Ucrania sigue recibiendo ayuda por parte de España y otros países de la OTAN, con envíos constantes de munición y armamento cada vez más sofisticado. Por su parte, Rusia se ha apoyado en países afines como Corea del Norte o Irán para reforzar su arsenal, sobre todo con los drones Sahed 136, tan importantes para Putin que ya se fabrican en territorio ruso. Ahora, varios medios han confirmado la llegada de más de 200 misiles balísticos de corto alcance procedentes del régimen de Teherán a través de un barco ruso a un puerto no revelado del mar Caspio.
Desde principios del mes de agosto se rumoreaba la posibilidad del envío de misiles balísticos por parte de Irán a Rusia. Según recogen The Wall Street Journal y The Times, que citan fuentes militares ucranianas y estadounidenses, los proyectiles "han sido entregados definitivamente", lo que corrobora la creciente colaboración entre Jamenei y Putin en la invasión de Ucrania.
Esta entrega se puede entender como una manera de equilibrar la potencia de fuego adquirida por Ucrania con los lanzacohetes HIMARS. Los misiles iraníes serían los Fath 360, que aportan gran precisión y movilidad a las capacidades rusas, además de un alcance de hasta 120 km. Sus misiones principales serían ataques tácticos contra objetivos como instalaciones militarese infraestructuras, aunque también pueden ser utilizados por Moscú para los ataques contra Kiev y otras ciudades ucranianas.
Fath 360
Los misiles balísticos de corto alcance (SBRM) Fath 360, también conocidos como BM-120, se anunciaron por primera vez el Día del Ejército de la República Islámica de Irán, el 18 de abril de 2022. Fabricados por la Organización de Industrias Aeroespaciales (AIO), la rama especializada en defensa y espacio del gobierno iraní, sus primeras pruebas se realizaron poco después, durante unos ejercicios militares en Isfahán.
Según varios informes, su entrada en servicio fue casi inmediata, ya que habría sido utilizado en septiembre de ese mismo año contra posiciones kurdas en el norte de Irak. Se desconoce el número de unidades fabricadas por Irán, pero desempeña un papel importante para el ejército iraní y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) en misiones de fuego de precisión de corto alcance, especialmente contra las defensas antiaéreas enemigas.
El Fath 360 es un misil balístico táctico tierra-tierra, con unas medidas de 5.175 mm de longitud y 368 mm de diámetro, y un peso aproximado de 787 kg. De ellos, 150 kg corresponden a la ojiva de alto explosivo, y la propulsión depende de combustible sólido, lo que permite una rápida preparación para el lanzamiento y velocidades de 3.672 km/h (Mach 3). Cuando utiliza sistemas de guiado por satélite, puede alcanzar velocidades de Mach 4.
Para su lanzamiento, estos misiles necesitan un Transporter Erector Launcher (TEL) montado en un camión pequeño y ligero de seis ruedas y unos 10 metros de longitud, lo que aporta al sistema una gran movilidad. Este lanzador puede equiparse con entre 2 y 6 tubos (con un misil por cada tubo), lo que le permite transportar y desplegar varios misiles de forma simultánea. El objetivo es que las fuerzas iraníes (y ahora las rusas) tengan una gran potencia de fuego pero también flexibilidad, permitiendo un rápido reposicionamiento y recarga tras cada lanzamiento.
Su alcance está entre los 30 y los 120 km y para el guiado cuenta con posicionamiento satelital (GNSS) y sistemas de navegación inercial, lo que garantiza la máxima precisión. Según los datos de los que se dispone, el margen de error se situaría en un diámetro de 30 metros.
La capacidad de supervivencia en escenarios de combate se amplía gracias a la versatilidad de la plataforma, ya que el camión lanzador puede desplegarse y operar en diversos terrenos, ya sea en entornos urbanos o rurales. Para coordinar sus misiones, los Fath 360 necesitan una infraestructura móvil de mando y control, que incluye vehículos equipados con sistemas de comunicación y unidades de radar para la adquisición y seguimiento de objetivos.
Estos suelen estar protegidos contra equipos de guerra electrónica, para blindar la seguridad de las comunicaciones y evitar la interrupción de las operaciones. El objetivo es poder coordinar eficazmente y en tiempo real ataques precisos y eficaces a través de la comunicación con las fuerzas terrestres y los satélites.
Otros misiles
Aunque Irán está destacando en el panorama armamentístico internacional con sus drones, su arsenal de misiles de largo, medio y corto alcance no se queda atrás, y nuevas entregas a Rusia podrían resultar decisivas en el conflicto con Ucrania. Uno de los últimos avances tiene que ver con misiles hipersónicos como Fattah, presentado a mediados de 2023 con una amplia cobertura mediática por parte de Teherán.
"El misil hipersónico, guiado con precisión, tiene un alcance de 1.400 kilómetros y es capaz de penetrar todos los escudos de defensa", señaló en junio Amirali Hajizadeh, jefe de la fuerza aeroespacial del país. Un rango operativo suficiente como para alcanzar suelo israelí.
En esa ocasión, además, la televisión estatal iraní apuntó que el "misil puede eludir los sistemas antibalísticos más avanzados de Estados Unidos y del régimen sionista", en referencia a los fabricados por Israel, uno de los especialistas mundiales en esta rama de defensa. La velocidad máxima del Fattah es de 14 veces la del sonido, unos 17.000 kilómetros por hora.
Más recientemente, en noviembre, Irán volvió a mostrar al mundo parte de su potencial militar incorporando a su arsenal el Fattah 2. Además, se encuadra dentro de la categoría HGV, según la agencia de noticias iraní Tasnim News, una tecnología de momento sólo al alcance de las principales potencias.
Los HGV —Hypersonic Glide Vehicle o Vehículo Planeador Hipersónico— es uno de los métodos más utilizados para crear este tipo de armamento. Consiste en el lanzamiento de un cohete con uno o varios de estos vehículos en su interior para, una vez a la altura deseada, desplegarlos siguiendo una trayectoria de reentrada atmosférica maniobrable.
Dispone de una primera etapa de propulsión que se basa en otro misil y le permite ascender a una altitud no desvelada, a cientos de kilómetros de la superficie. Una vez allí, entra en funcionamiento la segunda etapa de propulsión de combustible líquido —a base de hidrazina— antes de desplegar el vehículo de planeo hipersónico, que será el que se dirigirá hacia el objetivo final marcado.
En lo relativo a las especificaciones, medios iraníes han indicado que puede llegar hasta los 1.500 kilómetros de rango operativo, muy por debajo de otras propuestas HGV de países como Rusia o China, con alcances globales de decenas de miles de kilómetros. "El Fattah 2 puede elegir la forma de su trayectoria de vuelo como los misiles de crucero", afirman desde Tasnim. Puede "engañar a los sistemas de defensa antimisiles del enemigo en cualquier momento mediante la realización de maniobras".
Según explican, la combinación de su altísima velocidad con la capacidad de maniobra supone un verdadero reto para los escudos antiaéreos, una tecnología en la que Israel ha demostrado estar en la cúspide del desarrollo tecnológico de todo el mundo, con sistemas como la Cúpula de Hierro o el Iron Beam que emplea láser. Sin embargo, Ucrania no cuenta de momento con este tipo de defensas antiaéreas, por lo que sería especialmente vulnerable a este tipo de misiles.