Publicada
Actualizada

A pocos días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Kim Jong-un ha ordenado el lanzamiento de un nuevo modelo de misil balístico intercontinental. Este tipo de arma, de la que España carece, se ha convertido en una de las especialidades del régimen norcoreano para intentar influir en el panorama mundial y demostrar su capacidad de proyección militar muy lejos de sus dominios.

El modelo ensayado, según recogió la agencia gubernamental KCNA, ha sido el Hwasong-19 que consiguió alcanzar más de 7.000 km de altitud —la Estación Espacial Internacional se encuentra a unos 400 km— y 1.000 km en la horizontal. Este tipo de trayectoria con mucha elevación y relativamente poco alcance en superficie es la forma elegida por Pionyang para poner a prueba sus sistemas de propulsión y navegación, los dos más importantes en un arma de este tipo.

De hecho, el dato de los 7.000 km posiciona al Hwasong-19 como el misil norcoreano que ha volado a más altitud, al menos de forma oficial, según han podido recoger desde Japón y Corea del Sur. Seúl también ha recalcado que los 87 minutos de tiempo de vuelo del misil supone un récord en el historial registrado de Corea del Norte.

Vehículo lanzador del Hwasong-19 KCNA

"El nuevo tipo de ICBM [siglas en inglés de Misil Balístico Intercontinental] ha demostrado al mundo que la posición hegemónica que hemos conseguido en el desarrollo y fabricación de sistemas de lanzamiento nuclear del mismo tipo es absolutamente irreversible", dijo el propio Kim en relación con el lanzamiento.

"El misil continúa respaldando la creciente credibilidad de las capacidades de disuasión estratégica de Corea del Norte", dijo Ankit Panda, miembro senior del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, a Reuters.

El lanzamiento del Hwasong-19 llega año y medio después del primer vuelo conocido del Hwasong-18. Ambas plataformas cuentan con un sistema de propulsión alimentado con combustible sólido, lo que permite una flexibilidad operativa mucho mayor respecto a las alternativas líquidas.

Por ejemplo, el misil puede almacenarse durante mucho tiempo, transportarse fácilmente y acondicionarse para el disparo en muy poco tiempo. La logística con combustible líquido es más compleja, como se puede ver en los lanzamientos de cohetes espaciales, ya que necesita una continua alimentación de oxígeno líquido criogénico, las opciones de transporte por carretera son muy limitadas y el proceso de llenado de tanques lleva incluso días.

"Se puede almacenar y trasladar a cualquier lugar, lo que permite una excelente movilidad, sigilo y capacidad de supervivencia", ha asegurado Kim Dong-yup, de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl.

Las fotografías publicadas por el medio norcoreano KCNA muestran un misil de gran tamaño y de múltiples etapas lanzado desde un contenedor transportado por un camión. La agencia también mostró imágenes de cámaras que parecían estar acopladas al misil.

Asimismo, "la mayor longitud probablemente significa una mayor capacidad de combustible, lo que afecta directamente al empuje y potencialmente aumenta el alcance", recalcó Kim Dong-yup. "Corea del Norte puede continuar realizando pruebas para ver si, durante la fase final de reingreso, las ojivas pueden separarse y dirigirse cada una hacia objetivos individuales".

Hasta hace pocos años y según algunos analistas, la capacidad de Corea del Norte limitaba en la ejecución de un ataque a la región pacífica de EEUU, siendo Guam y el archipiélago de Hawái las dos ubicaciones más cercanas. Luego el potencial se amplió a toda la costa oeste, con ciudades importantes como Los Ángeles, San Francisco o Seattle.

Sin embargo, los últimos miembros de la familia de ICBM podrían alcanzar prácticamente cualquier ubicación continental de Estados Unidos. Por su parte, el Hwasong-19 se centraría en ampliar la capacidad de ojivas nucleares a bordo con el fin de atacar a múltiples objetivos con un solo disparo.

Los datos técnicos sobre el misil se mantienen en secreto, un aspecto ya tradicional en Corea del Norte. Lo que sí parece claro es que el país asiático está consiguiendo una elevada dosis de independencia tecnológica para la creación de este tipo de armas. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que el Pentágono no ha detectado, de momento, ninguna participación de Rusia en el lanzamiento reciente.

"Incluso si es posible cierto nivel de cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia, es probable que [estos últimos] sean muy cautelosos cuando se trate de tecnologías militares fundamentales", ha recalcado Kim Dong-yup.