Aunque sea actualmente la empresa espacial privada líder, SpaceX también sufre algún revés de vez en cuando. La compañía de Elon Musk realiza un lanzamiento prácticamente a la semana para desplegar sus satélites Starlink, cuyo servicio está disponible en España. El pasado mes de julio, uno de sus cohete Falcon 9 sufría un fallo en pleno vuelo. Hoy, el cohete ha explotado al regresar a la plataforma de lanzamiento.
No ha sido un día fácil para la compañía. A primera hora ha tenido que cancelar el despegue de su importante misión Polaris Dawn, por segunda vez esta semana, debido a las condiciones meteorológicas. Aún no hay una nueva fecha disponible. En paralelo, SpaceX ha seguido adelante con su ya rutinario lanzamiento de satélites Starlinks con los que ofrece internet desde el espacio.
Tras poner en órbita 21 satélites, la primera etapa del cohete Falcon 9 ha explotado contra la plataforma de aterrizaje. Los cohetes de esta empresa son reutilizables, por lo que deben regresar de nuevo a Tierra para volver a despegar en consecutivas misiones. Así ha conseguido la compañía alcanzar este incesante ritmo de lanzamientos y crear una inmensa constelación de satélites alrededor de todo el mundo.
Además de las imponentes imágenes que deja la explosión, hay que tener en cuenta que un fallo de estas características no ocurría desde hace años. Es el primer aterrizaje fallido de un Falcon 9 desde febrero de 2021.
Este no es el único dato sorprendente del caso. El booster, la primera etapa, del Falcon 9 que se ha utilizado en este vuelo es la más veterana de la compañía. Tal como reflejan los registros de vuelo de SpaceX, que se pueden consultar en Wikipedia, era el booster 1062 y este era su lanzamiento número 23.
Ningún otro booster de SpaceX se ha reutilizado tantas veces. Aún no se sabe cuál ha podido ser el fallo que ha desembocado en la destrucción de la pieza. Las imágenes compartidas por la empresa muestran cómo, al llegar a la plataforma de aterrizaje, ha volcado y las llamas han envuelto el cohete.
El anterior fallo de este verano, supuso un parón de varias semanas hasta terminar la investigación de lo sucedido, además de volver a contar con la aprobación oficial de la FAA (Administración Federal de Aviación) para continuar con los lanzamientos. La compañía asegura que ya están estudiando los detalles de esta explosión, al tratarse de un fallo en el aterrizaje, puede que no se produzca un retraso tan significativo esta vez.