El principal pilar de la proyección armamentística naval de Israel son sus submarinos. La Armada del país cuenta desde finales de los años 90 con la clase de sumergibles Dolphin (Delfín, en castellano) para llevar a cabo despliegues secretos en aguas internacionales. Se trata de embarcaciones diésel-eléctricas, similar al presente en los submarinos de la Armada de España, en los que integra una variedad muy importante de munición.

"Israel ha equipado a su serie de submarinos Dolphin con un misil de crucero llamado Popeye Turbo", según indican en The Jerusalem Post. El medio israelí apunta a que, según fuentes de inteligencia estadounidenses, el país realizó en el año 2002 una prueba con este tipo de armamento en el océano Índico.

"El objetivo del misil es lanzar un posible segundo ataque [nuclear] en caso de que un país decida ejecutar una operación con armas nucleares a Israel", prosiguen. En clave de estrategia militar, un segundo ataque —también llamado ataque de represalia— es la capacidad asegurada que tiene un país para responder a una ofensiva de la misma naturaleza.

Misil de crucero Popeye

Los submarinos, por sus cualidades de navegación indetectable, se han posicionado tradicionalmente como las mejores plataformas para protagonizar estos ataques nucleares de respuesta. Los países con armamento nuclear tienen como objetivo principal convencer a sus oponentes de que no vale la pena enfrentar un segundo ataque, por ser presumiblemente más potente y devastador que el primero.

Bajo ese planteamiento y teniendo en cuenta que Irán, según algunos analistas, está muy cerca de acceder a armamento radiactivo, el escenario que se vive en la actualidad en Oriente Próximo se torna más complejo si cabe. La grave situación en la región desde hace meses se ha visto recrudecida recientemente con el ataque masivo de Irán sobre territorio israelí.

El último informe contabiliza más de 200 misiles que han alcanzado el espacio aéreo de Netanyahu en una ventana temporal de minutos y sin contar con los proyectiles derribados por los países aliados. Por el momento y que se sepa oficialmente, las cabezas nucleares se mantienen convenientemente guardadas en sus silos, pero desde Israel ya han anunciado que habrá venganza.

Popeye, submarino y nuclear

El desarrollo del misil Popeye se llevó a cabo en los años los 80 del pasado siglo XX. Muy pocos detalles sobre su proceso se han publicado desde entonces, tan sólo se conoce que la compañía de tecnología militar Rafael Advanced Systems consiguió fabricar un sistema de guiado por imágenes a principios de los 70 y que el misil entró en servicio exactamente en el año 1986.

Desde entonces, la familia de misiles Popeye se ha convertido en una de las más prolíficas dentro de la industria israelí. El buen desempeño demostrado en sus diferentes campañas consiguieron colocarla en una buena posición a nivel internacional y países como Australia, Estados Unidos, Corea de Sur o Turquía se hicieron con varias unidades.

En 1994, Rafael Advanced Systems desarrolló una variante con un motor turbofán incorporado para Reino Unido. Los británicos finalmente no adquirieron el sistema, pero la compañía continuó realizando pruebas y afinando el diseño.

Misil Popeye

De esa forma nació el Popeye Turbo (de turbofán) que se integró en la Fuerza de Defensa de Israel para protagonizar el armamento de crucero a bordo de la rama aérea y, posteriormente, de los submarinos. El año clave fue 2002, cuando la Armada estadounidense observó el lanzamiento de una prueba en el océano Índico de un misil que alcanzó un objetivo a 1.500 km de su punto de origen.

Para ese año, Israel ya contaba con los tres primeros submarinos de la clase Dolphin operativos. Con este trío, la rama naval militar del país "podría tener un despliegue con armas nucleares en el mar de forma permanente", tal y como recogieron en The Washington Post en 2002.

"Se considera que un elemento de disuasión de supervivencia de este tipo es esencial debido a la vulnerabilidad geopolítica y demográfica única de Israel a un ataque nuclear, y que ningún enemigo potencial de Israel podría ignorar".

La versión de lanzamiento aéreo del Popeye Turbo posee una carga útil y un sistema de guiado similares al Popeye básico, con un alcance de entre 200 y 350 kilómetros. Esto ha llevado a los analistas a pensar que las diferencias respecto al modelo de despegue submarino sean muy importantes, principalmente por su compatibilidad con armamento nuclear y la posibilidad de superar los 2000 km de rango operativo.

Misil Popeye Turbo montado a bordo de un caza Wikimedia

En cuanto a la cabeza de guerra, desde Global Security indican que Israel puede incorporar ojivas nucleares de 200 kilogramos, con un contenido en plutonio de 6 kilos. La combinación de ambas capacidades, junto con los 5 submarinos que Israel tiene actualmente operativos —más uno pendiente de recibir, convierten al Popeye Turbo en un misil capaz de alcanzar Teherán tanto desde el flanco Mediterráneo como del mar Rojo o Arábigo.

Submarino Delfín

Los submarinos de la clase Delfín que acogen al Popeye Turbo se fabrican en el astillero HDW situado en Colonia (Alemania). Aunque su desarrollo es israelí, las tres primeras unidades de la familia se basaron en la versión de exportación de Tipo 209 de la Armada alemana a las que se sometió a un proceso de modificación y ampliación.

Submarino clase Delfín Wikimedia

Tienen una eslora de 57,3 metros por una manga de 6,8 metros que se reparten las 1.900 toneladas cuando están en inmersión. Cuenta con una propulsión diésel-eléctrica con una velocidad de crucero de 37 km/h y una tripulación de 35 personas.

Por su parte, Israel también cuenta con una segunda tanda de submarinos llamada Delfín II. Estos últimos emplean una tecnología de propulsión independiente del aire exterior (AIP) con un esquema similar a lo que pretende incorporar Navantia en los submarinos de la clase Isaac Peral. Esta nueva familia bebe del Tipo 212 —también alemán— y el primero lo recibió en 2014.

Las diferencias respecto al Delfín original son muy importantes. El desplazamiento en inmersión alcanza las 2.400 toneladas con 68,6 metros de eslora y la misma manga. La velocidad de estas unidades alcanza los 46 km/h y cuenta también con algunas diferencias a nivel de armamento.