Jared Isaacman en la nave para Polaris Dawn.

Jared Isaacman en la nave para Polaris Dawn. Inspiration4

Defensa y Espacio

El milmillonario Jared Isaacman será el primer civil en dar un paseo espacial gracias a Elon Musk y SpaceX

El empresario de 41 años lidera su segunda misión con SpaceX, en un viaje de 5 días en el que protagonizará la primera caminata espacial comercial.

11 septiembre, 2024 02:45

Tras un par de retrasos por una pequeña fuga de helio y malas previsiones climatológicas, el lanzamiento de la misión Polaris Dawn de SpaceX fue todo un éxito. El cohete Falcon 9 y la cápsula Crew Dragon con cuatro astronautas civiles a bordo despegaron ayer a las 11.23, hora peninsular de España, mientras los técnicos de la compañía de Elon Musk celebraban lo conseguido en el control de misión. Mientras, en la nave y ya con gravedad cero, la sonrisa de Jared Isaacman, multimillonario y comandante de la misión era cada vez más amplia. Había vuelto a conseguir el más difícil todavía.

Este emprendedor de 41 años, con una fortuna acumulada superior a los 1.800 millones de dólares (según Forbes), está acostumbrado a hacer historia. Primero a través de su compañía Shift4, que a día de hoy gestiona más de 200.000 millones de dólares en pagos al año para un tercio de los restaurantes y hoteles de EEUU. Pero también batiendo el récord de velocidad dando la vuelta al mundo en avión ligero en menos de 62 horas, coleccionando cazas de combate o liderando Inspiration4, la primera misión civil en órbita del mundo, lanzada por SpaceX en 2021.

Ahora, como comandante de misión de Polaris Dawn y junto a sus otros tres tripulantes, alcanzará una distancia de 1.400 km de la Tierra, más lejos de lo que ningún humano ha hecho en los últimos 52 años, desde las últimas misiones Apollo. Si todo sale según lo planeado, también será el primer civil, junto con Sarah Gillis especialista de misión de SpaceX, en realizar un paseo espacial comercial.

Aunque su dinero ha sido fundamental para el lanzamiento de la misión (una cantidad no desvelada pagada a medias con SpaceX), Isaacman sabe que no habría llegado hasta allí él sólo, y sus dos años y medio de entrenamiento así lo atestiguan. Sus primeras palabras desde la órbita terrestre fueron de agradecimiento. 

"No estaríamos en este viaje sin los 14.000 que estáis en casa [en referencia a los trabajadores de SpaceX] y todos los que nos animáis", dijo por radio al centro de control de la misión de SpaceX. "Os lo agradecemos. Ahora vamos a ponernos a trabajar".  

Quién es Jared Isaacman

La épica del hombre hecho a sí mismo tiene profundas raíces en EEUU. De hecho, muchos de los líderes actuales de las compañías tecnológicas, como Mark Zuckerberg o el propio Elon Musk, recurren a ese mito fundacional de la sociedad estadounidense para potenciar su imagen. En el caso de Jared Isaacman, es más una profecía autocumplida.

De forma similar a otros líderes del sector tecnológico, su historia empezó en un sótano (en vez de un garaje), en este caso el de la casa de sus padres, en Far Hills, Nueva Jersey. Tras abandonar el instituto con 15 años, Isaacman fundó en 1999 la United Bank Card (UBC) y empezó a llamarse a sí mismo CEO de la compañía.

Jared Isaacman explicando la misión Inspiration4 de SpaceX

Jared Isaacman explicando la misión Inspiration4 de SpaceX SpaceX Omicrono

Estaba convencido de que había dado con un filón y pronto se convertiría en una máquina de hacer dinero. En aquella época, los comercios tardaban un mes en instalar un sistema de pago electrónico, además de tener que pagar por sus lectores de tarjetas de crédito y llevar a cabo complejos procesos burocráticos con el banco.

Como alternativa, la propuesta de Isaacman pasaba por reducir el tiempo de instalación a un único día, ofreciendo a los comerciantes lectores de tarjetas de crédito gratuitos tras rellenar una solicitud de sólo dos páginas. La plantilla inicial de aquella aventura empresarial la formaban él, su padre y sus amigos más cercanos, con un capital inicial de 10.000 dólares aportados por su abuelo.

Haciendo poco ruido en un primer momento, pero consolidando su posición rápidamente, UBC llamó la atención de la revista Inc, que la situó entre las pequeñas empresas con mayor crecimiento de todo el país norteamericano. La misma publicación situó a Isaacman sólo por detrás de Zuckerberg en su lista de los 30 mejores empresarios estadounidenses menores de 30 años.

UBC siguió evolucionando. Primero se convirtió en Harbortouch y posteriormente en Shift4 Payments, aunque Isaacman dejó atrás su papel como CEO en 2015, cuando la empresa ya había sido "rentable durante más de una década mientras procesaba 11.000 millones de dólares al año de 60.000 comerciantes, generando 300 millones de dólares en ingresos".

Ahora posee el 38% de las acciones de Shift4, un gigante tecnológico que integra servicios de procesamiento de pagos en diversos productos de hardware y software, especialmente en los sectores de restauración, hostelería, comercio minorista y comercio electrónico.

