La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que dentro de unos años recibirá la visita de un astronauta español, Pablo Álvarez, tiene los días contados. Y es que está previsto que se estrelle contra la Tierra en menos de 10 años, concretamente en el 2030. Sin embargo, estaba previsto que antes de que esto sucediera Rusia abandonaría la ISS, pero el país liderado por Vladímir Putin acaba de dar marcha atrás, asegurando que permanecerán en las instalaciones hasta el último momento.
Al menos eso es lo que ha confirmado Yuri Borisov, jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, en una entrevista a la televi RBC TV. En ella, el político ha reconocido que finalmente Rusia se quedará en la Estación Espacial Internacional hasta el final de su vida útil, es decir, hasta 2030; y no hasta este año, tal y como estaba previsto inicialmente.
Una vez más, Rusia ha vuelto a cambiar de opinión con respecto a su participación en la ISS; y es que después de decir que se marchaba en 2024, decidió quedarse hasta el 2028. Ahora, se amplía su estancia dos años más. Aunque, eso sí, por el momento no esta decisión no se ha comunicado de forma oficial a través de la NASA y sus aliados. De hecho, tampoco se han firmado todavía los documentos para dicha prórroga.
"En coordinación con nuestros colegas estadounidenses, planeamos desorbitar la estación en algún momento de principios de 2030. El escenario final probablemente se especifique tras la transición hacia la próxima administración de la NASA", ha indicado Borisov. El jefe de la agencia espacial rusa también ha señalado que la ISS, cuyos elementos llevan ya más de un cuarto de siglo en el espacio, es cada vez más complicada de mantener.
"Hoy en día, nuestros cosmonautas tienen que pasar más tiempo reparando equipamientos y cada vez menos haciendo experimentos", ha asegurado el político ruso. Cabe recordar que desde hace tiempo la NASA, la agencia aeroespacial de Estados Unidos, ha expresado su deseo de mantener la ISS en vuelo hasta el año 2030. A partir de ese momento se espera que los operadores privados de la estación espacial puedan proporcionar una o más instalaciones de reemplazo.
Rusia, cuyo vínculo con la ISS comenzó a tambalearse tras la invasión a Ucrania en el año 2022, planea construir su propia estación espacial orbital de cuatro módulos. De hecho, tienen como objetivo lanzar el primero de ellos, que es un módulo científico y energético, en el 2027. Mientras que los otros tres llegarían a partir de ese año hasta 2030.