Uno de los walkie-talkies que han explotado en Líbano

Uno de los walkie-talkies que han explotado en Líbano X

Defensa y Espacio

Todo lo que se sabe y lo que no sobre los ataques con 'buscas' y 'walkie-talkies' explosivos contra el núcleo de Hezbolá

Tras los sucesos de ayer, nuevas explosiones sacuden Líbano en incidentes provocados por dispositivos electrónicos con baterías de iones de litio.

18 septiembre, 2024 17:16

Apenas un día después de las explosiones que sacudieron Líbano, con miles de 'buscas' de los miembros de Hezbolá estallando de forma coordinada, se han producido nuevos incidentes similares en el sur del país y en los suburbios de la capital, Beirut. Una de esas explosiones tuvo lugar cerca de uno de los funerales organizados por el grupo armado, y todas las miradas vuelven a apuntar a los servicios secretos de Israel como posible responsable de los hechos.

Ahora, en vez de pequeños dispositivos como los 'buscas', lo que han estallado según las primeras informaciones y testigos presenciales son walkie-talkies y radios, sistemas de comunicación a los que han tenido que recurrir y que además albergan más espacio para esconder una mayor cantidad de explosivos. El método parece similar al de los sucesos de ayer, aunque las primeras imágenes sugieren un mayor poder destructivo, lo que podría ser debido al mayor tamaño de las radios de comunicación.

Según Sky News, tras las primeras explosiones los miembros de Hezbolá presentes en el funeral de cuatro personas "recogieron todos los walkie-talkies y les quitaron las baterías". Al igual que los 'buscas', estos dispositivos son utilizados en lugar de teléfonos móviles porque no están conectados a Internet y son más difíciles de rastrear, pero se puede acceder a ellos a través de señales de radio. Ahora, cualquier dispositivo con batería parece ser susceptible de su uso como artefacto explosivo

Los enigmas sin resolver

De momento, Israel sigue sin pronunciarse sobre su posible responsabilidad en el ataque. No parece que otros actores internacionales puedan estar detrás de un movimiento así, ni por sofisticación tecnológica ni por interés geopolítico. Por su parte, el Mosad ha dado sobradas muestras a lo largo de las últimas décadas de que sí es capaz de una operación tan arriesgada y compleja.

De hecho, el caso recuerda al de Yehie Ayash, conocido como El Ingeniero, líder del ala militar de Hamás y experto en bombas, que fue asesinado por Israel en 1996. El método utilizado entonces por los servicios secretos israelíes fue hacerle llegar a través de un amigo un teléfono móvil trampa. Contenía 50 gramos de explosivos detonados a distancia, capaces de provocar su muerte de forma inmediata.

Ell modelo de walkie-talkie utilizado habría sido el IC-V82 de la compañía nipona Icom, aunque se desconoce —como ayer— es cuál ha sido el método utilizado por el atacante para conseguir que todos exploten a la vez. Si la intercepción de la cadena de suministro para los 'buscas' resultaba compleja, el introducir explosivos y un sistema para aprovechar la composición de las baterías de litio para provocar su estallido parece una operación mucho más grande, coordinada e incluso sugiere la presencia de agentes o infiltrados sobre el terreno. Igualmente se desconoce cuándo han podido ser  manipulados los dispositivos.

El posible origen

Tras lo sucedido ayer, fuentes de Inteligencia afirman que Israel colocó explosivos en los 'busca' de Hezbolá hechos en Taiwán. El origen sería un lote de 5.000 'buscas' entregado a los mandos de Hezbolá hace 5 meses, que habrían sido manipulados para estallar al recibir un mensaje concreto. "Algunas personas sintieron que los buscas se estaban calentando y los tiraron antes de que explotaran", señalan testigos presenciales en declaraciones recogidas por el Wall Street Journal

Los 'buscas' habrían recibido una gran cantidad de mensajes consecutivos, posiblemente con contenido que no podían descifrar. Eso provocó que los dispositivos estuviesen funcionando constantemente, hasta provocar un sobrecalentamiento que a su vez provocó la explosión de las baterías integradas en el dispositivo.

Los testimonios dan fuerza a esta teoría. Algunos supervivientes han declarado que, antes de explotar, el dispositivo se notaba caliente al tacto, y varios de ellos se salvaron precísamente porque creían que estaba sufriendo una falla y lo soltaron en un lugar seguro. Los usuarios que tenían el dispositivo en bolsas o en el bolsillo no se dieron cuenta y sufrieron la explosión de lleno.

