La incursión terrestre de Israel en el Líbano está teniendo como protagonistas a los tanques Merkava, un modelo que España no tiene. Se trata de la punta de lanza de las Fuerzas de Defensa de Netanyahu para ir ganando terreno a medida que se ejecutan operaciones contra Hezbolá. Este blindado es considerado como uno de los mejores del mundo principalmente gracias a los sistemas de defensa, que emplean la tecnología más avanzada para repeler cualquier ataque y salir airosos.
Sin embargo, los integrantes de Hezbolá también cuentan con sus propios medios para intentar frenar la incursión de Israel. Hace unos días, fuentes israelíes y libanesas confirmaron que varios blindados habían sido alcanzados por misiles antitanque lanzados desde una zona controlada por el grupo terrorista.
En total, fueron tres vehículos los neutralizados por el impacto de "cohetes", según recogió Hezbolá, mientras las tropas avanzaban hacia la aldea de Maroun al-Ras. Y es que, contar con el tanque más protegido del mundo no hace a su tripulación inmune a diversos tipos de ataques, más cuando vienen de parte de este grupo terrorista que acumula años de experiencia en estas operaciones.
Diferente resultado obtuvo Hamás cuando, hace ya un año, ejecutó su ataque masivo contra Israel. En ese momento y desde la Franja de Gaza, un número indeterminado de drones kamikaze se dirigieron directamente contra los tanques Merkava del Ejército israelí, repeliendo el ataque de forma automática y sin causar importantes daños.
Este modelo tan particular de blindado está específicamente "diseñado para la supervivencia", asegura Maya Carlin, analista del CSIS, en The National Interest. Entre sus características "se encuentra un blindaje grueso y el motor ubicado en la parte delantera"
El mejor tanque
Los tanques Merkava entraron en servicio en 1979 como la primera aproximación del país en la fabricación de este tipo de carro de combate. El éxito de esta versión primigenia supuso la continuidad del programa hasta llegar al Merkava V que actualmente es el más moderno de la familia, aunque se encuentra todavía fuera del servicio activo e inmerso en un programa de pruebas por parte de las FDI.
En cambio, la versión más nueva en el campo de batalla es la Merkava IV. La misma que se desplegó durante la contraofensiva Espadas de Hierro de octubre de 2023 y que hoy se encuentra movilizada en Líbano. Se estima que Israel cuenta con unas 400 unidades operativas del tanque.
Los primeros Merkava IV entraron en servicio en el año 2003 como una actualización importante —principalmente de sistemas internos, armamento y de motorización— respecto a las anteriores versiones. Incluye una nueva forma de la barcaza y torreta que consigue reducir su detección por parte de los radares y mejora el blindaje para que el aire caliente del motor se mezcle mejor con el aire exterior, reduciendo también la huella térmica.
Incorpora también un cañón principal más largo que los modelos más antiguos que le permite disparar una mayor variedad de municiones. Incluyendo algunas antitanque de alto explosivo y penetrantes para atravesar blindajes pesados. Otra de las cualidades que incorpora el Merkava es que puede lanzar misiles guiados por láser —modelo LAHAT— que alcanzan hasta 8.000 metros de rango operativo y pueden destruir hasta los blindados más protegidos.
Junto al él se integra un nuevo sistema de control de disparo y un receptor de láser que avisa a la tripulación de amenazas. Ambas capacidades pueden combinarse para desplegar contramedidas como el lanzamiento de granadas de humo para confundir al proyectil guiado que está señalando al tanque como su objetivo.
El sistema de gestión de la batalla es igualmente nuevo y firmado por Elbit. Tiene un sistema centralizado que toma datos de unidades rastreadas y vehículos aéreos no tripulados que se encuentren igualmente en el campo de batalla. Los muestra en tiempo real y en color en las pantallas integradas en el propio tanque y las distribuye al resto de unidades compatibles con el mismo sistema de gestión.
Cúpula antiaérea incorporada
De entre toda la tecnología militar moderna, ha quedado demostrado a lo largo de los últimos años que las cúpulas antiaéreas son el sistema de defensa por excelencia de Israel. Cuentan con todo lo necesario para la detección, el comando y la neutralización de la potencial amenaza; también para sus tanques de combate.
"Quizá la mejora más significativa añadida al Merkava fue el Sistema de Protección Activa Trophy", asegura Carlin. Esta contramedida está diseñada por Rafael Advanced Defense Systems y se encuentra actualmente instalada en los modelos IV y V de Merkava.
Trophy "mejora la capacidad del tanque para localizar blindados enemigos, aumentan así la capacidad de supervivencia de la tripulación" y permite tomar un rol menos conservador en el campo de batalla. "Con Trophy sientes que tienes la capacidad de ser más ofensivo, de exponerte un poco más y de permitirte aceptar un poco más de riesgo que antes", en palabras de la escuela de comandantes de tanques de la FDI.
Según explica Rafael, el software de Trophy "puede localizar la fuente del disparo, lo que permite a la tripulación devolver el fuego con eficacia utilizando el armamento de la plataforma, o mediante la interconexión con otras plataformas de combate a través de la red del sistema de gestión de batalla (BMS)".
La tecnología es capaz de eliminar la mayoría de proyectiles antitanque con una sorprendente eficacia. "Con más de 5.300 pruebas de fuego real y 1.000.000 de horas de funcionamiento, es el único APS [siglas en inglés de 'sistema de protección activa'] que ya ha salvado vidas", señalan desde la propia empresa armamentística israelí.
Esta 'burbuja' de neutralización de casi 360 grados se basa en un conjunto de pequeños radares, encargados de detectar, clasificar y atacar todo tipo de armas antitanque, desde proyectiles alto explosivo hasta los RPG que suelen utilizar los miembros de Hamás y Hezbolá. Una vez detectada y clasificada la amenaza, el sistema libera las contramedidas desde alguno de los lanzadores múltiples precargados con proyectiles cinéticos, diseñados para destruir o desviar los proyectiles chocando físicamente contra ellos.