El conflicto entre Rusia y Ucrania, que sigue adelante años después, está copado enteramente por el uso de drones. Tanto, que se han llegado a ver todo tipo de cosas en España, incluyendo drones con fusiles AK-74. Sin embargo, el golpe más duro tuvo lugar hace escasos días, cuando el dron más letal de Rusia, el S-70 de Putin, fue derribado por las propias tropas rusas. Ahora, se conocen más detalles de este estrambótico suceso.
Las redes sociales se inundaron de imágenes que mostraban lo que aparentaba ser una auténtica humillación para Putin. Las propias tropas rusas parecían estar derribando su propio dron S-70 Okhotnik en pleno vuelo sobre la ciudad de Kostantínovka, en la zona de Donetsk. Defence Blog, así como otros medios ubicados en canales de Telegram, informaban que la nave había sido derribada por un episodio de fuego amigo muy desafortunado.
Los nuevos detalles sobre este suceso apuntan a que el incidente habría tenido lugar en un vuelo de prueba operativo, ya que actualmente Rusia solo dispone de unos pocos prototipos de este S-70 Okhotnik. Esta misión, que estaba enmarcada en un conjunto de pruebas experimentales del dron, acabó saliendo mal debido a errores técnicos y llevando al dron a territorio ucraniano. Así, Rusia se vio obligada a derribarlo.
El desastre del dron S-70
Según relata Defence Blog, estas pruebas se llevaron a cabo en la base aérea de Ajtúbinsk, en un punto ubicado a 365 kilómetros de las líneas del frente de batalla. La idea era realizar un vuelo de prueba para testear las capacidades del dron en situaciones que imitasen un combate real. El dron S-70 despegó junto a un caza Sukhoi Su-57, el cual también aparecía en las imágenes publicadas en redes sociales.
El problema llegó de la mano con numerosos fallos de funcionamiento por parte del dron S-70. Estos fallos provocaron que la aeronave dejara de tener contacto con el operador de tierra encargado de manejarlo, perdiendo el control. La mala suerte hizo que el dron se desviara directamente al territorio controlado por Ucrania, algo que lógicamente causó que todas las tropas entraran en pánico. Que una tecnología así cayera en manos enemigas era algo que se debía evitar.
Citando conversaciones interceptadas en la radio del centro de control del vuelo, Defence Blog expone que los comandantes responsables ordenaron al piloto a cargo del Su-57 que parara la trayectoria del dron. Incluso se barajó sobre la mesa que el piloto intentase usar las alas del caza para desviar al S-70 Okhotnik de su trayectoria de vuelo. Finalmente, tuvieron que lanzar un misil aire-aire para derribar el dron, muy a pesar de las intenciones de los comandantes.
Con todo, el S-70 se estrelló en Kostiantynivka, en punto casi límite respecto a la línea del frente con Ucrania, a tan solo 16 kilómetros. Los restos resultantes del derribo fueron recuperados por las fuerzas ucranianas, un hecho que también explica cómo este accidente ha acabado trascendiendo a las redes sociales ucranianas.
La magnitud del accidente es amplia debido sobre todo a las aspiraciones de Rusia con respecto al dron S-70. La idea de los de Putin es que el dron pueda convertirse en una fiable plataforma aérea no tripulada de largo alcance que también posea capacidades ofensivas. Una de sus principales virtudes es la capacidad del dron de pasar completamente desapercibido de los radares enemigos, haciéndolo enormemente sigiloso.
Rusia ha sido parca en detalles, pero se estima que la aeronave posee un peso en vacío de 20 toneladas, una envergadura de 20 metros y una velocidad máxima de 1.000 kilómetros por hora. Su motor construido en 3D y su diseño de tobera silencioso se compenetran con una autonomía nada desdeñable de 6.000 kilómetros. Su desarrollo, por otro lado, se remonta a 2011, cuando el Ministerio de Defensa de Rusia pidió a Sukhoi que desarrollara este dron.
Ucrania, por otro lado, opina algo diametralmente contrario. Defence Blog relata que a ojos de los expertos, el dron no es una aeronave que se pudiera considerar avanzada. Lo califican más como un "planeador equipado con capacidades básicas de vuelo y controles de radio", y poco más. Las tropas ucranianas que se hicieron con los restos dudan enormemente de las capacidades que Rusia ha puesto de manifiesto sobre el S-70, negando que algunas de sus bondades sean siquiera reales.
Para muestra, un botón. Los análisis de los restos que el medio cita exponen que el simple hecho de usar un caza Su-57 demuestra la ineficiencia de las capacidades de interconexión rusas, ya que el S-70 solo dispone de un enlace de radio básico para su orientación. Nada de las tecnologías furtivas que los de Putin han detallado sobre su letal dron.