El Su-34 en pleno vuelo

El Su-34 en pleno vuelo Wikimedia Commons Omicrono

Defensa y Espacio

Así es el Su-34, el temible cazabombardero supersónico con el que Putin ampliará los ataques aéreos sobre Ucrania

13 octubre, 2024 01:58

Buena parte del conflicto entre Rusia y Ucrania se está dirimiendo en el aire. Más allá de los drones de uno y otro bando, que siguen causando importantes daños en ambos territorios, en el terreno de los cazas de combate la superioridad de Rusia parecía decisiva. Aunque Ucrania ya cuenta con los primeros F-16 estadounidenses y confía en la llegada de los versátiles Gripen y el poderoso Eurofighter, la flota rusa es, al menos sobre el papel, muy superior tanto en número como en tecnología, pero necesita refuerzos como una nueva entrega del cazabombarderos Su-34. 

Uno de los cazabombarderos más peligrosos del arsenal de Putin, pese a sus constantes actualizaciones y su adaptación al conflicto ucraniano, ha sufrido numerosas bajas, incluidos accidentes fatales por un mal mantenimiento. Especialistas en Fuentes Abiertas de Información (OSINT) señalan que Rusia habrían perdido alrededor de 30 unidades desde el inicio de la contienda.

Para suplirlos, la empresa estatal United Aircraft Corporation (UAC) acaba de entregar al ejército de Putin un nuevo lote de estos aviones, el cuarto de este año. No se ha especificado el número, aunque las imágenes ofrecidas por la UAC y el Ministerio de Defensa ruso apuntan a que son tres aeronaves.

"La nueva partida de aviones Su-34 ha reforzado las filas de la Fuerza Aeroespacial. La puntualidad de las entregas refleja el trabajo coordinado de la industria aeronáutica en favor de las fuerzas armadas rusas", señaló Denis Manturov, el viceprimer ministro de Rusia. "Estoy convencido de que las nuevas y mejoradas capacidades de los Su-34, que actualmente cuentan con una amplia gama de armamento, contribuirán al logro de los objetivos en la Operación Militar Especial (OME)", que es como las autoridades rusas siguen llamando a la invasión de Ucrania.

El Su-34 está considerado como uno de los aviones más versátiles del arsenal ruso. Gracias a su alcance y su amplio armamento, puede destruir de forma simultánea distintos tipos de objetivos terrestres y navales, realizar operaciones de reconocimiento o de supresión de las defensas aéreas enemigas. Unas capacidades que se han ampliado desde el inicio de la invasión de Ucrania. 

Su-34

El Su-34, conocido en la OTAN como Fullback o "patito" por la forma de su morro, es un caza bimotor fabricado por la compañía rusa Sukhoi. Su origen se remonta a principios de los años 80 del pasado siglo, cuando la todavía Unión Soviética comenzó a desarrollar un avión de combate táctico polivalente para sustituir al Su-24 de ala batiente. Finalmente, los ingenieros soviéticos apostaron por el Su-27 Flanker, en el que posteriormente se basó el Su-34.

El primer prototipo de este cazabombardero vio la luz en 1990. Tras un largo y conflictivo desarrollo que coincidió con la desintegración de la URSS, no fue hasta diciembre de 1994 cuando el primer avión de serie realizó su vuelo inaugural. Sin embargo, sucesivas restricciones presupuestarias hicieron que el programa se paralizara en repetidas ocasiones. Finalmente, en 2006 entró en servicio Rusia, y Sukhoi ha fabricado hasta la fecha cerca de 200 unidades de esta pieza clave de la flota aérea rusa. 

Maniobra de despegue de un Su-34 de la Fuerza Aérea rusa

Maniobra de despegue de un Su-34 de la Fuerza Aérea rusa Wikimedia Commons Omicrono

Con una longitud de 23,34 metros y una envergadura de 14,7 metros, los encargados de mover los 45.100 kg de peso máximo al despegue son dos motores turbofán de postcombustión Saturn AL-31FM1. En cuanto a sus prestaciones, su configuración le permite alcanzar una velocidad máxima de Mach 1,8 (1.900 km/h) en altitud, que se reducen a Mach 1,2 (1.435 km/h) a nivel del mar.

