La agencia espacial estadounidense ha retrasado una misión de SpaceX para llevar un nuevo equipo de astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS). Necesitan más tiempo para solucionar el regreso de Starliner y sus dos astronautas que debían volver a los 10 días y ya llevan dos meses. Dejen salir antes de entrar, se suele decir en España. Mientras Boeing defiende que el regreso de sus dos tripulantes es seguro tras realizar pruebas en la nave, pero La NASA no ha tomado una decisión aún.
La nave Crew Dragon de SpaceX tenía programado su lanzamiento para el 18 de agosto. Ahora esta misión tripulada se ha fijado en el calendario para el 24 de septiembre. "Este ajuste permite que los administradores tengan más tiempo para planificar el regreso del vuelo de prueba tripulado de Boeing", dice la NASA en un comunicado.
La agencia acaba de llevar un importante cargamento de suministros a la ISS en una misión con la nave Cygnus de Northrop Grumman que también ha sufrido fallos. El martes la nave se acopló con éxito a la estación, volviendo a centrar las miradas en Starliner que sigue unida a la ISS esperando vía libre para traer de vuelta a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams.
Los ingenieros de Boeing y la NASA siguen investigando el fallo de cinco de los 28 motores de maniobra que dificultaron el acoplamiento de la nave Starliner de Boeing con la ISS a principios de junio. Sin olvidar las fugas de helio detectadas durante el viaje.
Numerosos retrasos alargaron la llegada de estos dos astronautas a la estación espacial, pero su vuelta también está costando más tiempo del esperado. Esta misión de prueba iba a ser el examen final de Boeing para conseguir el certificado de la NASA como transporte oficial, algo que SpaceX ya consiguió en 2020.
La idea de un posible rescate, mediante una nave de SpaceX, ha rondado desde el principio ante los numerosos fallos acumulados en el viaje. Si la empresa de Elon Musk debe actuar, podría ser necesario dejar dos asientos vacíos en la misión Crew Dragon para devolver a estos dos astronautas.
Por otro lado, Ars Technica sugiere que para desacoplar la Starliner y traerla de vuelta sin tripulación, es decir, con un pilotaje automático sería necesario modificar del software actual de la nave. Este sería el motivo por el que la NASA ha retrasado el siguiente viaje más de un mes.
Sin embargo, la misión de Orbital Flight Test 2 de Boeing, sin tripulación, en mayo de 2022 fue una prueba totalmente automatizada del vehículo Starliner. Aún así, para septiembre también hay previsto la rotación de astronautas de Rusia con sus naves Soyuz. Se acumulan las misiones pendientes.
La NASA apela a la seguridad de los tripulantes como su mayor prioridad, mientras Boeing afirma que la misión de regreso es segura. "Seguimos apoyando las solicitudes de la NASA de pruebas, datos, análisis y revisiones adicionales para confirmar la capacidad de desacoplamiento y aterrizaje seguros de la nave espacial. Nuestra confianza se basa en esta gran cantidad de pruebas valiosas de Boeing y la NASA", afirma la compañía.