La empresa espacial privada más famosa del mundo se prepara para protagonizar un nuevo espectáculo que se podrá seguir desde España, el quinto lanzamiento de su cohete Starship. La compañía de Elon Musk se ha propuesto despegar cada dos meses esta inmensa lanzadera y superar con cada vuelo un reto más complicado que el anterior. Esta actividad, además de recibir halagos, también es el centro de críticas por su impacto en el medioambiente.
Nidos destruidos, pastizales carbonizados, huevos explosionados, este es el panorama que se ha encontrado en Boca China en Texas (Estados Unidos), la reserva natural que rodea la plataforma de lanzamiento de SpaceX. Desde aquí, no solo despega este inmenso cohete, sino que en la próxima prueba debería aterrizar en la robótica estructura Mechazilla.
Una investigación del periódico The New York Times revela el impacto medioambiental que siguen teniendo los lanzamientos de la empresa de Musk y la lucha de grupos de protección ambiental que denuncian la influencia de la empresa en las administraciones para seguir aumentando su actividad en la zona a pesar de los daños.
"Tenemos mucho terreno sin nadie alrededor, así que si explota, no hay problema" llegó a decir Elon Musk en una conferencia en 2018. En la zona se han documentado más de 500 especies, algunas en riesgo de extinción. La cercana playa de Boca Chica también sirve como zona de reproducción para la tortuga marina lora, la especie de tortuga marina más amenazada del mundo.
La investigación de este periódico se basa en 10.000 páginas de correos electrónicos, registros estatales y federales y presentaciones judiciales, así como declaraciones de más de dos docenas de funcionarios locales en este reportaje. Sus fuentes denuncian que la empresa ha incumplido acuerdos con los que se pretendía proteger la zona como limitar la altura de sus edificios, pintarlos con colores naturales y reducir la luz nocturna que podría distraer a las tortugas en etapa de eclosión.
La empresa compró un pequeño terreno privado que está rodeado por parques estatales propiedad del gobierno y áreas federales que son refugio de vida silvestre. En estos terrenos no se podía construir y se permite la visita de turistas a los parques. El plan de Musk requeriría una evacuación de los parques y las áreas residenciales para cada lanzamiento, indica NYT.
La compañía planteó en un principio el uso del terreno para lanzar sus cohetes Falcon 9 de menor tamaño, pero cuya frecuencia de lanzamiento se ha convertido en una rutina. Los correos consultados por el medio, demuestran que la compañía ya planeaba construir el Starship y lanzarlo desde esta localización.
La FAA realizó un estudio de impacto ambiental para el sitio, pero se basó en la propuesta original de Musk de utilizar cohetes Falcon en el lugar, no un gigante como Starship. Una vez se hizo público el nuevo cohete, la FAA decidió modificar el estudio ya existente y determinó que era poco probable que las actividades de SpaceX pusieran en peligro la "existencia continua" de alguna especie amenazada o dañaran un hábitat crítico.
La primera etapa que eleva la nave desde el suelo, el Super Heavy, tiene una capacidad de propelente de 3.400 toneladas, y su empuje de despegue a las 7.590 toneladas-fuerza gracias a sus 33 motores Raptor, 13 en el centro y los 20 restantes en el perímetro de la popa del propulsor. Mientras que el Starship, mide 50 metros de altura y 9 de diámetro, y cuenta con una capacidad de 1.200 toneladas de propelente, además de un empuje de 1.500 toneladas-fuerza.
Este próximo lanzamiento se caracteriza por ser la prueba en la que la nave deberá regresar y aterrizar en ese mismo punto, también haciendo uso de sus motores hasta engancharse a Mechazilla. Así, se demostrará que puede ser un vehículo espacial reutilizable, pero esto supone un mayor estrés para la zona.
En estos momentos, SpaceX es la única fuerza privada en la que se sustenta la actividad espacial de Estados Unidos y otras misiones internacionales. Otras empresas tratan de ser rivales y servir de transporte al espacio, como Boeing que sigue con dificultades para traer de vuelta a sus astronautas desde la Estación Espacial Internacional. Blue Origin de Jeff Bezzos también ha denunciado a la empresa de Musk por contaminación ambiental.