La extrema necesidad de material militar en general y de vehículos en particular que tiene Ucrania se ve, poco a poco, satisfecha con las expediciones y la posterior puesta en servicio de los elementos enviados por los países aliados. Alineado con el resto de la OTAN, el Ministerio de Defensa de España ya ha enviado algunas unidades de tanques Leopard 2A4 y carros blindados TOA M-113 pertenecientes al Ejército de Tierra, con buenos resultados obtenidos en lo que va de guerra.

Ahora, nuevos vehículos Uro VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctico) fabricados por la compañía gallega Urovesa se han desplegado en el campo de batalla incorporando en su parte posterior el mortero Alakran, también de fabricación española. "Exactitud, velocidad y coordinación. Estas son las cualidades que determinan el éxito de los morteros", ha publicado en Facebook el 210º Regimiento de Asalto Separado de Ucrania, haciendo referencia al material.

Desde el Regimiento a las órdenes de Zelenski también indican que durante el entrenamiento, el personal militar ha perfeccionado sus habilidades manejando el arma en condiciones lo más cercanas posible al combate y como preparación al despliegue en el frente. "Fue un entrenamiento integral", en declaraciones del comandante a cargo.

"Todo comenzó con el anuncio de la alarma: el personal recibió una orden de combate y fue a posiciones de disparo", asegura. "Hemos trabajado en el despliegue rápido y en el cálculo [de los disparos], así como la efectividad del impacto de fuego en los objetivos".

Este entrenamiento con el Alakran no es el primero al que se enfrentan las tropas ucranianas. La relación del país europeo con el sistema comenzó en el año 2017 cuando adquirieron 6 unidades que, posteriormente, integraron en su propio vehículo blindado Bars-8. Sin embargo, el empleo del VAMTAC junto con el mencionado mortero sí supondría un importante cambio, principalmente en todo lo relacionado con la movilidad de la que el todoterreno español hace gala en todos los despliegues.

En un segundo lote, anunciado en febrero de 2023 con la guerra en uno de sus momentos más álgidos, Ucrania cerró un acuerdo para la compra de nuevos morteros Alakran. El número concreto todavía se desconoce, aunque sí se sabe que en esa ocasión decidieron montarlo sobre todoterrenos Toyota, por lo que el reciente despliegue en el 120º Regimiento de Asalto Separado correspondería a una tercera partida.

Mortero Alakran

El Alarkan es un desarrollo de la compañía New Technologies Global Systems, llamada ahora Milanion NTGS, con sede en Madrid. El sistema recibe el nombre por su capacidad de ataque desde la parte trasera del vehículo donde se instala. El programa se originó a raíz de la necesidad por parte de los ejércitos de contar con vehículos ligeros equipados con un mortero que pudiera otorgar una alta capacidad de ataque junto a un despliegue rápido y sencillo.

El tubo de mortero que monta el Alakran está disponible en dos calibres —120 mm y de 81 mm, con posibilidad de intercambio—, y puede disparar una amplia variedad de municiones. Por ejemplo, desde proyectiles de alta explosión (conocidos por su siglas HE) hasta granadas de humo, ambas con una cadencia máxima de 16 disparos por minuto en las versiones más actuales.

Su mayor alcance llega a los 7 kilómetros, aunque un tipo de granada de mortero de 120 mm desarrollada por Ucrania y guiada por láser puede aumentar ese alcance hasta los 7,5 km. Eso implica que puede cubrir una amplia área de combate sin la necesidad de desplazarse constantemente.

Una de las características más destacadas del mortero es su velocidad de despliegue: sólo tarda 35 segundos en plantar su base en el suelo para lograr estabilidad, lo que implica además que el vehículo no se vea afectado ni sufra desgaste estructural por los disparos.

El sistema hidráulico permite que el mortero se levante y descienda rápidamente, lo que aumenta su eficiencia y versatilidad en el campo de batalla: el Alakran solo necesita 8 segundos para volver a apuntar y 25 para replegarse. Algo que, desde Ucrania, valoran convenientemente en el campo de batalla y que se combina con ser el sistema de mortero móvil más ligero del mundo.

El Alakran está equipado con un sistema de control de disparo totalmente digital que permite mejor precisión en los ataques. Esto incluye, según recoge Army Recognition, apuntar y reapuntar automáticamente después de cada disparo, logrando una precisión de dos milésimas. Extendido a un kilómetro, se traduce a una desviación de sólo 2 metros por cada kilómetro recorrido por la munición.

El todoterreno español

El Uro VAMTAC, como se conoce comercialmente, se basa en el concepto del todoterreno Humvee estadounidense con algunas adaptaciones y mejoras tecnológicas al ser un modelo más moderno. Su desarrollo se llevó a cabo a lo largo de los años 90 y entró en producción en 1998 integrándose en las Fuerzas Armadas de España.

Desde entonces, ha recibido algunas actualizaciones que han generado versiones del vehículo. La última de ellas es la correspondiente con el VAMTAC ST5 que comenzó a fabricarse en 2013 y aporta más espacio de carga, más tipos de blindajes disponibles y la capacidad de acarrear más accesorios.

El VAMTAC ST5 tiene una longitud de 4,8 metros por 2,1 de ancho y 1,9 de alto y un peso de vacío de entre 3 y 3,5 toneladas. Dispone de una capacidad de carga que puede llegar a las 2,5 toneladas y una masa máxima de 5,3. El encargado de impulsar esos miles de kilogramos es un motor de 6 cilindros turboalimentado que puede desarrollar entre 187 y 245 caballos de potencia, dependiendo la versión, que le permiten circular a 135 kilómetros por hora.

"El Vamtac puede moverse a altas velocidades con agilidad y seguridad en todo tipo de terrenos y zonas adversas donde otros todoterrenos tienen dificultades", según recogen desde Urovesa. La flexibilidad de su plataforma le permite servir en diferentes configuraciones tanto en entornos militares como policiales.

Desde vehículos para carga general y transporte de tropas hasta unidades blindadas, "pasando por todo tipo de sistemas de armas, contraincendios, ambulancias..." e incluso versiones de identificación de explosivos y contra guerra NBQ. Gracias a ello, el Vamtac es uno de los grandes éxitos de la compañía gallega Urovesa con exportaciones a Arabia Saudí, Ucrania, Omán, Bélgica, Marruecos o Eslovaquia.