Si alguien está despierto en España esta noche a las 03:50 de la madrugada de este miércoles 4 de septiembre, es posible que quiera estar pendiente del lanzamiento del cohete Vega. Puede parecer una locura, pero es la última vez que se verá a este modelo elevarse en el cielo. Su última misión es poner en órbita al satélite más moderno de Europa para vigilar desastres naturales como la desforestación del planeta.
Todo está listo en Kourou, en las instalaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la Guayana Francesa. Su hermano, el cohete Ariane 6 hizo historia el pasado mes de julio en su debut. Ahora le toca a Vega irse por la puerta grande en esta última misión.
Es la nueva generación de cohetes europeos, en concreto, de Ariane Group. Tras ciertos contratiempos, se marcó la fecha de regreso de Vega-C en el último trimestre de 2024, con un año de retraso. Con esta misión Vega, un modelo más pequeño, le dará el relevo a esta versión más moderna y capaz de llevar cargas más grandes. Se podrá seguir en directo su último lanzamiento a través de los canales oficiales de la ESA.
Adiós a Vega
La ESA no desaprovecha ni un minuto para empezar a homenajear a este cohete en sus últimas horas antes de la jubilación. El cohete que pasará a la historia por ser el primer modelo gestionado por completo por la agencia europea, el principio de su independencia de otras agencias como la NASA.
Su primer despegue se celebró en 2012, aunque sus inicios se remontan a 1998, y su nombre se debe a las siglas de Vettore Europeo di Generazione Avanzata, pues la Agencia Espacial Italiana fue el principal impulsor del proyecto junto a la ESA, aunque otros países como España también tuvieron pusieron su granito de arena.
Se compone de tres etapas de combustible sólido y un módulo superior de combustible líquido. Fue diseñado para lanzar pequeñas cargas: satélites de 300 a 2000 kg para misiones científicas y de observación de la Tierra en órbitas bajas y polares.
Operado por ArianeSpace, incluyendo esta última misión VV24, Vega ha despegado un total de 22 veces durante estos años, realizando más de 100 misiones al espacio para docenas de instituciones europeas, pero también para clientes de todo el mundo. Pero no todo han sido éxitos, en 2020, por ejemplo, un fallo destruyó el satélite español de 200 millones.
La misión Sentinel
Este vuelo se enmarca dentro del programa europeo Copernicus, centrado en la observación de la Tierra, ante posibles catástrofes naturales o como vigilancia para temas militares. La misión se basa en una constelación de dos satélites idénticos que vuelan en la misma órbita a una distancia de 180°. Son conocidos como los dos ojos de Europa. Actualmente, Sentinel-2A y Sentinel-2B cubren toda la tierra y las aguas costeras de la Tierra cada cinco días. Sentinel-2C es el tercero de esta serie y, una vez en la órbita, reemplazará a su predecesor, Sentinel-2A.
El nuevo satélite, el Sentinel-2C, se situará en una órbita a unos 780 kilómetros. Su despliegue comenzará a los 57 minutos y 20 segundos después del lanzamiento y la adquisición de la señal debería llegar 12 minutos más tarde.
Está equipado con una cámara multiespectral de alta resolución y de amplio espectro. Con ella se pretenden recibir imágenes con resoluciones de 10, 20 y 60 metros. La ESA explica que el satélite tiene una anchura de barrido única de 290 kilómetros.