Interior de la cabina del Bombardier CRJ-700

Interior de la cabina del Bombardier CRJ-700 Infinite Flight Omicrono

Defensa y Espacio

Qué es el TCAS, el sistema de prevención de colisiones aéreas que ha podido fallar en el accidente en Washington

Este sistema, independiente del control del tráfico aéreo, ha servido para evitar muchos accidentes en pleno vuelo en las últimas décadas.

Más información: "Choque, choque, choque, esta es una alerta tres": el audio de la sala de control antes y después del accidente en Washington

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Es muy pronto para conocer exactamente los motivos del accidente entre un avión de pasajeros Bombardier CRJ-700 y un helicóptero militar UH-60 Black Hawk que ha tenido lugar en Washington DC (EEUU), pero las primeras hipótesis se acumulan. A falta de una investigación a fondo, que ya ha sido anunciada por la autoridad aeroportuaria estadounidense (FAA), alguno o varios de los múltiples sistemas y protocolos que garantizan la seguridad del espacio aéreo pudieron fallar para que se produjera la colisión a cientos de metros sobre el río Potomac, cuando el avión comercial se aproximaba a su pista para aterrizar.

Uno de los sistemas de seguridad más importantes de los aviones comerciales es el TCAS (siglas en inglés de sistema de alerta de tráfico y prevención de colisiones), que empezó a implementarse en los años 80 y ha servido para evitar muchos accidentes en pleno vuelo en las últimas décadas.

La Organización de Aviación Civil Internacional obliga a instalar este sistema en todas las aeronaves con una masa máxima al despegue superior a 5.700 kg o autorizadas a transportar más de 19 pasajeros. En los aviones más pequeños, den entre 10 y 30 pasajeros, se exige el TCAS I, la versión más básica, mientras que las que cuentan con mayor capacidad están obligadas a tener la versión avanzada, TCAS II.

Funcionamiento del sistema TCAS

Gracias a esta tecnología, independiente del control del tráfico aéreo, dos aviones con el transpondedor encendido —algo obligatorio para los aviones comerciales, pero no para las aeronaves militares— pueden comunicarse entre ellos de forma totalmente automática para conocer la posición de cada uno.

El sistema TCAS tiene cuatro componentes básicos: el transpondedor, encargado de emitir y recibir señales; una computadora de a bordo, encargada de realizar la vigilancia del espacio aéreo y procesar los avisos; las antenas para enviar las señales del transpondedor hacia y desde otras aeronaves; y, por último, las dos pantallas en la cabina, la de tráfico y la de RA -juntas o separadas- con una interfaz con alertas visuales y auditivas para que los pilotos interpreten las señales del TCAS.

Posible error humano

Varios estudios sobre el TCAS estiman que el sistema mejora entre 3 y 5 veces la seguridad en el espacio aéreo, aunque no está exento de críticas y problemas potenciales cuando dos aeronaves están descendiendo una sobre otra para aterrizar, por ejemplo.

El otro punto negro de este sistema, y es una de las hipótesis que se barajan sobre el accidente que ha tenido lugar en Washington DC, es que, para que funcione, ambas aeronaves deben llevar el transpondedor encendido. Al no estar obligado, es posible que el piloto del helicóptero lo tuviera apagado.

Según publican algunos medios, el helicóptero no era visible en el radar de vuelo y no transmitía datos ADS-B (siglas en inglés de vigilancia dependiente automática), otro sistema para evitar colisiones en vuelo, lo que confirmaría que llevaba el transpondedor inactivo.

Los mensajes que envía y recibe el ADS-B contienen información como la identidad, la ubicación y la velocidad de las aeronaves. Así, lo que facilita es reducir el tiempo que tarda el sistema TCAS en interrogar a las aeronaves próximas para conocer su posición con exactitud. 

Consultado por EL ESPAÑOL-Omicrono, el piloto privado y experto en aviación Pedro Carvalho, más conocido en redes como @patoaviador, señala las similitudes del incidente "con la colisión de Cerritos de 1986", en la que fallecieron 58 personas tras el choque entre un avión comercial y una avioneta que entró al espacio aéreo del aeropuerto de Los Ángeles sin permiso. "De momento no hay suficiente información, pero es evidente que se trata de un error humano, aunque todavía no podemos siquiera aventurar de quién", sostiene Carvalho.