos pocos cuentan con la tecnología necesaria para llevar a cabo vuelos de larga distancia o persistencia de forma totalmente autónoma.

Dron de carga HH-100 AVIC

Por diseño, el dron de carga tiene un peso máximo al despegue de 2.000 kilogramos y una capacidad de carga de 700 kilogramos. Estos datos están por detrás de las aeronaves cargueras equivalentes como puede ser una Cessna Caravan, uno de los modelos más utilizados para el transporte aéreo de cercanía y muy popular en países como Estados Unidos.

En cuanto al alcance, AVIC señala que podrá recorrer hasta 520 kilómetros a una velocidad máxima de crucero de 300 km/h y un techo de vuelo de 5.000 metros. En el interior puede llevar 4 metros cúbicos de carga.

"El HH-100 será capaz de prestar servicios de transporte aéreo-terrestre eficaz y conectado", indican. Además de las funciones en la rama de la logística aérea regional, también podrá satisfacer la demanda de trabajos de extinción de incendios forestales y pastizales, la entrega de materiales de auxilio durante catástrofes, comunicaciones de retransmisión de emergencia y modificación del clima.

Remolques y furgonetas

Con un planteamiento similar de abaratar hasta el extremo la logística aérea, la compañía estadounidense Aerolane presentó hace sólo unos meses su propuesta de remolques voladores. El esquema es enganchar un planeador —aeronave sin motor— a un avión tradicional para que este último lo arrastre hacia la atmósfera.

Representación de avión remolcando a un planeador Aerocart Aerolane

Con ello se consigue aumentar la capacidad de carga del conjunto, ya que el planeador carece de piloto e incluso de motores que puedan lastrarlo. El cálculo al que ha llegado la Aerolane es que se podría ahorrar hasta un 65% en consumo de combustible cuando los planeadores están diseñados específicamente para este método de vuelo.

La compañía, con sede en Texas, lo denomina Aerocarts —Aerocarros, en español— y serán simples plataformas de carga equipadas con lo mínimo necesario para incorporar el sistema de vuelo autónomo. En cuanto a la operativa que plantean, Aerolane indica que despegarán de un aeródromo de la misma forma que lo hacen los aviones a motor tirando de los veleros de recreo.

Durante todo el proceso de crucero permanecerán unidos y el planeador utilizará la estela dejada por el avión líder a efectos de rebufo y ofrecer menos resistencia aerodinámica. A partir de este punto, la compañía texana deja abiertas dos posibilidades: la primera es que ambas aeronaves permanezcan unidas durante toda la maniobra y la segunda pasa por programar una suelta cuando el planeador todavía se encuentra en el aire.

Otras compañías como UPS también se encuentran inmersas en varios programas de innovación tecnológica para el uso de furgonetas eléctricas voladoras. Los planes de la compañía logística pasan por la adquisición de 150 unidades de Beta eVTOL, como así se llama la aeronave, con capacidad para transportar 635 kilogramos a una distancia máxima de 400 kilómetros.

BETA eVTOL UPS / Beta Technologies Omicrono

"Es ideal para realizar entregas urgentes de una forma más rápida y sostenible", apuntaron desde la propia UPS en 2021, cuando iniciaron este proyecto. "Al emplear despegues y aterrizajes verticales, podemos convertir los espacios de las instalaciones de UPS existentes en una red de transporte aéreo".