El sobrecalentamiento de una batería de litio puede llevar a su explosión, pero los buscas tienen baterías diminutas, que por sí solas no deberían ser capaces de causar graves heridas, amputaciones y muertes. Según las últimas informaciones, los servicios secretos israelíes habrían intervenido la cadena de suministro de Hezbolá para, en algún momento anterior o posterior a su salida de la fábrica, cargar hasta 20 gramos de PETN, un material explosivo junto a las baterías, detonándolo tras aumentar la temperatura de la pila.

En el caso de los walkie-talkies el procedimiento se estima similar, con la particularidad de que estas radios cuentan con mayor batería así como dimensiones, lo que permitiría introducir mayor carga explosiva en los aparatos creados por la multinacional japonesa Icom. Sin embargo a esta hora todavía no se sabe cuándo y cómo han podido se manipulados estos dispositivos, así como la ayuda infiltrada que han podido tener sobre el terreno.

Objetivo: cadena de suministro

Las primeras informaciones apuntaban a la empresa taiwanesa Gold Apollo como responsable del envío, pero el Gobierno taiwanés y la propia compañía han emitido un comunicado de prensa asegurando que no ha efectuado exportaciones de dispositivos buscapersonas al Líbano en los últimos años.

Sin embargo, sí ha licenciado a la empresa húngara BAC, con sede en Budapest, la fabricación de su modelo AP924, que según las fotos que circularon ayer en redes sociales se corresponde con el utilizado por los integrantes de Hezbolá. Esta empresa húngara sería la responsable del envío al Líbano a través de Irán.

Un 'busca' ruggerizado similar al utilizado por los miembros de Hezbolá

Un 'busca' ruggerizado similar al utilizado por los miembros de Hezbolá Gold Apollo Omicrono

El modelo concreto es un buscapersonas ruggerizado (muy resistente a golpes, agua, polvo, temperaturas...) con batería suficiente para 85 días y capaz de recibir mensajes de texto de hasta 100 caracteres.

Según The New York Times, Hungría descarta que BAC haya participado en la fabricación de los dispositivos. En un comunicado, el gobierno de Viktor Orbán afirma que "la empresa en cuestión es un intermediario comercial, sin ningún centro de fabricación u operativo en Hungría. Tiene un gerente registrado en su dirección declarada, y los dispositivos en cuestión nunca han estado en Hungría".

Baterías de litio

Detrás de todas las explosiones que se están sucediendo en Líbano están de alguna u otra manera las baterías de iones de litio, encargadas de alimentar miles de millones de dispositivos en todo el mundo como teléfonos móviles, ordenadores portátiles o pequeños electrodomésticos.

El peligro de las baterías de iones de litio es bien conocido, y uno de los principales motivos por los que el sector tecnológico está buscando alternativas, como las baterías de estado sólido. Este tipo de baterías corre el peligro de explotar si sufren lo que se conoce como una 'fuga térmica', un sobrecalentamiento que se suma a la subida de temperatura natural que sufren con el funcionamiento normal.

En ese caso, la temperatura puede alcanzar niveles tan altos que provoca reacciones químicas adicionales, que a su vez suben la temperatura. El ciclo continúa hasta que la cubierta de la batería se rompe y entra en contacto con el oxígeno del aire, lo que produce el temido incendio.

Provocar la explosión de una batería de ion de litio es fácil: daños físicos como perforaciones o caídas pueden provocar esta inestabilidad, pero también el uso contínuo de la batería. En efecto, sin salvaguardas, explotar una batería es tan fácil como usarla, forzándola al máximo y más allá de la capacidad para la que está diseñada.

Aunque las baterías de iones de litio han mejorado mucho su seguridad en los últimos años, no están exentas de riesgos. En octubre de 2023, un joven de Navarra murió por la explosión de un dispositivo con batería, que había puesto a cargar mientras dormía, aunque la Guardia Civil finalmente no reveló si se trataba de un smartphone. Más conocido es el problema del Samsung Galaxy Note 7, que fuera el lanzamiento estrella de la marca del 2016 pero que acabó retirado del mercado apenas dos meses después, por un fallo de diseño que provocaba un sobrecalentamiento en la batería y que sirvió para desarrollar sistemas de seguridad en los smartphones.