La cadena de televisión estatal CCTV ha publicado un vídeo promocional del caza J-31B. Se trata de una aeronave de guerra de quinta generación con un parecido externo evidente a los F-35, fabricado por la estadounidense Lockheed Martin, y algo menos al F-22 Raptor.

Según recogen los medios chinos, se trata de un caza capaz de traspasar las líneas enemigas sin ser detectado por los radares. China ya cuenta con algunos programas en esta misma línea, aunque con resultados todavía pendientes de demostrar debido a los problemas técnicos surgidos durante el desarrollo y la fabricación de la plataforma.

Una de las últimas apariciones de la aeronave se produjo el pasado febrero en el Salón Mundial de la Defensa celebrado en Riad (Arabia Saudí), donde mostraron al mundo un prototipo denominado FC-31 como una de las grandes novedades de la industria. Un experto militar citado por el medio estatal Global Times declaró que se trataba de un producto "asequible, de primera calidad y tecnologías avanzadas".

"La transformación del FC-31 en J-31 indica que cumplió con los requisitos formales para el servicio militar y recibió una designación oficial", ha asegurado Fu Quianshao, analista militar, a SCMP. Se trata de un paso importante en la vida de una aeronave militar y signo de que podrá comenzar a operar a medida que se vayan incorporando en la Fuerza Aérea del país.

Así es la copia china

El J-31 —antes conocido como FC-31— es un desarrollo de la compañía estatal china Shenyang Aircraft Corporation (SAC) que fue elegida como ganadora del concurso para la creación de un caza de nueva generación en 2010. Además, desde el primer momento, se concibió a la aeronave para la exportación, copiando el modelo del F-35 en su política de ventas al extranjero.

El propósito de China con esta aeronave es convertirse en el segundo país de todo el mundo en contar con dos modelos diferentes de cazas de quinta generación, sólo por detrás de Estados Unidos. De hecho, el otro modelo en ciernes es el J-20, que si bien tiene un aspecto similar al Eurofighter, las capacidades son muy similares al F-22 Raptor, que conforma la dupla de plataformas más avanzadas en el país norteamericano.

F-35 Adir despegando Fuerza Aérea de Israel

En 2013, poco menos de 3 años después de su designación, el diseñador jefe de SAC Sun Cong dijo a los medios estatales chinos que pretendían desarrollar un relevo del J-15. Este caza es el único chino que puede operar las cubiertas de los portaviones de la fuerza naval del Ejército Popular de Liberación de China.

La agencia estatal de noticias Xinhua informó en 2015 que el propósito final del J-31 podría ser complementar al J-20 en combate aéreo y también sustituir al J-15 en el plano naval. Esta tesis, no confirmada de forma oficial, toma ahora más relevancia debido a la designación J-31B al abrir la puerta a que haya otras versiones del mismo caza —A o C, por ejemplo— al igual que ocurre en el F-35.

El F-35B es la versión naval del caza americano y tiene la capacidad de despegar y aterrizar verticalmente. Sin embargo, el J-31B recién presentado no parece ser el que se integrará en los portaviones chinos debido a que el tren delantero cuenta con una única rueda en lugar de dos, según dijo Shi Hong, analista militar, al mismo medio.

Por el momento tan sólo están publicadas las especificaciones del prototipo FC-31 y quedan por conocer las de la versión final que entrará en fabricación en serie. Las de la versión preliminar recogen que la aeronave tiene espacio para un único ocupante, mide 17,3 metros de largo, 11,5 de envergadura y cuenta con un peso máximo al despegue de 28 toneladas.

FC-31 con la versión naval y dos ruedas en el tren de aterrizaje delantero Weibo

Para la propulsión recurre a un par de motores WS-13 que le proporcionan una velocidad máxima supersónica de unos 2.000 km/h a gran altitud junto con una autonomía de combate que puede llegar a los 1.200 km. En las imágenes vistas de la versión naval —con dos ruedas en el tren delantero— no se aprecian diferencias en la planta motriz, por lo que puede que tenga únicamente la capacidad de despegar y aterrizar horizontalmente.

Armamento

Las imágenes mostradas en la televisión estatal también han dejado ver por primera vez parte de las entrañas del J-31. Una de las claves de las aeronaves de quinta generación con cualidades de sigilo pasa por la integración del armamento en el interior de la aeronave, con el fin de reducir al máximo la posible huella en el radar.

"Esto podría mejorar significativamente sus capacidades de combate", señaló el analista Shi Hong. "Cada compartimento lateral de armas es capaz de transportar dos misiles", distinguiéndolo de los F-22 estadounidense y del J-20, que "sólo pueden llevar un misil en esas mismas zonas".

También "aumentaría la carga útil para las armas y las capacidades de disparo en combate a corta distancia serían fuertes", explicó Shi. La panoplia completa es todavía desconocida, aunque todo apunta a que podrá equipar misiles aire-aire, aire-superficie, bombas y todo tipo de sistemas dedicados a la guerra electrónica.

J-31 en vuelo Wikimedia

Este movimiento llega en un momento clave para algunos países ávidos de cazas de quinta generación. Antes de su marcha de la Casa Blanca, Donald Trump dejó firmados algunos acuerdos de venta del F-35 a países como Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Estos contratos quedaron en suspenso cuando Biden tomó el mando y, hasta este momento, han permanecido bloqueados sine die.

El hecho de que China pueda proporcionar una aeronave de características similares y con capacidad furtiva —todavía por confirmar ambos términos— puede suponer un cambio en el tablero de las relaciones internacionales ante las necesidades armamentísticas en Oriente Medio. Pakistán anunció a principios de este 2024 la intención de adquirir un número no determinado de J-31.