A las 20:27 horas de España peninsular, el satélite europeo Salsa regresaba a la Tierra de forma controlada. Aunque pueda parecer un suceso habitual con los cientos de cohetes y satélites que reingresan en la atmósfera cada año, lo cierto es que es un hecho histórico. Desde principios de año, la Agencia Espacial Europea ha trabajado para colocar el satélite en la dirección adecuada para hacer ese reingreso dirigido y minimizar el riesgo al máximo.
Según organizaciones como la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de las Naciones Unidas, actualmente hay más de 10.000 satélites en órbita, una saturación que sigue creciendo. La ESA quiere encontrar nuevas formas de que los que ya están fuera de servicio tengan reentradas seguras y sostenibles a la Tierra. Ya hizo pruebas con la nave Aeolus y ahora le ha querido dar este final a los cuatro satélites de la misión Cluster.
Con esta maniobra se pretende evitar sucesos en los que la caída de objetos espaciales contra la Tierra ha generado cierta preocupación. En 2022, un cohete chino obligó a paralizar el tráfico aéreo de España por el riesgo de impacto. Este mismo año, la NASA ha sido denunciada por primera vez por una pieza de basura espacial que se estrelló contra una vivienda.
Reingreso controlado
Explica la ESA que la nave espacial cayo sobre un área remota del océano Pacífico Sur, donde se encuentra el punto más alejado a zonas pobladas de todo el planeta. "Esto garantiza que cualquier parte de la nave espacial que sobreviva al reingreso caiga sobre el océano abierto", dice la agencia. Ese mismo punto ha sido elegido para que sea donde acabe la Estación Espacial Internacional cuando se agote su vida útil en 2030.
La mayoría de agencias de la industria espacial siguen estos reingresos controlados, que se han establecido como una norma internacional que se respeta desde hace años. Sin embargo, cuando la serie de satélites Cluster, a la que pertenece Salsa, se construyó y lanzó, esa norma aún no se había establecido, por lo que estaba destinado a regresar de forma incontrolada.
"La reentrada de Salsa siempre iba a tener un riesgo muy bajo, pero queríamos superar los límites y reducir la amenaza aún más, demostrando nuestro compromiso con el enfoque de Cero Residuos de la ESA" ha dicho el director de operaciones de la ESA, Rolf Densing.
Para conseguir ese correcto regreso a casa, durante los últimos meses, los operadores de la nave han seguido de cerca a Salsa a medida que se acercaba a la Tierra, ajustando ligeramente la trayectoria de la nave espacial solo una vez para mantenerla en el camino correcto. Estas correcciones sirven también como aprendizaje sobre la ciencia del reingreso en la atmósfera terrestre.
Salsa es el primero de los cuatro satélites Cluster que volverán a entrar en la atmósfera, mientras que los otros tres (Rumba, Samba y Tango) tienen previsto realizar sus propias reentradas dirigidas entre octubre de 2025 y agosto de 2026.
Protegiendo a la Tierra del Sol
La misión Cluster con sus cuatro naves bautizadas con ritmos latinos se inició en el año 2000. Desde hace más de dos décadas se dedica a estudiar la magnetosfera terrestre y su importancia para proteger el planeta del viento solar, que cada cierto tiempo amenaza con tormentas solares.
Explica la agencia que las cuatro naves han desvelado las debilidades de la magnetosfera, como la forma en que las partículas del viento solar pueden atravesar el escudo. Incluso descubrió el origen de los llamados "electrones asesinos ", partículas energéticas en el cinturón exterior de radiación que rodea la Tierra, que pueden causar estragos en los satélites.
"Al utilizar cuatro naves espaciales en lugar de una, Cluster pudo medir simultáneamente múltiples áreas del espacio. Cuando estaban más cerca una de la otra, las naves espaciales Cluster podían excavar en las estructuras magnéticas más finas del espacio cercano a la Tierra. Cuando estaban más separadas, podían obtener una visión más amplia de la actividad a mayor escala", explica Philippe Escoubet, director de la misión Cluster.