La situación de tensión geopolítica que vive el mundo actualmente ha hecho que muchos países muevan ficha. Especialmente, a la hora de adquirir armamento o solicitarlo a otras potencias. Ucrania ha sido una de las más prolíficas, pidiendo más cazas F-16 para hacer frente a Rusia y España, una de las más generosas, enviando cazas a Bulgaria y Rumanía. Ahora, España se ha hecho con 25 nuevos aviones Eurofighter Halcón II, en una compra que alcanza los 4.000 millones de euros.
Dicho acuerdo ha sido formalizado en un evento presidido por Margarita Robles, actual ministra de Defensa, en las instalaciones de Airbus en Getafe, Madrid. Este acto ha tenido como protagonista la ejecución del contrato para adquirir 25 nuevos aviones Eurofighter, en el marco del programa Halcón II. Con esta compra, España podrá comenzar a sustituir los cazas F-18 de las bases de Torrejón y Zaragoza, a la espera de que finalicen su servicio a mediados de la década de los 30.
Estos cazas europeos Eurofighter destacan enormemente por sus bondades en lo que a maniobrabilidad refiere, así como por su capacidad sorprendente de ataque. Unas aeronaves cuyo programa de desarrollo data de los años 80, con la idea de que Europa se pueda independizar de los cazas estadounidenses, líder en aquel momento en este sector. Eso sí, estos Eurofighter han recibido numerosas dosis de mejoras y actualizaciones tanto en equipamiento como en armamento.
Los Eurofighter de España
Estamos ante un caza de casi 16 metros de longitud, a los que hay que sumarle una envergadura de 11 metros y un peso al despegue de 23.500 kilos máximos. Monta dos motores Eurojet EJ2000 con postcombustión, que permiten al Eurofighter doblar la velocidad del sonido alcanzando altitudes máximas de 20.000 metros. Traducido, implica que el avión puede volar a 2.400 kilómetros por hora.
El rango del Eurofighter tampoco es moco de pavo; el Halcón II (el modelo más avanzado de la aeronave, por encima del Typhoon) puede alcanzar los 1.300 kilómetros gracias a sus 5.500 kilos de combustible, lo que permite a la aeronave participar en un amplio abanico de tareas, que van desde la guerra electrónica hasta el combate aéreo, terrestre o incluso marítimo. Y es que gracias a sus misiles guiados, puede acertar aeronaves, barcos y numerosos objetivos en tierra.
No obstante, otro de los puntos a favor más característicos de los Eurofighter hace alusión a sus funciones de interoperabilidad y conectividad. Estos cazas pueden intercambiar información a través de todos los dominios y plataformas, admitiendo una integración de red perfecta.
Básicamente, la información se recoge a través de un conjunto de sensores integrados a bordo, unos datos que acaban fusionándose en una imagen coherente que permite al operador tomar la decisión correcta en el momento adecuado. Un procedimiento apodado "fusión de sensores".
La idea detrás de esta iniciativa, expone el consorcio internacional responsable del desarrollo del Eurofighter, es establecer la llamada "cobertura de 360 grados" que habilita al operador un conocimiento de la situación total. De esta forma, el Eurofighter se conecta al resto de elementos terrestres, marítimos y otros aviones para compartir información en tiempo real, estableciendo enlaces de comunicación segura.
Respecto al armamento, el Ejército del Aire y del Espacio habilita un amplio repertorio de opciones para los Eurofighter. Por ejemplo, están los misiles IRIS-T para ataques aire-aire que, en 2022, recibieron una importante partida presupuestaria para su actualización. Dichos misiles cuentan con un alcance que puede ir desde los 12 hasta los 15 kilómetros, y se suman a los misiles aire-aire AIM-120 estadounidenses que en su lugar, superan holgadamente dicha cifra pasando de los 100 kilómetros de alcance operativo.
Ya en el pasado mes de septiembre de 2023, el Consejo de Ministros del actual Gobierno de España aprobó ampliar el Programa Halcón para conseguir adquirir un mayor número de cazas Eurofighter de la versión Tranche 4+, que se postula como la más moderna. Con esta ampliación, el Ejército del Aire y del Espacio aspiraba a recibir hasta 45 de estos aviones, que sustituirían a los F-18 ya próximos a finalizar su vida útil.
Esta es la versión englobada dentro del programa Halcón II que se han entregado al Ejército del Aire y del Espacio. Algunas de las diferencias con el Eurofighter Typhoon incluyen el añadido de un nuevo sistema de radar E-SCan Mk1 y sustanciales mejoras en lo que a sistemas de aviónica refiere. Dicha versión está especialmente preparada para su uso en entornos de guerra electrónica y protección ante interferencias y misiles, con sistemas como el DASS (Defensive Aids Sub-System).
El Tranche 4+ además supone una importante actualización en las capacidades aéreas de España, ya que el E-EScan y el DASS se unen a los sistemas de armas mejorados que dan la posibilidad al Eurofighter de operar con un mayor rango de misiles aire-aire y aire-tierra, tales como los Brimstone III o los Full Meteor. Estos últimos son misiles que llevan en servicio desde 2016, y están catalogados como misiles aire-aire europeos guiados por radar activo más allá del alcance visual.
Actualmente, la fabricación del Eurofighter en España tiene su centro de operaciones en Getafe, Madrid, donde Airbus cuenta con instalaciones de ensamblaje de la aeronave. Y es que recordemos que España está presente en el consorcio multinacional responsable del caza, que se remonta a los años 80. De hecho, el primer vuelo del Eurofighter se produjo en marzo de este mismo año, lo que llevó a que la aeronave entrara en servicio en agosto de 2003.
La adquisición de estas 25 aeronaves se suma a un contrato ya establecido anteriormente que también pasaba por la adquisición de un lote de 20 cazas en 2022. Así, la flota de cazas Eurofighter ascenderá hasta los 115 aviones, con unos plazos de entrega que irán desde 2026 hasta el año 2030.