En la madrugada de este miércoles 10 de julio en España, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha anunciado que el país norteamericano junto con Alemania, Países Bajos, Rumanía e Italia realizarán una entrega "histórica" de sistemas de defensa área de la OTAN para Ucrania. Y entre ellos se encuentran cuatro equipos Patriot, un armamento que ya se ha entregado en varias ocasiones al país de Volodímir Zelenski, y un SAMP-T italiano.

Durante un acto para conmemorar los 75 años de la Alianza Atlántica, que se celebró en Washington (Estados Unidos), el presidente estadounidense anunció "una histórica donación de equipos de defensa aérea para Ucrania. Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Rumanía e Italia proporcionarán al país liderado por Zelenski cinco sistemas estratégicos adicionales de defensa aérea en los próximos meses".

Una entrega de armamento que se realiza tras la última oleada de ataques rusos que durante la jornada del lunes dejaron 34 muertos y 170 heridos; y con la que se pretende "proteger a las ciudades, civiles y soldados ucranianos" de los cazas y misiles rusos. De esta manera, Estados Unidos, Alemania y Rumanía enviarán baterías Patriot adicionales a Ucrania para blindar su espacio aéreo; mientras que Países Bajos y otros socios donarán componentes Patriot para permitir el funcionamiento de una batería adicional e Italia contribuirá con un sistema SAMP-T.

Misiles Patriot

No es la primera vez que Ucrania recibe un sistema de defensa antiaérea Patriot, uno de los más avanzados del mundo. Se trata de unos misiles creados en Estados Unidos por la compañía Raytheon que pueden interceptar desde aviones hasta misiles entrantes; siendo capaces de lanzar misiles interceptores tierra-aire que pueden derribar amenazas rápidamente y casi de forma autónoma.

"El sistema Patriot es un sistema móvil de Defensa aérea que utiliza misiles guiados que simultáneamente enganchan y destruyen múltiples objetivos bajo un ambiente de contramedidas electrónicas", explica el ejército de tierra en su web. Una de las principales características es que se transporta fácilmente, pudiendo instalarlas en cualquier parte. 

Estados Unidos y sus países aliados son los principales usuarios de Patriot, un sistema de misiles capaz de "contrarrestar misiles balísticos tácticos (TBM), misiles de crucero (CM), objetivos de pequeña sección radar (LCSR) y aviones de última generación". En cuanto a su diseño, está compuesto por una estación de control de empeño, una planta de suministro de energía, un radar con un alcance de entre 70 y 130 kilómetros y un lanzador.

Cada batería Patriot desplegada puede transportar cuatro misiles, que miden 5,31 metros de largo, pesan 900 kilogramos y tienen un alcance de 100 kilómetros y que vuelan apenas tres segundos tras el disparo; alcanzando cinco veces la velocidad del sonido y siendo capaces de acertar objetivos a una altura de 24 kilómetros. Incluso llevan consigo una cabeza de fragmentación de 91 kilogramos.

El sistema Patriot estadounidense también destaca por funcionar de forma casi autónoma. Esto quiere decir que cuando detecta a un objeto, lo rastrea para calcular la trayectoria y velocidad. Una vez hecho, se comunica con el centro del mando para alertar de una amenaza y para que un operador humano apruebe el lanzamiento. 

El SAMP-T italiano

Por su parte, el SAMP-T fabricado por Eurosam (formada por MBDA y Thales) es una de las principales armas móviles de defensa antiaérea del siglo XXI. Esta plataforma de vigilancia de amplio rango, hasta 350 km y 150 km de intercepción, sirve para proteger emplazamientos sensibles y fuerzas desplegadas contra amenazas como aviones o misiles balísticos tácticos, misiles de crucero, misiles antirradiación o antirradar (ARM) y misiles de lanzamiento a distancia.

El SAMP-T italiano puede funcionar tanto en modo autónomo como integrarse en una red coordinada. En cuanto a sus especificaciones técnicas, los misiles Aster 30 que utiliza cuentan con un peso de 450 kilogramos y tiene una longitud de 4,9 metros y un diámetro de 180 milímetros. Además, destaca por su alcance de más de 100 kilómetros y por su velocidad supersónica mach 4,5, unos 5.556 kilómetros por hora. 

El misil tiene dos etapas. En la primera de ellas, el acelerador de propulsante sólido asegura la conformación óptima de la trayectoria en la dirección del objetivo y se separa unos segundos después del lanzamiento vertical. Hasta la mitad de su trayectoria, el misil es guiado por inercia, utilizando datos actualizados del objetivo transmitidos por un módulo a través del radar multifunción. Durante la fase de búsqueda, el guiado del misil se logra mediante un buscador electromagnético activo, que proporciona una capacidad de alta precisión en cualquier condición meteorológica.