Durante el conflicto de Ucrania, que aún sigue en curso, Rusia ha perdido una gran cantidad de tanques. Tantos que con el paso de la guerra las fuerzas de Vladímir Putin se han visto obligadas a adoptar medidas desesperadas para hacer frente a esta situación. Por ejemplo, rescató el T-72 Ural tras tenerlo abandonado en almacenes o el T-62, un tanque que entró en servicio hace medio siglo. Ahora, y ante la falta de material, un estudio cinematográfico ruso les ha donado sus vehículos de combate.

Se ha conocido recientemente que Mosfilm, una compañía cinematográfica rusa, ha donado 50 unidades de vehículos militares y tanques a las fuerzas armadas rusas, tal y como informan desde el medio Militarnyi. Un anuncio que lo ha llevado a cabo el director general de la empresa, Karen Shajnazarov, durante una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, en el Kremlin.

Shakhnazarov ha señalado que "en 2023, entregamos 28 tanques T-55, 8 tanques PT-76, 6 vehículos de combate de infantería y 8 camiones que teníamos en nuestro departamento militar a las Fuerzas Armadas. Sabía que los necesitaban, así que me puse en contacto con el Ministerio de Defensa y aceptaron estos vehículos".  Unos tanques y blindados que formaban parte de una colección de casi 200 vehículos que Molsfilm tenía a mano.

Estos vehículos, que estaban almacenados en unas instalaciones de Mosfilm en la ciudad de Krasnoznamensk, cerca de Moscú, se habían utilizado anteriormente como atrezo para producciones cinematográficas, series de televisión y como atracciones para turistas. "Todos los equipos son de utilería (medios de escenario-sitio), están en buen estado y listos para rodar varias películas al mismo tiempo", indica el estudio en su web.

Mosfilm también añade que "proporciona sus propios sitios para rodar películas con la participación de equipos militares, en el territorio de la propia base técnico-militar, así como en el cinturón forestal adyacente". Entre su colección de blindados, el estudio cinematográfico ruso contaba con T-54/55 y PT-76. La donación se produce en un marco de un esfuerzo más amplio de Rusia por utilizar material militar antiguo para cubrir lagunas en sus fuerzas.

De hecho, hasta la fecha se conoce que las fuerzas de Putin han perdido al menos 3.549 tanques, según el grupo de seguimiento de código abierto holandés Oryx. Una cifra que incluye 2.484 destruidos, 158 dañados, 374 abandonados y 533 capturados. Aunque la cantidad total de vehículos en combate es aún mayor, ya que la empresa solamente contabiliza las pérdidas de las que tiene confirmación visual.

Los tanques T-55 no son aptos para el combate directo, pero sus cañones de 100 mm podrían ser útiles para atacar enemigos más ligeros y puntos fuertes fortificados, así como a tropas enemigas atrapadas en campo abierto. También se han utilizado como bombas teledirigidas, cargadas de explosivos.

Incluso en el caso de los modelos de Mosfilm, puede que se usen como piezas de repuesto o señuelos. Por su parte, los PT-76 tienen un casco ancho y una propulsión por chorro que les permite maniobrar bien en el agua, pero poseen una débil protección de blindaje y un cañón de 76 mm de poca potencia.