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Soldado con el dron Black Hornet en la mano
Así es Black Hornet 3, el nuevo dron de los boinas verdes españoles: minúsculo y ligero para volar dentro de edificios
El Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC), más conocido como los boinas verdes, acaba de poner en servicio esta aeronave no tripulada.
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Pese a todas las desventajas que les da su reducido tamaño, los drones minúsculos cuentan con dos características clave para las operaciones de tácticas más cercanas: pasan desapercibidos —a veces casi como si fueran insectos— y tienen un coste económico muy bajo, por lo que una pérdida no supone un gran desembolso. Estas facetas se concentran en el microdron Black Hornet 3 que los boinas verdes del Ejército del Aire y del Espacio de España acaban de incorporar a su flota de aeronaves no tripuladas.
El Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) ha incorporado a sus unidades este modelo de dron de "reducidas dimensiones" y diseñado "para proporcionar inteligencia y reconocimiento en tiempo real". El periodo formativo y de entrenamiento se ha llevado a cabo durante las primeras semanas de enero de este mismo año, del que han salido los pilotos cualificados para operar el Black Hornet.
Este nuevo dron se integra a otros modelos ya en activo como el Raven o el WASP, según han informado desde el propio Ejército del Aire y del Espacio. "Con esta nueva adquisición, se cubre la necesidad de un sistema capaz de dotar de conciencia situacional a los operadores de EZAPAC en espacios urbanos o confinados donde volar otro dron de mayor tamaño será imposible".
Dron minúsculo
El empleo de este modelo tan particular de dron se centra en el reconocimiento de las zonas más complejas desde el prisma táctico y con independencias de las condiciones lumínicas, pudiendo operar tanto de día como en la más absoluta oscuridad. Uno de los primeros clientes de este sistema fue la Armada de Estados Unidos quien firmó en 2019 un contrato por valor de 38 millones de euros para la adquisición del Black Hornet 3.
Los resultados una vez entrenados a los efectivos militares fue satisfactorio y FLIR, la compañía detrás del dron, ha ido cosechando contratos tanto en su país —Noruega— como en el extranjero. De hecho, el Black Hornet 3 lleva varios años integrado dentro de la Fuerza de Guerra Naval Espacial de la Armada española, una de las unidades de operaciones especiales más importantes de todo el mundo.
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Miembro de los boinas verdes con el dron en la mano
La aeronave tiene la capacidad de resistir ráfagas de viento de hasta 20 nudos (unos 38 kilómetros por hora), lluvia ligera y puede operar en un rango de temperaturas muy amplio (desde -10 hasta 43 grados centígrados). Todo ello en 33 gramos y 168 mm de largo.
Tiene una autonomía de 25 minutos y una velocidad máxima de casi 22 kilómetros por hora. Sobre el alcance, es capaz de enviar información cifrada en un rango de 2 kilómetros del receptor.
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Black Hornet 3 Omicrono
En el apartado de cámaras, el Black Hornet 3 cuenta con dos sensores: uno dedicado a recoger imágenes cuando haya buena luz y otra infrarroja para cuando ésta escasee. Además, dado su pequeño tamaño y a que emite poco ruido es difícil de detectar por un humano. Según la compañía, ya han vendido más de 12.000 Black Hornet 3 a diferentes empresas y fuerzas de seguridad de todo el mundo.
"El Black Hornet ha demostrado ser una tecnología que cambia las reglas del juego: un dispositivo pequeño que puede ofrecer una gran ventaja en el campo de batalla", ha declarado Roger Wells, Vicepresidente y Gerente General de la línea de negocio de sistemas no tripulados y soluciones integrales de FLIR.
Misiones espía
Tal y como recogen desde el Ejército del Aire y del Espacio, este microdron es especialmente útil en operaciones especiales. "Donde la discreción y el conocimiento del terreno son fundamentales". Por ejemplo, permite a los operadores realizar reconocimientos en áreas tanto urbana como rurales, así como realizar vuelos en interiores de edificios.
Gracias a ello se pueden "identificar amenazas potenciales, minimizar riesgos tanto de daño colateral como de bajas propias, aumentando de esta manera la eficacia de las misiones asignadas". Y es que, el Black Hornet ya ha demostrado su valía en los conflictos actuales, siendo utilizado por diversas fuerzas armadas de todo el mundo.
El ejemplo más inmediato es el caso de la invasión rusa en Ucrania, donde lleva en activo desde 2022 gracias a un lote de material militar enviado por Reino Unido al Ejército de Zelenski. Allí, "se ha utilizado su capacidad para proporcionar inteligencia en tiempo real, lo que ha sido crucial en operaciones de reconocimiento y vigilancia".
En resumen, explican desde el Ejército del Aire y del Espacio, la adquisición del Black Hornet 3 por parte del EZAPAC refuerza las capacidades de las Fuerzas Espaciales españolas. "Permitiendo operar con mayor seguridad y eficacia en entornos complejos y en conflictos contemporáneos donde la información en tiempo real es esencial para el éxito de las misiones".