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Con la guerra en Ucrania camino de cumplir 3 años y sin visos de que la situación vaya a cambiar en el corto plazo, los ingenieros al servicio de Kiev continúan trabajando para modernizar y mejorar su propio arsenal. Más allá de la ayuda internacional, en la que España ha tenido un papel importante, las necesidades en el frente superan con creces el material disponible y ya es extraña la semana en la que no se divisa nuevas creaciones.

La última de ellas bebe directamente de la plataforma soviética 9K33 Osa, que en Ucrania, antes incluso del comienzo de la invasión, ya operaban por haber heredado varias unidades tras la desintegración de la Unión. Se trata de una vehículo especialmente diseñado para labores de defensa aérea de corto radio al que han modificado para poder desplegar munición aire-aire, también de origen soviética, desde tierra firme.

Se trata de un movimiento que sigue una senda muy diferente respecto a lo que se ha estado viendo en los últimos años en Kiev. La mayoría de sistemas han ido enfocándose en integrar munición occidental y abandonar paulatinamente la de origen soviético por mera practicidad logística de los países suministradores de armamento.

Sistema antiaéreo Osa Savelife

Las fotografías más recientes del Osa actualizado las acaba de publicar Return Alive, una fundación que porporciona apoyo al personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania en diversos aspectos como la compra de armamento o el entrenamiento. En las imágenes se puede ver un Osa armado con un solo misil R-73 montado sobre un riel en el lado derecho de la torreta y con un segundo lanzador vacío al otro lado del radar.

En su forma original, tal y como apuntan desde TWZ, las unidades operadas por Ucrania equipaban 6 misiles —tres a cada lado— de la serie 9M33 transportados en contenedores. La incorporación de misiles R-73 supone un incremento en la capacidad de alcance al timpo que han modernizado otros sensores para mejorar la precisión en la detección de las amenazas aéreas.

Escudo antiaéreo

El 9K33 Osa, apodado como el reptil Geco por la OTAN, es un sistema tierra-aire desarrollado en los años 60 del siglo pasado y desplegado por primera vez en 1972. En aquel momento, fue toda una revolución en la Unión Soviética al ser el primero en incorporar su propio sistema de búsqueda de amenazas a través de un radar montado en el vehículo.

El buen desempeño en las pruebas de campo del Osa propició un continuo desarrollo de versiones durante los últimos años de la década de los 70 y de los 80. Entre ellas se incluye una versión naval que se integró en algunas fragatas y cruceros de misiles como cúpulas de protección aérea de corto radio.

Osa antes de la reciente modificación Wikimedia

Durante esta sucesión de versiones a lo largo del tiempo también se incluyeros más capacidades de detección. La tecnología de los radares tuvo un auge y mejora muy importantes en la década de los 70 que finalmente recaló en el Osa, incrementando la cobertura radar y, con ella, la efectividad del sistema.

La barcaza sobre la que se montan los lanzadores de misiles y los radares mide 9,14 metros de largo y 2.75 metros de ancho, dando en básula 17,5 toneladas. La tripulación estandar está compuesta por 5 personas entre los encargados de manejar el vehículo 6x6 y los operadores del sistema antiaéreo.

Buena parte de su eficacia contra las amenazas antiaéreas viene dada por la extrema movilidad del vehículo, que puede enfrentarse a cualquier terreno. También se diseñó como una barcaza anfibia por lo que puede atraveser masas de agua a una velocidad máxima de 8 km/h.

Las últimas unidades que salieron de fábrica —la producción cesó en el año 1988— incorporaban nuevos misiles como el 9M33M3 con un alcance máximo estipulado en 15 kilómetros en la horizontal y hasta 12.000 metros de altitud sobre la superficie. Además, también integraron un sistema de identificación automático para evitar atacar a efectivos amigos.

Nuevos misiles en Ucrania

La novedad más importante de las introducidas recientemente por Ucrania para el sistema Osa es una nueva serie de misiles denominados R-73. Originalmente, este tipo de munición se diseñó para lanzarse desde cazas como el MiG-29 que conforman todavía hoy la flota de la Fuerza Aérea de Zelenski.

La incorporación del R-73 supone una pérdida significativa en el número de misiles que el Osa puede llevar a bordo, pasando de 6 a sólo 2 unidades. Entre los motivos de este programa de modificación del sistema antiáereo puede estar la disminución importante de los misiles de la serie 9M33M3, los que montaba el Osa originalmente.

Misil R-73 a bordo del Osa Savelife

La introducción de los F-16 y la modificación en los últimos dos años de los cazas MiG-29 para poder lanzar misiles occidentales puede estar detrás de unas existencias más nutridas de los R-73. Desde TWZ también apuntan a que este último modelo de misil se construyó en Ucrania, incluido el sensor infrarrojo que identifica en última instancia el objetivo aéreo a derribar.

El alcance de los R-73 lanzados desde el Osa es un misterio. Las únicas cifras confirmadas es que alcanza velocidades supersónicas, tiene 7,5 kilogramos de explosivo y, cuando se lanza desde el aire, tiene un rango de 30 kilómetros. El hecho de despegar desde tierra firme supone una reducción considerable de sus capacidades de interceptación de amenazas, con un rango que puede reducirse más de la mitad.