Con la impresión 3D se pueden conseguir objetos o piezas a medida en menos tiempo de lo que cualquier entrega a domicilio puede prometer, este ha sido el lema con el que se ha defendido esta nueva tecnología. Aunque más allá de la pandemia, no haya cuajado su uso en casa en España, sí han surgido ámbitos como en la fabricación de material sanitario en hospitales de España o en la casa de hormigón de dos plantas impresa en 14 días
El militar también es un espacio de uso en crecimiento, como demuestra la empresa española Meltio, con sede en Linares (Jaén), ha patentado un cabezal para imprimir piezas en 3D basado la deposición de cable de soldadura fundido por láser que se usará en portaaviones franceses. Frente al material más habitual utilizado para imprimir en 3D como es el plástico, se están creando nuevas tecnologías que permiten utilizar este método de fabricación aditiva con materiales como el metal y en cualquier lugar, incluso en alta mar.
La tecnología patentada de Meltio, se exporta a más de 50 países de todo el mundo. Está en proceso de validación en otros países, además del Ejército de Tierra de España que ya la utiliza y la armada estadounidense. La última en sumarse es la Armada francesa -Marine Nationale-, que ha validado la tecnología de Meltio por primera vez, según informa la marca.
Los franceses usarán este invento para fabricar y reparar piezas metálicas en su portaaviones Charles de Gaulle. Desde alta mar hasta tierra firme, Meltio ofrece asistencia permitiendo a los ingenieros imprimir en 3D piezas metálicas de acero inoxidable, titanio, níquel y otros materiales metálicos con un 99,9% de densidad cuando se necesitan.
La impresión 3D con metal no es nueva y ya existen en el mercado soluciones como la HP Metal Jet S100, creada también en España, pero esta y otras máquinas utilizan polvo de metal para la confección de las piezas y tienen un tamaño considerable. Un proceso que requiere de más pasos y desperdicio de material sobrante. En Meltio han apostado por un enfoque distinto, más compacto, que aseguran es más sostenible y eficiente y permite además utilizar el material metálico para la impresión sin material sobrante.
Para ello, en lugar de utilizar como material base el polvo de metal, han optado por el hilo de metal de soldadura. Gracias a esta innovadora tecnología, fabricantes de sectores tan dispares como el sanitario, el militar o el aeroespacial tienen mayor capacidad de producción, ya que pueden fabricar y reparar piezas localmente, sin depender de proveedores a distancia.
Sin embargo, todo apunta a que los más interesados en esta tecnología están en el sector militar y de defensa. Así, en caso de que haya cualquier problema con una pieza metálica en portaaviones Charles de Gaulle, el cabezal de Meltio, integrado en una fresadora Hass, podrá repararla o fabricar una nueva en poco tiempo.