No está muy presente, pero aún existe un cierto temor en España y en el resto del mundo a que un asteroide impacte contra la Tierra. Esto ha motivado la existencia de misiones como DART para diseñar un sistema de defensa planetaria que proteja nuestro planeta. En este contexto, la ESA ha anunciado a Ramsés, la misión que seguirá muy de cerca al asteroide Apofis que nos 'rozará' en el año 2029.
En el año 2004 se descubrió el asteroide Apofis 99942, un asteroide de tipo Atón que despertó el interés de los astrónomos. El motivo es simple; las observaciones iniciales vaticinaban la posibilidad de que Apofis pudiera colisionar con la Tierra en el año 2029. Dicha posibilidad, estimaron en ese momento, era del 2,70%.
La ESA desea prepararse para este evento y por ello han anunciado la llamada Misión Rápida Apofis para la Seguridad Espacial (por sus siglas en inglés, Ramsés). La idea es que el satélite de la misión 'acompañe' a Apofis durante su paso cercano a la Tierra para que los investigadores de la agencia puedan estudiar cómo la gravedad del planeta afectará al asteroide.
El asteroide Apofis se estudiará
Apofis es un asteroide de 375 metros de diámetro, y se estima que pasará a unos 32.000 kilómetros de la superficie de la Tierra el próximo 13 de abril de 2029. Pasará tan cerca que, en palabras de la ESA, será visible para unas 2.000 millones de personas ubicadas en África, Europa y Asia.
Cabe aclarar, no obstante, que si bien las primeras estimaciones sobre una posible colisión de Apofis contra la Tierra generaron cierto temor, ya se ha descartado la posibilidad de que este asteroide se estrelle contra el planeta, al menos durante un siglo entero. La clave radica en lo extraordinario del evento, ya que es tremendamente poco común que un asteroide pase tan cerca de la Tierra.
Es aquí donde entra la ciencia, especialmente la dedicada a la defensa planetaria. Es lógico pensar que un evento así es una oportunidad brutal para la ciencia y el estudio no solo del asteroide, sino del propio evento como tal. La sonda Ramsés viajará en busca de Apofis antes de que pase por la Tierra, y lo acompañará a lo largo de todo el trayecto hacia nuestro planeta.
La clave es comprobar la manera en la que la gravedad afectará al asteroide, modificándolo y deformándolo por el camino. Mediante una serie de instrumentos específicos, Ramsés completará un minucioso estudio tanto antes del paso de Apofis como después, y analizará aspectos como su forma, la rotación, o la orientación, entre otros.
No es en absoluto un tema baladí. Esta misión podría arrojar información importantísima sobre el comportamiento potencial de un asteroide ante fuerzas extremas, como la gravedad. También podría proporcionar datos valiosos sobre la masa, la densidad, la composición o la estructura interna de un asteroide. Aspectos muy a tener en cuenta en caso de que sea vital desviar un asteroide, como hizo la misión DART hace años.
La ESA apunta a abril de 2028 para la fecha de lanzamiento de Ramsés para que este pueda llegar al asteroide al menos dos meses antes de que este se acerque a la Tierra, en febrero de 2029. La ESA ya ha comenzado a mover la burocracia necesaria para poner en marcha los preparativos de Ramsés, aunque no será hasta noviembre de 2025 que se sabrá realmente si la misión podrá ejecutarse.
El acercamiento de Apofis a la Tierra supone una oportunidad de oro, no solo para comprobar la viabilidad de un sistema de defensa planetaria, sino para recabar datos científicos. De hecho, los datos que proporcionará Ramsés servirán, además, para averiguar aspectos sobre la formación y la evolución de nuestro propio sistema solar, debido a que en palabras de la ESA, los asteroides "son cápsulas del tiempo formadas hace más de 4.000 millones de años".
Patrick Michel, director de investigación del CNRS en el Observatorio de la Costa Azul en Niza, explica que hasta el momento, la humanidad ha tenido que buscar los asteroides mediante sondas para estudiarlos. Este es un experimento natural, a su juicio, que además completará un experimento por sí solo.
"Por primera vez, la naturaleza nos trae [un experimento] y lleva a cabo el experimento por sí misma. Todo lo que tenemos que hacer es observar cómo Apofis se estira y se comprime debido a las fuerzas de marea que pueden provocar deslizamientos de tierra y otras perturbaciones y revelar nuevo material debajo de la superficie", dijo el director.