Pocas horas después de lanzar con éxito la importante misión Hera, en la que ha participado España, la compañía espacial ha anunciado la fecha para otro gran acontecimiento. Tras ciertos retrasos regulatorios, SpaceX parece retomar su apretada agenda de lanzamientos, tanto oficiales como de prueba. En menos de una semana quizá sea posible ver al inmenso cohete Starship realizar su prueba más ambiciosa. 

La empresa de Elon Musk por fin tiene una fecha oficial para intentar su quinto vuelo de prueba. "Podría lanzarse tan pronto como el 13 de octubre", dice SpaceX en un comunicado en el que afirma que esa fecha sigue pendiente de aprobación regulatoria.

La ventana de lanzamiento se abrirá a las 7:00 a.m. CT, o lo que es lo mismo, las 14:00 horas en España peninsular. No se informa de fechas alternativas en caso de que sea necesario aplazar el intento un día o dos por malas condiciones atmosféricas, por ejemplo.

Starship en su cuarto vuelo de prueba SpaceX Omicrono

El lanzamiento se podrá ver en directo en internet, desde la red social X, también propiedad de Elon Musk. Será un espectáculo sin precedentes, aunque ya se ha podido ver hasta en cuatro ocasiones a Starship alzar el vuelo casi sin fallos, esta vez, la prueba de fuego será unos minutos después, en su vuelta a la Tierra. 

La compañía espacial recuerda que en esta nueva prueba el objetivo es repetir los éxitos de los anteriores vuelos y llegar más lejos. En concreto, la nave Starship y el propulsor Super Heavy deberán dar un paso más hacia la reutilización completa, lo que supone mejorar su resistencia en la reentrada de la atmósfera y regresar a distintos puntos. 

Super Heavy intentará por primera vez regresar a la plataforma de lanzamiento y ser capturado por esta misma, llamada Mechazilla, una plataforma robótica que con sus dos brazos sostendrá el cohete mientras se aproxima a tierra en posición vertical. Por su parte, Starship tendrá que amerizar en el océano Índico.

Para conseguir estos objetivos, el equipo de Starship ha trabajado en ciertas mejoras en el diseño de la nave; se pretende evitar que sufra tantos daños como la anterior vez al reentrar por la atmósfera. "Los técnicos de SpaceX han dedicado más de 12.000 horas a reemplazar todo el sistema de protección térmica con placas de nueva generación, una capa ablativa de respaldo y protecciones adicionales entre las estructuras de los flaps", explican. 

La empresa también hace hincapié en la seguridad del vuelo, no solo para el cohete, sino también para el público y la zona de aterrizaje. Al regresar el cohete debe disminuir su velocidad supersónica provocando explosiones sónicas audibles en áreas cercanas. "El único impacto para quienes se encuentran en el área circundante de una explosión sónica es el breve ruido similar a un trueno", afirma el comunicado en clara referencia a las críticas que ha recibido recientemente la compañía. 

Elon Musk como CEO y fundador de esta compañía ha sido muy crítico con la FAA, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, incluso relacionando el resultado de las elecciones estadounidenses con el futuro de sus viajes espaciales. Este organismo regulador ha retrasado la aprobación de esta quinta prueba por una serie de acusaciones que apuntan a que SpaceX violó en repetidas ocasiones la normativa ambiental de Texas.