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El año 2024 ha estado marcado, entre otras cosas, por la guerra entre Rusia y Ucrania. Una guerra que ha revelado un gran interés de los de Zelenski por los famosos cazas F-16, claves para destruir cúpulas aéreas y Sukhoi rusos. España es consciente de la importancia de estos cazas, que ya han protagonizado numerosas misiones a favor de los ucranianos. Tal es la relevancia de estos cazas, que una red de espionaje rusa (ahora extinta por la inteligencia ucraniana) estaba investigándolos.

Así lo ha explicado el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en un comunicado, detallando que su servicio de contrainteligencia militar fue capaz de neutralizar una red de agentes a gran escala relacionada con la Dirección General del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia. Y es que estos espías, explica el SBU, pudieron espiar estas aeronaves en hasta 5 regiones ucranianas al mismo tiempo.

"Como resultado de la operación especial, 12 agentes rusos y sus informantes quedaron expuestos", relata el servicio de inteligencia. No solo eso; descubrieron que varios de estos agentes adscritos al Kremlin eran desertores que se desligaron de las Fuerzas Armadas rusas anteriormente, y que fueron reclutados por los servicios especiales de Putin. El objetivo era "identificar las ubicaciones de los aeródromos militares secretos" en los que se escondían estos F-16.

Ucrania hace frente al espionaje ruso

Esta red, calificada como la más grande detectada por el SBU, tenía a sus efectivos actuando por separado, centrando su organización en un único responsable ubicado en Dnipropetrovsk. Se usaron "documentos de cobertura falsos", tales como certificados de voluntariado y documentos de actividad relacionada con la anticorrupción falsos. También se unieron otros cómplices en otras zonas de Ucrania para cooperar.

El SBU aclara que además de descubrir las ubicaciones de estos aeródromos, los espías intentaron explorar "las posiciones de fuego de la defensa aérea ucraniana", con el objetivo de mostrarlas a los efectivos rusos y así presumiblemente neutralizarlas. "Una tarea separa de los agentes enemigos era establecer las direcciones de las empresas involucradas en la producción de medios de guerra radioelectrónica contra drones rusos", expone el servicio.

F-16 de EEUU asignado al Ala 162 donde están entrenando los pilotos ucranianos Hampton E. Stramler / USAF

La metodología usada por dicha red de espías no era especialmente elaborada, al menos en palabras del SBU. Los involucrados contactaron con conocidos dentro del personal militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que por supuesto se encontraba en regiones cercanas a la primera línea de combate. Si conseguían información valiosa, los espías se desplazaban a dichas ubicaciones para hacer tareas de reconocimiento e informar a los siguientes eslabones rusos de la red.

Es aquí donde entró en acción el SBU, exponiendo a la red por completo y desmantelando la célula. Se procedió a la detención del organizador de la red de espionaje y actualmente se está valorando la estrategia de comunicación para alertar a otros miembros de la red para que cesen su actividad. En las labores de detención, el SBU pudo incautar documentación militar, documentación falsificada y dispositivos varios, tales como USBs o smartphones.

Si bien la red habría sido completamente neutralizada por los ucranianos, desde el SBU no aclaran concretamente la cantidad de información sustraída por estos agentes rusos y mucho menos cuánta pudo llegar a manos de sus contactos fuera de la red. Algo relevante ya que la fiscalía ucraniana ya afirmó que uno de estos agentes pudo reclutar de forma engañosa a tres soldados ucranianos conocidos haciéndose pasar por un trabajador de su servicio de inteligencia.

El hecho de que estos agentes intentaran investigar el paradero de los F-16 no es casual, ya que estos cazas se han convertido en las armas más valiosas, de lejos, del arsenal ucraniano. En agosto de 2023 Biden pudo transferir hasta 60 unidades a los de Zelenski, y en 2024 Grecia pudo enviar más de 30 aeronaves.

Dichos aviones, dependiendo de su versión y actualización, puede desempeñar un gran abanico de funciones en el campo de batalla, incluyendo por ejemplo misiones aire-aire y aire-tierra. No solo eso; los F-16 sirven como un gran sustitutivo de los ya ancianos cazas de la era soviética usados en su mayoría por Ucrania. Por ejemplo, los pilotos pueden acertar a objetivos situados a más de 100 kilómetros gracias a algunos de sus componentes, como su interfaz hombre-máquina o su radar incorporado.