Conquistados los cielos, ahora toca hacer lo propio con las profundidades del mar. Los drones, o vehículos no tripulados, han supuesto una revolución en el sector de defensa y están teniendo una enorme influencia en conflictos actuales, como la guerra entre Ucrania y Rusia. Los UUV (vehículos submarinos no tripulados) desarrollados por EEUU como el Mantarraya o los Sparus II fabricados en España que detectan minas sumergidas tienen un nuevo y ambicioso competidor: el gigantesco Hugin Endurance, de la empresa naval noruega Kongsberg. 

Este enorme dron, diseñado para operar largos períodos de tiempo sin intervención humana, es un AUV (vehículo submarino autónomo) que acaba de batir todos los récords establecidos hasta la fecha: ha sido el primero en navegar a 3.400 metros de profundidad y ha recorrido más de 2.200 km en unas pruebas que se han prolongado durante 15 días.

"El éxito de esta misión demuestra la capacidad operativa de tierra a tierra de Hugin Endurance. La eliminación de la necesidad de un buque de superficie supone un enorme ahorro para nuestros clientes, tanto en tiempo como en recursos. Estamos orgullosos de nuestro excepcional equipo, que ha trabajado muy duro para añadir esta capacidad a nuestra cartera de AUV", declaró Espen Henriksen, vicepresidente ejecutivo de la división de plataformas sin tripulación de Kongsberg en un comunicado de prensa.

Grandes profundidades

Hugin Endurance es el último y el más grande de la familia Hugin, drones submarinos diseñados para ofrecer "una hidrodinámica optimizada, gran maniobrabilidad y gran precisión de estabilización", cuyos inicios se remontan a 1991. En asociación con el Establecimiento Noruego de Investigación para la Defensa (FFI), los ingenieros de Kongsberg se han volcado en el desarrollo de la tecnología robótica submarina y su último estandarte "capitaliza 30 años de experiencia para ofrecer la solución comercial más capaz dentro del segmento de los AUV de gran diámetro". 

Este nuevo AUV no llega a las dimensiones del gigantesco Orca de EEUU, pero tiene 12,1 metros de eslora y 1,2 metros de diámetro, por lo que puede ser transportado en un contenedor estándar. Uno de los avances en los que más se han centrado en Kongsberg es en la mejora de las baterías de iones de litio tolerantes a la presión, que han permitido aumentar el tiempo de misión de pocos días a dos semanas, con un alcance superior a los 2.200 km.

El dron submarino Hugin Endurance

El Hugin Endurance utiliza el sistema de navegación inercial Sunston con micronavegación HISAS, que le permite recopilar datos coherentes y de alta resolución tanto en superficie como sumergido sin supervisión humana. Así, además de eliminar la necesidad de contar con un buque de apoyo, se amplía la ventana meteorológica para llevar a cabo distintos tipos de misión.

El dron submarino puede equiparse con diversos sensores redundantes, diseñados para ampliar sus capacidades y el conocimiento de la situación, por lo que sus principales misiones serían de reconocimiento y vigilancia. Entre esos sensores se incluyen herramientas hidroacústicas fiables para cartografía e inspecciones, como los sonares de apertura sintética HISAS de Kongsberg y los sistemas multihaz EM. Gracias a estas tecnologías avanzadas de sonar, puede cartografiar un área de 1.100 km cuadrados operando durante más de dos semanas.

Su diseño no sólo responde a las necesidades de defensa, sino también de topografía comercial, como la que necesitan las compañías que se encargan de instalar los cables submarinos fundamentales para la infraestructura de internet. Puede lanzarse desde tierra y recuperarse en otro puerto o en un barco y está equipado para gestionar todo tipo de situaciones imprevistas. 

En la superficie, el vehículo utiliza su radio marítima de banda ancha (MBR), el sistema de comunicación por satélite y los sensores de percepción de la superficie para comunicarse de forma segura con el centro de operaciones remoto para informar del estado y recibir actualizaciones de la misión.

Misión de prueba

La demostración de muchas de sus capacidades se ha hecho realidad en las últimas semanas. Según confirma Kongsberg, "tras recibir una última actualización de navegación de un transpondedor predesplegado a las 10 horas de inmersión, el AUV operó con total independencia de toda interacción humana y sin ayudas externas a la navegación durante toda la salida".

La misión cubrió profundidades de entre 50 y 3.400 metros, alcanzando con éxito el rango previsto de 1.200 millas náuticas (2.222 km). Además de esas impresionantes cifras, el gran logro de la compañía noruega tiene que ver con la precisión: el error fue sólo del 0,02% de la distancia total recorrida. 

El dron submarino Hugin Endurance Kongsberg Omicrono

El plan de esta misión previa a su entrada en servicio se creó para verificar los criterios de diseño del AUV y probar el vehículo en un entorno real. La misión incluía zonas de reconocimiento y tránsitos en línea recta con tramos de entre 60 y 300 millas náuticas (entre 111 y 555 km), todos superados con éxito.

Aún así, sus capacidades son incluso mayores. Está preparado para llegar a profundidades de hasta 6.000 metros, dónde muy pocos vehículos submarinos pueden llegar, dada la extrema presión a la que están sometidos los equipos. 

El dron Hugin Endurance emerge a la superficie durante las pruebas de mar Kongsberg Omicrono

También se puso a prueba el HISAS 1032 Dual Rx para cubrir las zonas de reconocimiento en menos de 48 horas, en las que se obtuvieron imágenes de sonar de apertura sintética (SAS) de muy alta resolución y una batimetría que abarcaba 36 millas náuticas cuadradas (más de 126 km cuadrados). A profundidades de hasta 9 metros, el Hugin Endurance también recogió datos de perfil láser e imágenes de cámara. 

La conclusión para Kongsberg es clara: ha confirmado las especificaciones de diseño del sistema. Es la demostración más palpable de que este nuevo dron submarino "puede realizar misiones complejas de varios días de duración sin intervención humana".