Las sanciones impuestas por occidente a Irán desde hace años han obligado al país a buscar su propio camino para hacerse con tecnología militar y mejorar las capacidades de su ejército en diversos escenarios. Para una parte importante han apostado por impulsar su industria nacional, especializándose en drones de todo tipo y condición. Mientras, en otras ramas continúa necesitando de la ayuda de sus aliados más cercanos como Pakistán y su caza JF-17, un modelo que España no tiene.
Recientemente, el general de brigada iraní Hamid Vahedi aterrizó en la base aérea de Nur Khan de Islamabad (Pakistán) al frente de una delegación militar de alto rango, según Tehran Times. "Allí recibió una cálida recepción por parte de los funcionarios de la Fuerza Aérea de Pakistán, el embajador de Irán en ese país" y militares agregados.
El objetivo de la visita institucional de las altas esferas militares ha sido la asistencia de Vahedi al ejercicio Indus Shield, llevado a cabo a en la base aérea de Mushaf, situada al este de Pakistán, según el ejército iraní. Además, también se ha llevado a cabo un encuentro al más alto nivel para tratar el tema de los cazas JF-17 de fabricación pakistaní que podrían llegar a recalar en Irán.
Anteriormente, tal y como explica Defense Arab, Teherán expresó interés en adquirir 36 aviones de combate J-10C chinos, pero el acuerdo con Pekín no llegó a buen puerto. La intención inicial era hacer un intercambio de cazas por petróleo, pero la exigencia del pago en moneda extranjera complicó las negociaciones y dejó a Irán en una situación comprometida.
El régimen de los ayatolás perdía así su principal candidato para renovar su vetusta flota de cazas. Además, la ecuación en los últimos meses se ha tornado todavía más compleja por las tensiones con Israel, con ataques bidireccionales incluidos, y la perpetua amenaza de una posible escalada.
JF-17, el caza que quiere Irán
El desarrollo del caza JF-17 proviene de un programa conjunto del Complejo Aeronáutico de Pakistán (PAC, por sus siglas en inglés) y la compañía china Chengdu Aircraft Corporation. El objetivo primario fue el desarrollo de una aeronave asequible para la Fuerza Aérea de Islamabad, que esquive cualquier tipo de sanción internacional, de cuarta generación, multipropósito y ligero.
Bajo esas premisas, los ingenieros chinos comenzaron a finales de los 90 a trabajar en el diseño de la aeronave tomando parte de los componentes del caza J-10 para aplicarlos a esta nueva plataforma. "Esta transferencia de tecnología, la transposición de los sistemas de la aeronave J-10 al JF-17, es lo que hace que el JF-17 sea tan rentable", llegaron a indicar en un comunicado oficial.
El primer prototipo salió de la fábrica en mayo de 2003 y realizó su primer vuelo en agosto de ese mismo año. A partir de entonces, el proyecto comenzó una etapa de pruebas en el aire que se dilató hasta el 2007, cuando las primeras unidades se enviaron desmontadas desde China hasta Pakistán, donde finalmente se ensamblaron.
Según algunos reportes, la carga de trabajo de Pakistán se centra, además del mencionado montaje final, en la construcción de buena parte de la estructura —fuselaje, alas o estabilizador vertical— mientras que el cometido chino recae en los sistemas tecnológicos más avanzados. El motor, por otro lado, es de factura rusa.
En 2010, el caza tuvo su puesta de largo en el Salón Aeronáutico de Farnborough, con el fin de captar a clientes extranjeros, algo que logró a lo largo de los años con contratos de diversa consideración con las Fuerzas Aéreas de Birmania y Nigeria, donde la aeronave ya está operativa. En cualquier caso, la cartera de pedidos no está cerrada.
El relativo éxito del JF-17 permitió a ambas compañías continuar trabajando en la plataforma con el fin de incorporar nuevas tecnologías, manteniendo la planta de ensamblaje del caza en territorio pakistaní. La versión más moderna es la conocida como JF-17 Block 3, que se integró a la flota operativa de Pakistán en marzo de 2023 y cuenta con algunas mejoras importantes. Entre ellas, cabe destacar un sistema de visualización más capaz, control inalámbrico de las superficies de vuelo en los 3 ejes, un sistema infrarrojo de búsqueda de objetivos o la compatibilidad con más tipos de misiles y bombas.
Hace poco más de un mes, y tras el anuncio del acuerdo a principios de año, la Fuerza Aérea de Azerbaiyán anunció la incorporación en servicio de sus primeros JF-17 Block 3. El número total de unidades adquiridas no se ha revelado, aunque sí se sabe que el montante total alcanza los 1.500 millones de euros, incluyendo armamento y entrenamiento de pilotos.
Irak es otro de los países que han cerrado acuerdos con Pakistán para la adquisición de este modelo de aeronave. En julio de 2023, el gobierno de Bagdad aprobó el gasto de 608 millones de euros para la compra de un total de 12 JF-17 Block 3, poniendo la guinda a una negociación que llevaba abierta desde el 2021. Al parecer, según el diario indio The Print, el acuerdo incluye la adquisición de misiles chinos.
En cuanto a especificaciones, el JF-17 Block 3 mide 14,3 metros de largo, 9,44 de envergadura y tiene un peso máximo al despegue de 13,5 toneladas. Se trata de uno de los cazas en activo y en producción más pequeños y ligeros del mundo. Para ponerlo en contexto, un Eurofighter mide 16 metros de largo, 11 de envergadura y el peso máximo al despegue asciende a los 23,5 toneladas.
En el apartado del rendimiento, según recoge el fabricante pakistaní, tiene una velocidad máxima de 1.900 km/h (dentro de la franja supersónica), un radio de combate de 900 km sin depósitos extra y un techo de vuelo de casi 17.000 metros gracias al motor Klimov RD-93.
Armamento a bordo
Emplear una plataforma china para crear un caza tiene algunas ventajas importantes desde el punto de vista de las armas que puede llevar a bordo. Las compañías del gigante asiático llevan años desarrollando sus propios proyectos con el fin de alcanzar la tecnología presente en Europa, Rusia y Estados Unidos. Y, poco a poco, lo van consiguiendo.
Una de las últimas noticias al respecto está relacionada con el misil de largo alcance PL-15 de fabricación china. Pakistán ya contaba con una versión de exportación integrada en sus J-10, pero en los últimos meses también se ha anunciado su incorporación en los JF-17 Block 3 que tiene en servicio.
La incorporación de este misil en los futuribles aviones de Irán sería un punto de inflexión en su panoplia de armas contra Israel, ya que estos cuentan con una flota de aviones mucho más capaz. Este modelo de misil se centra en los ataques aire-aire y se ha consolidado como uno de los más avanzados de su especie. La versión de exportación consigue un rango operativo de 145 kilómetros a una velocidad por encima de los 5.000 km/h.
Asimismo, el JF-17 es compatible con los modelos PL-12, PL-10 y PL-9, todos ellos con propósito aire-aire y menor autonomía. También cuenta con armas dedicadas a ataques aire-superficie, con misiles como el Rad'ad II de fabricación pakistaní o bombas guiadas.
Este último tipo de arma se han consolidado en los últimos años como una alternativa económica a los misiles, ya que carecen de cualquier tipo de sistema de propulsión interna. Emplean la energía cinética cuando se despliegan desde los cazas y luego la gravedad para, con un sistema de alerones, llegar al objetivo marcado por láser.