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Incluso tras su descubrimiento el pasado 29 de diciembre de 2024, el asteroide 2024 YR4 ha seguido dando de qué hablar en España. El asteroide de 100 metros de ancho que alertó a los astrónomos causó que por primera vez la ONU activase su Protocolo de Seguridad Planetaria, tras superar el umbral de probabilidad de colisión del 1%. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha aumentado el riesgo de colisión, que ya estaba estipulado en 1,6%, a un llamativo 1,8%.

Así lo ha confirmado la ESA en un comunicado junto a su newsletter mensual, en la que relata el estado de observación de los objetos NEO (Near Earth Objects), que refieren a los objetos con riesgo de colisión contra la Tierra. No obstante, no es la única medición; el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, a través del Centro para los Estudios de los NEO, han aumentado dicha probabilidad a nada menos que un 1,9%. Aún con todo, sigue estando en la posición 3 de la Escala Turín de riesgo de colisión.

El Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la ESA ya ha aclarado que incluirá una serie de actualizaciones diarias sobre el asteroide, debido no solo a su riesgo de colisión sino al estado de alarma que ha generado entre los organismos de defensa planetaria. Por otra parte, han recordado que la información referente a 2024 YR4 se actualizará conforme su proximidad sea mayor y respecto al resto de observaciones que determinen de forma más clara su posición.

Más riesgo de colisión para 2024 YR4

En un primer momento, la NASA anunció que 2024 YR4, un asteroide de entre 40 y 90 metros de ancho, tenía un porcentaje superior al 1% de impactar contra la Tierra, en una fecha estimada del 22 de diciembre del 2032. Si bien es cierto que causó alarma entre los astrónomos por su tamaño, ya que se constituía como un peligro real, el porcentaje en ese momento era de al menos un 98% de que el asteroide no colisionara contra el planeta.

Pasadas unas pocas semanas desde su descubrimiento, el porcentaje de probabilidad subió hasta el 1,2% y posteriormente, a un 1,6%, un porcentaje fruto de una serie de cálculos emitidos por la ESA. Actualmente, la trayectoria de 2024 YR4 está siendo monitoreada por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y por el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG), organismos específicamente diseñados para afianzar una respuesta internacional contra asteroides y amenazas de similar índole.

Asteroide urikyo33 en Pixabay Omicrono

La ESA explica en su boletín que gracias a su posición en la escala Turín, el asteroide amerita la atención de los astrónomos, aunque lanzan un mensaje tranquilizador. No solo hablamos de que hay más de un 98% de probabilidades de que simplemente el asteroide pase de largo, sino que ha habido casos en el pasado que han superado a YR4 en posicions y peligro, para acabar teniendo probabilidades del 0%.

El caso más famoso fue el de Apofis 99942, que en 2004 alcanzó la posición 4 en la escala y un porcentaje del 3%, el más alto hasta la fecha. De hecho, la ESA aclara que en un principio se esperaba un hipotético impacto en 2029, que ya ha sido descartado. Aún así, ya ha coronado la lista de riesgo de objetos NEO de la ESA, actualizada diariamente. 2024 YR4 se posiciona en primer lugar, con el ya mencionado 1,8% de probabilidad de colisión.

El Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales ha emitido una declaración el pasado 5 de febrero del 2025, afirmando que habían analizado la información más reciente de la Red Internacional de Alerta de Asteroides sobre la posible llegada de 2024 YR4 en 2032. El organismo prometió seguir vigilando activamente "la evolución de la probabilidad de impacto y los posibles conocimientos sobre el tamaño del objeto".

Es vital, por ende, determinar lo antes posible la trayectoria de 2024 YR4 para afianzar con una mayor exactitud la probabilidad real de impacto; algo muy complicado, ya que en dicha órbita pueden influir todo tipo de elementos espaciales que la modifiquen. Sin ir más lejos, la humanidad consiguió modificar la órbita de Dimorphos, un asteroide lejano que recibió el impacto de la misión DART para probar futuros sistemas de defensa planetaria.

Es importante recalcar que lejos de lo que pueda parecer, la colisión de este asteroide contra la Tierra no causaría una catástrofe letal para la vida humana. La propia NASA expuso en un comunicado del 31 de enero que incluso si el asteroide tuviera una trayectoria de impacto, "este ocurriría en algún lugar a lo largo de un corredor de riesgo que se extiende por el Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el Océano Atálntico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia". 

También dan pistas sobre el porqué de estos aumentos de probabilidad. Las nuevas observaciones, según la NASA, han causado que la órbita de YR4 "se haya ido restringiendo con mayor precisión". Por ende, "la región de incertidumbre posicional predicha en 2032 se ha reducido considerablemente, con la Tierra todavía dentro de la franja de posiciones posibles. Como resultado, la probabilidad de impacto ha aumentado gradualmente".