Pasión por los cielos

En paralelo a su labor empresarial, Jared Isaacman no ha dejado de soñar con ir a las estrellas desde su más tierna niñez. ¿Y cuál era la manera más rápida de conseguirlo? Convertirse en un experimentado piloto de aviones. En 2005, con 22 años, este autodenominado "friki del espacio" empezó a dar clases para conseguir la licencia de piloto.

Jared Isaacman con uno de los nuevos trajes de SpaceX

Jared Isaacman con uno de los nuevos trajes de SpaceX SpaceX Omicrono

Como Isaacman siempre hace las cosas a lo grande, no le valía con pilotar avionetas. Lo suyo son los cazas de combate y las acrobacias aéreas, por lo que entró a formar parte del Black Diamond Jet Team y Heavy Metal Jets, equipos con los que lleva más de 15 años realizando hasta 75 espectáculos aéreos anuales. Junto a estos escuadrones llega a volar a más de 600 km/h, con las alas a una distancia de menos de 50 cm. 

Poco tiempo después de pilotar un avión por primera vez, Isaacman empezó a coleccionar todo tipo de aeronaves militares, como el único Mig-29 ruso propiedad de un estadounidense. Si para desplazarse por motivos de negocios utiliza un Cessna III 650 y un Beechcraft Baron, su particular flota aérea (la mayor fuerza aérea privada del mundo) le sirvió para fundar en 2012 Draken International, una empresa con sede en Florida que capacita a pilotos para las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. 

En total acumula más de 7.000 horas de vuelo de experiencia en aviación, incluidas habilitaciones en múltiples aeronaves experimentales y exmilitares. Uno de sus mayores logros es el récord mundial de la vuelta al mundo en avión ligero, que consiguió en su segundo intento en 2009. Marcó un tiempo de 61 horas y 51 minutos, 20 horas menos que el récord anterior. Para ello voló a bordo de un Cessna Citation CJ2 junto a otros dos miembros de la tripulación. 

En esos años, Isaacman añadió a su currículum una vena filantrópica cada vez más activa. De hecho, los espectáculos aéreos, el récord del mundo y sus misiones espaciales han servido para recaudar fondos para la Fundación Make-a-Wish y el hospital pediátrico de St. Jude, en Memphis.  

Jared Isaacman asomado en la cúpula de la Crew Dragon

Jared Isaacman asomado en la cúpula de la Crew Dragon SpaceX Omicrono

Tras conquistar los cielos, le quedaban las estrellas. En 2008 viajó a Kazajistán para ver despegar una Soyuz rusa con uno de los primeros turistas espaciales a bordo. Cuando SpaceX empezó a llevar la delantera en el sector, Isaacman vio claramente que Musk le abría las puertas del espacio: fue invitado a seguir desde el control de misión el segundo lanzamiento de la compañía de un astronauta para la NASA.

Así surgió la posibilidad de comandar la misión Inspiration4, que llevó a cabo un viaje de tres días en el espacio, desplazándose a una velocidad de 28.160 kilómetros por hora. En esos días, la cápsula Dragon alcanzó una altura de unos 575 kilómetros de la Tierra, más que la Estación Espacial Internacional y que el telescopio espacial Hubble.

Jason Isaacman pilotó uno de los cazas que sobrevolaron la plataforma de lanzamiento de Polaris Dawn

Jason Isaacman pilotó uno de los cazas que sobrevolaron la plataforma de lanzamiento de Polaris Dawn SpaceX Omicrono

En su momento, Isaacman no quiso divulgar cuánto pagó a SpaceX para llevar a cabo la misión (los 'billetes' de los otros empresarios a bordo también salieron de su bolsillo), pero sí que consiguió recaudar hasta 250 millones de dólares en donaciones para el hospital St. Jude. De esa cuantiosa suma, 100 millones de dólares provenían de su propia cuenta corriente, y 50 millones de la de Elon Musk. 

Cómo será el paseo espacial

Polaris Dawn es un paso más, y uno especialmente importante de cara a los futuros viajes tripulados de la Starship rumbo a Marte, que el propio Elon Musk planea para 2028. Una de las claves de esta misión será el primer paseo espacial comercial de la historia, previsto para el jueves 12, después de que la tripulación complete el proceso de despresurización de la cápsula Dragon.

En ese momento, Isaacman y Sarah Gillis, la especialista de misión de SpaceX, se turnarán para salir brevemente de la escotilla. No irán lejos. Ambos tendrán siempre una mano o un pie en contacto con la cápsula o con la estructura de soporte, similar a la escalerilla de una piscina, ya que los nuevos trajes no cuentan con propulsores en caso de emergencia.

Uno de los objetivos es, precisamente, poner a prueba los nuevos trajes de SpaceX. "Durante la caminata espacial, los astronautas realizarán una serie de pruebas que proporcionarán los datos necesarios que permitirán al equipo de SpaceX producir y escalar para futuras misiones de larga duración", apuntan desde Polaris en relación con el traje. La vestimenta junto con el proceso de despresurización de la cabina son los elementos más delicados de toda la misión. 

Por su parte, el piloto Scott 'Kidd' Poteet y Anna Menon, otra ingeniera de SpaceX, se encargarán de supervisar el paseo espacial desde el interior. Al igual que los anteriores vuelos de astronautas de SpaceX, si todo sale como se espera el trayecto terminará el sábado o el domingo con un amerizaje seguro en la costa de Florida. Y entonces Jared Isaacman volverá a sonreír mientras añade otra muesca a su larga lista de sueños cumplidos.