Arcángel, el nuevo submarino nuclear de Rusia: silencioso, con rango ilimitado y capaz de lanzar misiles de crucero
El Kremlin acaba de incorporar un nuevo sumergible de la clase Yasen-M, una de las plataformas más modernas y capaces de su arsenal.
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Los esfuerzos de la UE, incluida España, Estados Unidos y el resto de países aliados para frenar la industria militar de Rusia parecen estar lejos de surtir algún tipo de efecto real. Con el horizonte del trienio de la invasión a Ucrania a la vuelta de la esquina, el Kremlin continúa sacando material de defensa de sus cadenas de producción y poniendo en servicio grandes embarcaciones avanzadas como submarinos nucleares.
El último de todos es el Arkhangelsk (Arcángel, en castellano), que ha sido entregado a la Armada rusa hace sólo unos días. La ceremonia de recepción se llevó a cabo en los astilleros de Sevmash, en el mar Blanco, donde se desplazaron representantes del Ministerio de Defensa y de la plana militar para dar la bienvenida al nuevo integrante de la Armada.
El Arkhangelsk recibe este nombre por la ciudad homónima, capital de la región de Pomorye, situada en el norte de la parte europea de Rusia, cerca de Finlandia. La ceremonia de botadura del que ya es el tercer integrante de la serie Yansen-M se llevó a cabo en noviembre de 2023, erigiéndose el submarino nuclear número 141 en ser construido para la Armada en el ese mismo astillero.
Según indicó el jefe de la Armada rusa, el comandante en jefe Alexander Moiseyev, "la construcción de una serie de submarinos de este mismo programa continuará". En breve, tal y como recoge la agencia de noticias Tass, cuatro submarinos multipropósito de propulsión nuclear —nombrados Perm, Ulyanovsk, Voronezh y Vladivostok— se unirán a la misma rama naval de las Fuerzas Armadas.
La principal característica de esta familia de submarinos es que puede llevar cualquier tipo de armamento a bordo. "Capaz de atacar eficazmente objetivos tanto marítimos como costeros", señaló Moiseyev en su intervención. "Esto permite que los submarinos Yasen-M sigan siendo un arma eficaz y avanzada" y, al mismo tiempo, "realizan una contribución inestimable al mantenimiento de la seguridad global y regional en tiempos de paz".
Nuevo nuclear ruso
La clase Yasen-M al que pertenece el nuevo Arkhangelsk es una variante actualizada y modernizada de la familia de sumergibles Yasen, también denominada Proyecto 885. La Unión Soviética comenzó a plantear el programa a finales de los años 70 con la finalidad de mejorar los submarinos nucleares de la generación anterior y, de esta forma, equipararse a los grandes programas estadounidenses creados al calor de la Guerra Fría.
Sin embargo, la importante crisis económica consecuencia de la desintegración soviética dilató los tiempos y la construcción de la primera unidad comenzó a finales de 1993, aunque no duró mucho. Los trabajos se paralizaron por problemas financieros y se reanudaron en 1996, finalizándose 2 años más tarde.
Tras esa primera unidad, desde la oficina de diseño del Proyecto 885 se decidió incorporar novedades a la plataforma, dando como resultado la variante 885M que a la postre se denominará Yasen-M. Estos integran un reactor nuclear más avanzado que reduce de forma significativa el nivel de ruido y también vieron recortada su eslora desde los 139 metros del modelo original hasta los 130 metros; manteniéndose la manga en 13 metros en ambos casos.
"Los submarinos modernizados Proyecto 885M incorporan las últimas innovaciones rusas únicas en el campo del armamento de misiles, armas navales, sistemas técnicos y radioeléctricos y unidades de propulsión principales", recogen desde TASS. Quienes también destacan la participación de más de 400 compañías de todo el país en el mismo programa.
En cuanto a la propulsión, cuenta con un reactor nuclear que genera aproximadamente 43.000 caballos de potencia al eje que le permiten una velocidad máxima sumergida de 65 kilómetros por hora. En cuanto a la velocidad silenciosa, la hoja de especificaciones indica que se establece en 52 km/h.
Una de las principales ventajas de la propulsión nuclear es que el submarino, como plataforma, dispone de una autonomía virtualmente ilimitada. El mantenimiento de este tipo de reactores es mínimo y pueden pasar años sin que tenga que parar para el reabastecimiento de material radiactivo.
El puerto principal del Arkhangelsk no está muy lejos del astillero de donde ha salido. Según recoge The Barent Observer, el nuevo submarino nuclear está destinado a la base naval Zapadnaya Litsa, la más importante de cuantas tiene Rusia en la Flota del Norte y muy cerca de Noruega.
Armamento a bordo
Además de todo los sistemas relacionados con el espionaje que suelen equipar este tipo de embarcaciones, donde destaca el Arkhangelsk es en la variedad de armas que puede integrar y desplegar. "Los submarinos de propulsión nuclear del Proyecto 885M llevan misiles de crucero Oniks y Kalibr como armas de ataque básicas". Y otras avanzadas como el hipersónico Zircón.
Los Oniks es un tipo de munición especialmente diseñada para su trabajo antiembarcación, aunque en la guerra de Ucrania también han sido empleados por Rusia para atacar objetivos terrestres. Cuentan con un motor a reacción que proporciona velocidades supersónicas a unos 3.000 kilómetros por hora.
Su éxito, explican en Sputnik, se debe a que el proyectil empieza a volar a gran altura y, a medida que se acerca al objetivo, desciende hasta alcanzar una cota de 10 metros sobre la superficie en su tramo terminal antes de impactar. Gracias a esto, las defensas de las embarcaciones son poco efectivas contra el Oniks ya que tanto los radares como los sistemas de protección antimisiles necesitan que la amenaza se encuentre a cierta altitud para detectarla y neutralizarla.
En cuanto al Kalibr (Calibre, en castellano) se trata de uno de los misiles de crucero más populares de Rusia. Lleva en servicio desde 1994, casi coincidiendo con el comienzo de la construcción del primer Yasen, y cuenta con versiones para su despliegue desde submarinos, buques de superficie y aeronaves.
Este modelo tiene una cabeza de guerra de 500 kilogramos y hay variantes que superan los 50 kilómetros de rango efectivo con una altitud de vuelo muy baja, hasta 20 metros sobre la superficie. En cuanto a la velocidad a la que viajan, existen versiones supersónicas que superan 3 veces la velocidad del sonido y otras subsónicas con mayor alcance.