La NASA y SpaceX de Elon Musk no son los únicos que le han echado el ojo a la Luna y la creación de grandes constelaciones de satélites en la órbita terrestre. China también se ha marcado esas metas y propone incluso conseguirlas antes. Para ello han anunciado avances como el despliegue de los primeros satélites autónomos y ahora el lanzamiento de un nuevo cohete.
China celebra un doble estreno, ha lanzado el pasado sábado 30 de noviembre el cohete Long March 12 desde un nuevo puerto espacial privado. Este evento supone un avance para sus planes espaciales como la intención de llevar a un grupo de astronautas a la Luna antes que la NASA.
El cohete Long March 12 se compone de dos etapas que reúnen 62 metros de altura entre las dos. La Academia de Tecnología Espacial de Shanghái (SAST) es la responsable de fabricar este nuevo vehículo capaz de transportar una carga útil de 12.000 kilogramos en órbita baja terrestre (LEO) y 6.000 kilogramos en órbita heliosincrónica (SSO).
Por este motivo, el nuevo cohete supone un impulso para planes como la construcción de una megaconstelación LEO con la que ofrecer conexión a internet desde el espacio y competir con Starlink, de Elon Musk. Otros países ya se están beneficiando de este proyecto, como Brasil que ha anunciado su intención de contratar los servicios de la constelación china.
Despegó el 30 de noviembre a las 15:25, hora de España peninsular. Para el lanzamiento se utilizó el motor YF-100K, cuatro colocados en la primera etapa del cohete. Se trata de una versión mejorada de los motores de queroseno y oxígeno líquido YF-100 que impulsan otros cohetes de combustible líquido de nueva generación de China, como el Long march 5, 6, 7 y 8.
Además, será el motor que integre las primeras etapas del cohete Long March 10 con el que China quiere enviar a sus astronautas a la Luna para 2030, antes de lo previsto por la NASA con su programa Artemis que acumula retrasos.
Sin embargo, aún hay un reto que la industrias espacial china tiene que superar: la reutilización de los cohetes. Según informa SpaceNews, estarían desarrollando una versión reutilizable del motor YF-100N y el SAST ha llevado a cabo con éxito una prueba de despegue y aterrizaje vertical (VTVL) utilizando un modelo de prueba de metalox de 3,8 metros de diámetro.
El estreno del puerto espacial de Wenchang en este lanzamiento inaugural también es un avance de la nueva potencia espacial. Para abordar los numerosos programas espaciales que están llevando a cabo, desde la construcción de su propia estación espacial, hasta la llegada de sus astronautas a la Luna, China necesita más plataformas de lanzamiento para realizar los despegues y cubrir las pruebas necesarias.