SpaceX sigue adelante con su calendario de pruebas y preparativos del inmenso cohete Starship. La empresa aún está a la espera de la aprobación de la FAA, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, con la que ha iniciado una guerra de acusaciones. Con el quinto lanzamiento retrasado, Starship sigue adelante con los preparativos para su sexto intento y poder seguir tachando retos de su lista de objetivos por alcanzar.

"¡El vuelo 6 estará listo para volar antes de que el vuelo 5 sea aprobado por la FAA!" ha criticado Elon Musk, CEO y fundador de SpaceX, en su red social, X (Twitter). Este organismo ha retrasado el despegue de Starship ante las acusaciones de contaminación con mercurio del agua de Texas por culpa de los lanzamientos de este cohete. La empresa espacial rechaza esta afirmación y ha criticado duramente a la FAA en un comunicado. 

Este conflicto no ha impedido que la compañía espacial, líder del sector, siga adelante con los preparativos de sus próximas pruebas. Reitera que el vuelo de prueba número 5 está listo para despegar desde hace semanas y ha mostrado un encendido de motores del cohete que debería despegar en el sexto vuelo. 

"A pesar de que una pequeña pero ruidosa minoría de detractores intenta manipular el sistema regulatorio para obstruir y retrasar el desarrollo de Starship, SpaceX sigue comprometida con la misión en cuestión", criticaba SpaceX en su comunicado. El organismo estatal responde proponiendo multas civiles por 633.009 dólares contra SpaceX y asegurando que: "la seguridad es el motor de todo lo que hacemos en la FAA".

La compañía espacial ha querido demostrar su potencial tecnológico con unas potentes imágenes de esta prueba de fuego estático que consiste en encender los motores durante unos segundos. Sus planes serían lanzar esta parte superior antes de final de año, pero la retención de la FAA puede poner en peligro ese ritmo que se había marcado el equipo de Starship. 

Starship en su cuarto vuelo de prueba. SpaceX Omicrono

En el vuelo 5, este cohete debe enfrentarse a un vuelo clave. Además de repetir todo lo conseguido en anteriores pruebas, el propulsor Super Heavy de 70 metros de altura debe regresar de una pieza hasta la torre de lanzamiento después de separarse de la nave Starship. Maniobrando con sus motores se acercará a la torre Mechazilla para que esta lo agarre con sus brazos mecánicos en pleno vuelo. De producirse, esta hazaña se podrá ver en directo en el mes de octubre.

Del éxito de esta prueba depende en gran parte el plan de vuelo para la prueba 6. A Starship aún le quedan muchos retos por superar hasta cumplir oficialmente con el encargo de la NASA de ser el cohete que lleve de vuelta a la Luna a un grupo de astronautas después de décadas. El contrato con la NASA exige, tal y como explica Space.com, que SpaceX transfiera 11 toneladas de oxígeno líquido entre tanques dentro de un vehículo Starship, cuyos motores Raptor de Starship funcionan con oxígeno líquido superfrío y metano líquido.

El cohete Starship en la plataforma de lanzamiento. SpaceX Omicrono

Para ello, Starship debería superar la separación de las etapas y continuar sin problemas hasta alcanzar la órbita Todas estas fases se han superado en anteriores pruebas. Allí se encontraría con otra nave que serviría como petrolero para pasarle el combustible, igual que ocurre con frecuencia en vuelos militares para ampliar el alcance de sus aviones.