Esta semana prometía ser épica para la empresa espacial, SpaceX, pero se ha torcido más de lo esperado. La explosión del último aterrizaje de un Falcon 9 ha vuelto a paralizar las operaciones de la empresa hasta que se determinen las causas en una investigación. Es la segunda vez este verano que ocurre y ahora puede suponer un importante retraso para la misión Polaris Dawn que plantea la primera caminata espacial de civiles. 

Por el momento, no se puede decir que sean problemas graves, pero si contratiempos incómodos para la empresa. La misión privada, Polaris Dawn, debía haberse realizado el pasado martes a primera hora de la mañana (horario de España), pero primero se retrasó por una fuga de helio, después por malas condiciones metereológicas. Sin una tercera fecha para intentarlo, la misión se encuentra ahora con el reciente fallo del Falcon 9. 

Después de anular el despegue por las condiciones del tiempo, SpaceX decidió seguir adelante con el lanzamiento de un grupo de satélites Starlink, una operación rutinaria. A su regreso, la primera etapa del cohete estallaba y quedaba envuelta en llamas al alcanzar la plataforma de aterrizaje. Era el booster más utilizado de la empresa, hasta 23 lanzamientos había realizado. 

Aunque el lanzamiento y el trabajo para desplegar los 21 satélites Starlink se realizó sin complicaciones, este fallo en el regreso ha obligado a intervenir a la FAA (Administración Federal de Aviación). Han emitido un comunicado en el que informan de que el cohete Falcon 9 se ha trasladado a tierra firme a la espera de una investigación oficial sobre el incidente. Cuando se compruebe que lo ocurrido no supone un riesgo para futuras misiones, tripuladas o no, se reanudará la actividad.

La empresa experimentó un fallo anterior este verano que supuso un parón de varias semanas hasta terminar la investigación de lo sucedido. Hay que tener en cuenta que SpaceX acumulaba una serie de 267 aterrizajes exitosos con los Falcon 9, antes de este último incidente.

Cohete Falcon 9 esperando la hora de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy (Florida) SpaceX

La paralización pone en punto muerto la misión Polaris Dawn que sigue suspendida de forma indefinida. Está lejos de ser una más dentro de las decenas de misiones que lleva a cabo la compañía espacial de Elon Musk a lo largo del año. Dentro de la nave espacial Crew Dragon, impulsada por un Falcon 9, viajarán un total de cuatro tripulantes, que llegarán más lejos de lo que un humano ha ido desde la misión Apolo 17 —la última del programa— en 1972. Además, tienen previsto realizar un paseo espacial donde se pondrán a prueba los trajes diseñados por SpaceX en una maniobra de alto riesgo.