China se ha propuesto ser líder espacial en la próxima década y adelantarse a la NASA en la exploración espacial. Así lo demuestra su programa lunar, pero también sus planes para rivalizar con SpaceX en el desarrollo de su propia constelación de satélites que hará frente a Starlink. Para ello, este año ha iniciado el despliegue de las primeras unidades y continúa con lanzamientos cada vez más regulares.
En menos de 24 horas ha realizado dos lanzamientos. Por un lado, a la 1:45 horas de España peninsular, despegaba el cohete Long March 6AC con el quinto satélite de observación terrestre Gaofen-12 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, provincia de Gansu. Según informa SciNews, este cohete ha llegado con éxito a su órbita y se utilizará para estudios territoriales, planificación urbana, diseño de redes de carreteras, estimación del rendimiento de los cultivos y ayuda en casos de desastres.
Unas horas antes a las 13:06 de España, cogía altura el cohete Long March 6A desde el Centro de Lanzamiento de Satélite de Taiyuan para desplegar un grupo de 18 satélites Qianfan. El proyecto se conoce como G60 Starlink o Constelación de las Mil Velas, la traducción de Qianfan.
Este proyecto, dirigido por la Shangái Spacecom Satellite Technology (SSST), aspira a alcanzar los 14.000 satélites multimedia de banda ancha en órbita terrestre baja. Para finales de 2025 se ha planteado desplegar 648 unidades. Recordar que Elon Musk planea incluir en su red 12.000 satélites para 2027, una creciente constelación de satélites, que ya tiene alrededor de 5.500 satélites ubicados en el espacio.
China comenzó a lanzar estos satélites en el mes de agosto de este año. Para alcanzar esas grandes cifras es necesario un aumento del ritmo de lanzamientos, como ha conseguido SpaceX con sus cohetes reutilizables. Esta misión supone el 48º lanzamiento orbital de China en lo que va de año, tras el lanzamiento el 10 de octubre de un tercer satélite de Internet en órbita alta.
La incipiente industria espacial privada china está desarrollando cohetes reutilizables para cubrir esta nueva demanda y se está trabajando en ampliar los puertos espaciales en China. Aún así, no está exenta de dificultades. El Long March 6A ha sufrido problemas de fragmentación de su etapa superior y en un intento anterior se sospecha que dejó una nube de desechos espaciales, indica SpaceNews.