La misión Hera, una de las más importantes de los últimos años, está a punto de despegar rumbo al espacio exterior. Se trata de un programa conjunto con la ESA, en la que participa activamente España, y la NASA estadounidense con el fin de estudiar la capacidad humana para desviar asteroides. La amenaza de estos cuerpos celestes supone una preocupación importante de las agencias espaciales y contar con medios para repelerlas uno de los objetivos a más corto plazo.
El encargado de sacar de la influencia gravitatoria a la sonda Hera es un cohete Falcon 9 de SpaceX. La ventana de lanzamiento se abre hoy día 7 de octubre con una hora de encendida de motores programada a eso de las 16:52 hora española peninsular, aunque realmente la posibilidad de despegue se alarga hasta el 27 de este mismo mes.
Como suele ser habitual, la Agencia Espacial Europea ha habilitado varios canales para seguir en directo el lanzamiento que se llevará a cabo desde el Centro Espacial Kennedy (Florida, Estados Unidos). Además de en sus redes sociales, el evento se podrá ver a través de su canal de YouTube, donde comenzarán a retransmitir minutos antes del momento de despegue.
Hera pertenece al mismo programa que la misión DART ejecutada en septiembre de 2022 por la que una nave espacial se estrelló de forma premeditada contra un cuerpo celeste. La NASA y la ESA eligieron el sistema binario de asteroides Didymos y su luna Dimorphos para demostrar la capacidad de desviar de su trayectoria esta última.
La misión fue un éxito, según las mediciones llevadas a cabo en aquel momento, pero los científicos necesitan conocer más datos sobre el estado actual de Dimorphos y cuánto se ha desviado de su trayectoria realmente. Para ello, Hera tendrá que viajar por el espacio exterior más de dos años y alcanzará al sistema binario de asteroides en diciembre de 2026.
La sonda de formato rectangular, con un tamaño equivalente al de una furgoneta, usará las placas solares de sus dos alas articuladas de 5 metros de largo para recibir energía. La superficie total es de unos 14 metros cuadrados, con más de 1.600 células solares. En su interior se alojan dos nanosatélites o CubeSats, Juventas y Milani, cada uno del tamaño de una caja de zapatos, equipados con diversos instrumentos de medición.
Hera cuenta con un altímetro láser, cámaras para la observación en el rango visible, un generador de imágenes hiperespectrales para obtener datos sobre la composición de los asteroides y otro de imágenes infrarrojas térmicas, pero la misión es mucho más ambiciosa. Para demostrar las ventajas de llevar a bordo módulos más pequeños, diseñados para usarlos en operaciones a muy corta distancia, estos se encargarán de investigar la estructura interna del asteroide y su composición, así como las características de su campo gravitatorio.
Una vez que llegue al sistema Didymos, Hera entrará en órbita para realizar una completa cartografía visual, láser y radioeléctrica de alta resolución de Dimorphos, elaborará mapas detallados de su superficie y estructura interior, con una resolución aproximada de un metro y aún mayor en las proximidades del impacto de DART.
Papel español en Hera
Hera cuenta con una importante participación de compañías españolas. GMV ha sido la encargada de crear el sistema GNC (siglas de Guiado, Navegación y Control) para la trayectoria y el apuntamiento de la sonda. El sistema integrado "demostrará la viabilidad de realizar de forma totalmente autónoma operaciones complejas cerca de cuerpos de baja gravedad a gran distancia de la Tierra", ha contado Mariella Graziano, directora de estrategia y desarrollo comerciales de Ciencia, Exploración y Transporte de Sistemas Espaciales de GMV a EL ESPAÑOL-Omicrono.
Han desarrollado "un sistema autónomo innovador que tiene en cuenta las dificultades que presentan en las operaciones de aproximación y navegación debido al retraso de las comunicaciones en el espacio profundo, las características irregulares de los asteroides y la incertidumbre del entorno inexplorado".
Por otro lado, Susana Infante, jefa de proyecto de Hera en Thales Alenia Space, explica cómo desde la madrileña localidad de Tre Cantos han "aportado el sistema de comunicaciones de Hera". Se trata de la tecnología que permite "controlar la nave durante todo el transcurso de la misión, a distancias que alcanzan los cientos de millones de kilómetros". En concreto, 195 millones son los que separan la Tierra de Didymos.