La cultura popular de la ciencia ficción ha vaticinado en numerosas ocasiones que las guerras del futuro las harán las máquinas y no los hombres. España está siendo testigo de esto en cierta manera, sobre todo por la guerra entre Rusia y Ucrania. Los de Zelenski ya usan drones kamikazes como el HX-2 y los de Putin poseen dispositivos como el Buggy, un dron terrestre kamikaze de fabricación sencilla. Ucrania de hecho estaría prescindiendo de su infantería, dada la esasez de tropas, en favor de estas máquinas.
En su contraofensiva, Ucrania ha realizado un ataque en la zona de Járkov (territorio ucraniano) para rechazar a los de Putin, pero con un giro de tuerca: en vez de desplegar infantería humana convencional, han usado tanto drones FPV como vehículos terrestres no tripulados. Así lo ha explicado la 13ª Brigada de la Guardia Nacional de Ucrania en un comunicado en forma de vídeo.
En esta operación de combate, la brigada usó robots terrestres, drones y torretas controladas a distancia, además de otros equipos. Si bien la unidad no ha dado a conocer qué sistemas robóticos concretos usaron, dieron detalles sobre el armamento usaron y sobre todo cómo se desenvolvieron los soldados ante esta situación. De hecho, se estima que estos dispositivos pusieron en problemas a cerca de 8.000 soldados rusos.
Atacando solo con máquinas
Según recoge el portal Understanding War: Institute for the Study of War en un estudio datado del 20 de diciembre, las fuerzas ucranianas realizaron el considerado como su primera ataque usando drones FPV, vehículos terrestres no tripulados (UGV) y distinta maquinaria teleoperada. Básicamente, sustituyeron todos sus efectivos humanos por sistemas robóticos.
La campaña se hizo en una zona no concretada cerca de Lyptsi, y gracias a esta estrategia los ucranianos pudieron acabar con varias posiciones rusas. El portavoz de la brigada en cuestión que lideró esta operación la calificó de éxito, y explicó que se usaron "decenas de vehículos blindados equipados con ametralladoras".
Los UGV estaban equipados con ametralladoras y los drones FPV servían para conocer al detalle la situación gracias a su sistema de vista en primera persona. Los dispositivos terrestres también se usaron tanto para colocar minas en la zona como para limpiar las que ya había plantado Rusia. Este es uno de los primeros casos documentados durante un conflicto armado en el que un ataque depende enteramente de sistemas robóticos para llevar a cabo ciertas tácticas, como asaltos terrestres contra posiciones enemigas.
Desde la 13ª Brigada aseguran que la táctica se usó debido principalmente a dos factores: el compromiso de Ucrania con las innovaciones tecnológicas militares y las "capacidades de ataque asimétricas", que buscan compensar las limitaciones en los efectivos personales del ejército ucraniano.
El portavoz aseguró que se habían usado "decenas de unidades de equipos robóticos y no tripulados simultáneamente en una pequeña sección del frente". Otro representante de la Brigada Charter de la Guardia Nacional de Ucrania explicó que se habían usado helicópteros multirrotor de gran tamaño para cargar armamento pesado y drones de vigilancia FPV.
Ya hay casos previos
En los últimos meses, Ucrania ha hecho importantes avances en materia tecnológica precisamente para afianzar su poderío tecnológico en una guerra cada vez más marcada por esta cuestión. En mayo se descubrían los Magura V5, unos drones navales tremendamente mejorados que podían lanzar misiles antiaéreos para interceptar helicópteros y aviones. También comenzaron a probar por esas fechas los submarinos Kronos, capaces de lanzar torpedos a 250 metros de profundidad.
Si a esto le sumamos aspectos como el colapso desenfrenado que sufren las batallas terrestres por el brutal uso de drones o la cada vez más prominente presencia de robots en el área de combate, queda claro que Ucrania está cada vez más predispuesta al uso de armamento avanzado no tripulado.