Cuando el reloj marcaba las 21:00de la tarde hora de España peninsular, los tres motores del cohete Ariane 6 se encendieron y comenzaron a empujar a la mole de 540 toneladas rumbo al espacio exterior. El lanzamiento ha sido todo un éxito al ejecutarse según los planes establecidos por los ingenieros de vuelo de la Agencia Espacial Europea (ESA), quien está a cargo de este despegue inaugural desde el Centro Espacial de Kourou (Guayana Francesa).
La ESA ha escogido para este primer lanzamiento una órbita baja circular situada a 580 kilómetros de altura respecto a la superficie de la Tierra con 62º de inclinación respecto al plano ecuatorial. Se trata de una órbita "por encima de la que se encuentra la Estación Espacial Internacional, que está a unos 400 km", ha declarado Matías F. Valbuena, responsable de estructuras de Ariane 6 en la ESA, a EL ESPAÑOL - Omicrono.
El perfil de vuelo diseñado por la Agencia Espacial tiene una duración superior a las 2 horas y 40 minutos. Los primeros compases del lanzamiento consisten en el ascenso hasta la primera órbita establecida, en la segunda fase se ejecutan los despliegues de las cargas a bordo del cohete y en la tercera comienza la reentrada.
El motor Vinci —que protagoniza la segunda y última etapa del cohete —será responsable de estas dos últimas fases del vuelo y es también una de las principales novedades tecnológicas que ArianeGroup ha integrado en Ariane 6.
Se trata de un motor que puede realizar hasta 4 igniciones en momentos diferentes con el propósito de colocar los satélites, sensores o vehículos en el lugar apropiado del espacio. Supone una mejora muy importante para el lanzador y proporciona una flexibilidad hasta ahora inaudita en la familia Ariane. El último de los encendidos de Vinci será, a su vez, el inicio de la maniobra de reingreso en la atmósfera.
Además del primer lanzamiento de un nuevo modelo de cohete, se trata de la recuperación por parte de Europa de la capacidad para poner en órbita satélites, sensores y todo tipo de cargas espaciales. Tras la retirada del Ariane 5 hace ahora justo un año, la ESA y otras compañías europeas habían perdido cualquier posibilidad de llevar a cabo la misión con un lanzador europeo, teniendo que recurrir a terceros.
La compañía que más ha aprovechado esta carencia ha sido SpaceX, quien se ha erigido como principal sustituta ante la imposibilidad de utilizar cohetes rusos Soyuz tras el comienzo de la guerra de Ucrania. Algo que no ha impedido que Elon Musk —presidente y fundador— haya criticado el Ariane 6 debido a que no es un cohete reutilizable.
"El espacio se ha convertido en parte esencial de la vida cotidiana de los europeos a través de nuestros teléfonos, comunicaciones, televisión, internet, información del medioambiente o de catástrofes naturales", ha asegurado Matías F. Valbuena.
En cuanto a especificaciones, la altura total del Ariane 6 del primer vuelo es de 56 metros, aunque puede llegar a los 62 cuando la cofia elegida es la más grande de las disponibles, con un diámetro de 5,4 metros constante en toda la etapa central. La configuración 62 con un par de boosters llega hasta las 540 toneladas en el momento de despegue y la 64 crece hasta las 870 toneladas.
Más allá de este vuelo inaugural, el Ariane 6 tiene previsto otro lanzamiento antes de finalizar el año. En esta segunda ocasión el protagonista será el satélite CSO-3 para las Fuerzas Armadas de Francia y dedicado a tareas de reconocimiento para la inteligencia y vigilancia. Es el tercero de una constelación que ya se encuentra en órbita desde 2018 y pretende dar continuidad a la misión.
Será también la plataforma principal desde donde se lanzarán los satélites de la consetalción Galileo, el equivalente europeo al GPS, que proporciona geoposicionamiento tanto en aplicaciones civiles como de defensa. Del mismo modo, Amazon adquirió un total de 18 lanzamientos a bordo del Ariane 6 para desplegar los satélites de la constelación Kuiper, que proporcionará internet en todo el mundo al más puro estilo del servicio Starlink de SpaceX.