SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, ya trabaja para realizar la quinta prueba de Starship, su gigantesco cohete que, tras conseguir ir al espacio y volver con éxito, se prepara para su vuelo más complejo. Una empresa que planea llevar a cabo más lanzamientos de su nave en los próximos meses. Algo a lo que se opone Jeff Bezos, presidente ejecutivo de Amazon y fundador de Blue Origin, quien acusa a los continuos movimientos de SpaceX de dañar el medioambiente.
Blue Origin está preocupada por el impacto ambiental de los lanzamientos masivos de cohetes Starship de SpaceX. Tanto que la compañía de Jeff Bezos ha presentado una queja ante la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) sobre la empresa espacial de Elon Musk; y en la que solicitan que las operaciones de lanzamiento de Starship se limiten potencialmente debido a preocupaciones ambientales.
Algo a lo que recientemente Elon Musk ha respondido a través de una escueta publicación en X (Twitter) en la que apenas escribió "Sue Origin", jugando con el nombre de la empresa de Bezos, a la que cambia el 'Blue' por 'Sue', que en castellano significa "demandar". Pero ¿qué es lo que realmente ha ocurrido? La semana pasada Blue Origin presentó una queja pública ante la FAA en la que sugerían que Starship puede tener un "mayor impacto medioambiental que cualquier otro sistema de lanzamiento" en el Centro Espacial Kennedy.
En la queja presentada ante la FAA, la compañía de Bezos destacó estar preocupada por el impacto potencial que tienen los lanzamientos de Starship de SpaceX en sus instalaciones cercanas. De hecho, y como indican desde Interseting Engineering, la Administración Federal de Aviación estaría preparando una Declaración de Impacto Ambiental (EIS, por sus siglas en inglés) para evaluar los riesgos medioambientales de conceder a la empresa de Elon Musk una licencia para lanzar su gigantesco cohete desde cabo Cañaveral, en Florida (Estados Unidos).
Blue Origin teme que los continuos lanzamientos de Starship contaminen el aire con sustancias químicas peligrosas, que produzcan fuertes ruidos y vibraciones, molesten a las poblaciones adyacentes con el cierre de carreteras y dañen a personas y propiedades con explosiones o escombros. Para resolver este problema, la empresa de Bezos solicita a la FAA que restrinja el número de vuelos del gigantesco cohete.
Incluso piden que se creen más infraestructuras de lanzamiento para repartir el impacto y que la FAA evalúe las pruebas medioambientales realizadas previamente en el emplazamiento de lanzamiento de SpaceX en Texas. Cabe señalar que, aunque Starship aún está en desarrollo y solamente ha logrado llegar al espacio en dos de sus cuatro vuelos de prueba, la empresa de Elon Musk planea realizar 44 vuelos al año una vez que la nave esté totalmente lista.
Además, y según Business Insider, un físico reveló recientemente que un lanzamiento en 2023 de SpaceX generó calor y presión similares a la explosión de un volcán. Incluso generó una lluvia de escombros, como tierra y arena, sobre una ciudad cercana. Una vez en pleno funcionamiento, este gigantesco cohete podría tener grandes consecuencias medioambientales.
Desde Blue Origin destacan en su queja a la FAA la enorme cantidad de combustible del módulo Super Heavy, que necesita 5.200 toneladas métricas de metano líquido para elevar el cohete. Una cantidad "sin precedentes" que podría dar lugar a "distancias cualificadas para los márgenes de seguridad que potencialmente se solapan con los lugares operativos de otras empresas, el gobierno y el público".