La iniciativa Starlink de la SpaceX de Musk sigue en su camino. El sueño del magnate para conseguir conexión a Internet en cualquier parte del mundo sigue vigente. Tanto, que potencias como China quieren rivalizar con SpaceX, ya sea lanzando su propio sistema Starlink o destruyendo el de Musk. Ahora, acaban de lanzarse los primeros satélites para desarrollar una futura megaconstelación que hará frente directamente a la de Starlink.

A finales de junio se puso fecha al primer lanzamiento de la megaconstelación G60 Starlink de China, un proyecto también llamado 'Constelación de las Mil Velas' dirigido por la Shangái Spacecom Satellite Technology (SSST), que tiene como objetivo poner en órbita más de 15.000 satélites. Se fijó como fecha el día 5 de agosto, y se estableció una carga útil de hasta 18 satélites, que irían en este primer lote.

Y así ha sido. Tal y como recogen medios locales chinos, como el China Securities Journalla SSST ha llevado a cabo este primer lanzamiento desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Taiyuan, uno de los principales enclaves para el lanzamiento de satélites y misiles ubicado en la provincia de Shanxi, China. Un primer paso para conseguir el ansiado objetivo de 15.000 satélites desplegados antes del 2030.

Comienza el Starlink chino

La idea detrás del proyecto G60 Starlink es proporcionar acceso a Internet con cobertura global. Básicamente el mismo propósito de la megaconstelación que también aspira a tener Musk en el espacio. La cuestión es que la variante china también proporcionará cobertura nacional al país y tendrá implicaciones militares. No ha trascendido el cohete usado para llevar a cabo dicho lanzamiento.

Este primer lote de 18 satélites se constituye como el siguiente paso en el objetivo final de Pekín de conseguir su propia versión de Starlink y de impulsar la presencia y capacidades del país en el espacio. Una creciente constelación de satélites, por cierto, que ya tiene alrededor de 5.500 satélites ubicados en el espacio. 

Logo de Starlink

De hecho, estos ya son usados por todo tipo de entidades y ciudadanos chinos, que van desde empresas hasta agencias respaldadas por el gobierno. Declaraciones por parte de empresas y medios chinos indicaron en el pasado que China planea lanzar 108 satélites a lo largo del 2024. Por ende, quedarían por lanzar alrededor de cinco lotes más en lo que queda de año.

En la pasada Conferencia de Seguridad C3 celebrada en Nankin, el vicepresidente senior de la Shanghai Yuanxin Satellite Technology explicó que el plan de construcción para esta constelación de satélites de órbita baja comenzó en 2023. Detalló el esquema de tres fases que marcaría este plan.

Satélites de Starlink listos para ser desplegados en el espacio SpaceX Omicrono

En la primera fase, China planea lanzar 648 satélites para proporcionar una cobertura de red regional para finales de 2025. La segunda, por su parte, sumará otros 648 satélites que conformarán la cobertura de red a nivel global, para finales de 2027. No será hasta finales de 2030 que China alcanzará los 15.000 satélites, ofreciendo servicios de telefonía móvil vía satélite.

Esta Constelación de las Mil Velas de la SSST o Megaconstelación G60 Starlink de China es solo una de las tres iniciativas conocidas dentro de la Constelación de las 10.000 Estrellas, pensadas específicamente para hacer frente al dominio actual que SpaceX tiene sobre este creciente mercado, tal y como recoge Reuters.

Este megaproyecto chino parte de una base complicada: las implicaciones militares que su creación podría tener. La mera presencia de este conjunto de satélites podría cuestionar los equilibrios de poderes entre los países que quieren tener presencia en el espacio. A esto hay que sumarle las potenciales tensiones que esta iniciativa podría generar con respecto a SpaceX y a su propio Starlink.

El mayor problema radica en el uso militar de Starlink. La guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto de manifiesto lo útil que es Starlink como red de comunicaciones en territorios afectados por conflictos bélicos, y China es un país ya enemistado con otras potencias. Por otro lado, la presencia de satélites chinos en los espacios donde están presentes activos espaciales de otros países en conflicto con China causaría todavía más fricción.