La Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA), la primera misión de vuelo en formación de precisión de la historia que estudiará las radiaciones solares que afectan a la Tierra y que cuenta con una importante participación de España, ha retrasado su lanzamiento debido a unas "anomalías detectadas" en la nave. Un vuelo que estaba fijado inicialmente para hoy, miércoles 4 de diciembre a las 11:38 hora de España peninsular, pero que finalmente sucederá mañana, jueves 5 de diciembre.
Así lo ha confirmado tanto la ESA como la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) en sus cuentas de X, red social conocida antiguamente como Twitter. "Como parte de los preparativos estándar previos al lanzamiento, se detectó un problema técnico en la nave espacial Proba-3. El despegue no está previsto antes del 5 de diciembre a las 11:34 h" del jueves 5.
Un vuelo que ahora se realizará el jueves 5 de diciembre y que igualmente se llevará a cabo desde la plataforma de despegue situada en el Centro Espacial Dhawan (India). Una localidad desde donde partirá el cohete Polar Satellite Launch Vehicle (PSLV) con los dos satélites integrados para colocarlos en su órbita.
Por su parte, la Agencia Espacial Europea también ha confirmado la noticia del retraso del lanzamiento y ha apuntado que "como parte de las operaciones estándar en la preparación del lanzamiento, se detectó un problema técnico en la nave espacial Proba-3. El despegue está programado ahora no antes del 5 de diciembre a las 10:34 GMT/11:34 CET".
El programa Proba-3 de la ESA se basa en el vuelo orbital de dos satélites totalmente independientes que viajarán juntos manteniendo una configuración fija, como si formaran una estructura rígida, mientras realizan pequeños eclipses entre ellos con el objetivo de estudiar la corona del Sol.
Una de las principales particularidades de esta misión es que ambos satélites ejecutarán una órbita altamente elíptica que se acerca a 600 kilómetros a la Tierra en su punto más próximo al planeta, el perigeo; y llega hasta los 60.000 km del punto más alejado, el apogeo. Otro detalle interesante es que, tras unas 20 semanas, los satélites se irán encendiendo y calibrando, y los científicos de la Agencia Espacial Europea realizarán sus primeras investigaciones.
Mientras que las naves de esta misión realizarán un total de 50 vuelos en formación al año en los que generarán un eclipse entre ellas. La base de la misión consiste en que la plataforma Occulter genere un eclipse artificial para la siguiente plataforma, la Coronograph, cuando ambas se encuentren volando en formación cerrada y estén convenientemente alineadas. Y con esta maniobra se establecerán unas condiciones de luminosidad adecuadas y muy complicadas de replicar en la superficie terrestre para el estudio de la corona solar.