Su techo de servicio es de 17.000 metros y su alcance es intermedio, llegando a los 1.100 km con un armamento estándar de 12.000 kg, rango que se amplía a 4.500 km si vuela en ferry, es decir, sin carga. También puede reabastecerse en vuelo para permanecer más de 10 horas en el aire, lo que demuestra su flexibilidad operativa para misiones de larga distancia.

Una de sus grandes ventajas frente a otros modelos, incluso algunos más recientes, es su versatilidad. Gracias a sus sistemas y su munición puede servir como caza de superioridad aérea, avión de ataque o para acabar con las defensas antiaéreas enemiga. Según describe su fabricante, "todas las etapas de su vuelo, incluido el vuelo a baja altitud, así como el combate en solitario y en grupo contra objetivos aéreos y terrestres, están automatizadas".

La disposición del piloto y el navegante en la cápsula blindada de titanio, uno al lado del otro, "garantiza un control eficaz de las acciones tácticas y una distribución eficiente de la carga de trabajo" durante el control simultáneo del avión y las armas, gracias a los sistemas de aviónica modernizados en sucesivas actualizaciones.

Un Su-34 despegando desde un aeródromo militar

Un Su-34 despegando desde un aeródromo militar Wikimedia Commons Omicrono

La variedad de armas que puede llevar es amplísima (16 tipos de municiones guiadas y 19 no guiadas), gracias a un cañón automático de 30 mm y 12 puntos de anclaje en las alas y el fuselaje para acarrear distintos misiles y bombas, con una capacidad total de 14.000 kilogramos. Esta dotación le permite realizar ataques preventivos contra cualquier objetivo aéreo, incluidos los sigilosos, además de ataques a distancia de forma simultánea contra objetivos tanto terrestres como marítimos.

Adaptación a la guerra de Ucrania

A falta de datos oficiales, algunas fuentes de defensa señalan que a estas alturas las fuerzas aéreas rusas han podido perder entre el 10 y el 25% de su flota aérea desde el inicio de la invasión de Ucrania. Y no sólo por ataques de cazas enemigos, defensas antiaéreas o bombardeos de aeródromos con drones kamikazes, sino también por averías y por el uso extra de las aeronaves disponibles, que están volando el doble de sus horas anuales habituales.

Los numerosos puntos de anclaje del Su-34 le permiten llevar gran cantidad de misiles y bombas

Los numerosos puntos de anclaje del Su-34 le permiten llevar gran cantidad de misiles y bombas Wikimedia Commons Omicrono

Por eso, y por las propias necesidades del conflicto, el Su-34 no ha dejado de evolucionar para incluir, entre otras cosas, nuevos módulos universales de planificación y corrección (UMPK). Una vez acoplados a bombas como FAB-250 o FAB-500, estos módulos añaden un elemento de guiado, lo que permite a los bombarderos rusos mitigar el riesgo de ser atacados por las defensas aéreas ucranianas cerca de las líneas del frente.

También se ha aumentado la capacidad del Su-34 para transportar bombas de gran tamaño, como la nueva FAB-3000, que ya ha demostrado en combate su enorme potencial destructivo de 3 toneladas. Gracias al UMPK, estas bombas planean hacia sus objetivos con gran precisión y han ampliado su alcance, de varios kilómetros a varias decenas de kilómetros, aunque no hay datos precisos.

Desde el inicio de la guerra, la planta aeronáutica de Chkalov, en Novosibirsk, ha aumentado la producción, ampliando la plantilla y optimizando los procesos de producción para seguir alimentando la maquinaria de guerra rusa con nuevos Su-34. Otras modificaciones incluyen mejoras en sus sistemas de a bordo para integrar nuevas armas sin necesidad de grandes cambios estructurales.