Si hay tantos drones que el combate en Ucrania está colapsando, es por muchas razones. España no es ajena a la importancia de esta clase de aeronaves, que pueden llegar a constituirse como auténticos secretos militares para sus potencias. Algunos ejemplos incluyen el dron con sello español Destinus G sin ir más lejos. China vuelve a intentarlo presentando su dron furtivo CH-7 para penetrar espacios aéreos enemigos.
El medio Defence Blog, citando medios locales chinos, recoge la presentación de la aeronave no tripulada CH-7, pensada para misiones ISR para vigilancia, inteligencia y reconocimiento y para perpetrar ataques furtivos que sobrepasen los escudos aéreos objetivos. Lo hace gracias a un distintivo diseño que une sus alas con el fuselaje central eliminando las transiciones y huecos entre ambos elementos, lo que sobre el papel mejora las prestaciones del dron.
Eso sí, cabe destacar que si bien se han dado a conocer fotografías y vídeos sobre el CH-7, no se le ha visto en pleno vuelo. De momento se ha revelado en zonas de pruebas, rodando por un campo de vuelo pero sin despegarse de ninguna manera del suelo. El hermetismo clásico en torno a estas presentaciones hace complicado discernir algunos de sus cambios respecto a sus versiones anteriormente presentadas.
El dron misterioso CH-7
El sobrenombre CH-7 hace referencia a Caihong-7, que en chino significa literalmente Arcoiris-7. Es obra de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, una entidad estatal que ha dotado a este dron de capacidades furtivas que lo hacen idóneo para misiones de sigilo que requieran operaciones prolongadas en el tiempo y que requieran la máxima discreción. De hecho, su diseñador jefe dijo en 2018 que el dron podía volar "largas horas" y "explorar y atacar el objetivo cuando fuera necesario".
Este diseño parece ser, según recalca Defence Blog, una versión refinada de la maqueta original que se reveló al mundo en el Airshow de China del 2018. Una nueva iteración de este CH-7 hizo acto de presencia hace 2 años en el Airshow de 2022, con ligeras modificaciones en el fuselaje. No se sabe hasta qué punto las especificaciones han cambiado en esta nueva variante de 2024 presentada al público, y mucho menos algunos de los detalles más importantes del CH-7 mostrado en las imágenes.
Su diseño integra unas anchas alas que, como ya hemos mencionado, se unen de forma perfecta con el fuselaje de la estructura central del CH-7, lo que sobre el papel mejora la maniobrabilidad del dron y aumenta considerablemente el alcance operativo del dispositivo. Todas estas prestaciones que se ven potenciadas con este acabado no implican una reducción en las capacidades de sigilo de la aeronave, la cual debería ser capaz de sortear los radares enemigos con relativa facilidad.
El CH-7 presenta un diseño que usualmente está destinado a drones o aeronaves que precisan de una muy buena resistencia y de una gran gestión del combustible necesario para su operabilidad. Este caso no es distinto, ya que el Caihong-7 es un dron específicamente diseñado para permanecer grandes lapsos de tiempo en el aire (y a grandes alturas, además) y así llevar a cabo misiones de inteligencia y reconocimiento directamente en territorio enemigo. Una estética que recuerda poderosamente al mítico B-2.
El problema son los detalles técnicos, ya que es obvio que ha habido un nivel sustancial de cambios en el CH-7 con respecto a sus versiones de 2018 y 2022, respectivamente. Las cifras públicas de características que se supieron en la versión del 2022 incluyen una envergadura de 26 metros, una longitud de 10 metros y un peso máximo de 10.000 kilos. Las especificaciones de ese modelo, en palabras de China, ascendían a velocidades máximas de 926 kilómetros por hora y una autonomía de hasta 15 horas.
No obstante, y tal y como han señalado los internautas que se han hecho eco del anuncio, las imágenes mostradas del CH-7 revelan un gran parecido con el RQ-180 de Northrop Grumman, un dron UAV furtivo también destinado en espacios aéreos disputados. Al menos, el diseño final del CH-7 (lejos de su fuselaje amarillo) comparte similitudes con las imágenes no oficiales compartidas del RQ-180.
Pese a ello, existe un preocupante secretismo acerca de los vídeos e imágenes de esta presentación del CH-7. Partimos de la base de que no se ha visto volar a la aeronave, y se desconoce si las imágenes presentadas son actuales. Tampoco se sabe si el dron ya ha visto terminado su desarrollo, pese a que los medios chinos aseguraron a principios de 2024 que el CH-7 ya había completado las pruebas de vuelo previstas, fijadas con anterioridad en el año 2019.