Los últimos conflictos ocurridos en el mundo han dejado estampas para la posteridad en España. El caso más reciente y famoso ocurrió en el Líbano, cuando nueve personas fueron asesinadas después de que explotasen buscas pertenecientes a miembros de Hezbolá, el grupo paramilitar ubicado en la zona. Una situación que dejó un saldo de 3.000 heridos gracias a un ataque con buscas y walkie-talkies explosivos y que puso de manifiesto el horror de estas tácticas. Rusia ha estado a punto de sufrir un incidente similar, en este caso contra sus operadores de drones.
Según informan medios y canales rusos, los de Putin estarían investigando una supuesta operación consistente en el envío de gafas para pilotar drones en primera persona (es decir gafas FPV) cargadas de explosivos a operarios. La idea era sencilla; que estas gafas explotasen y mataran o hirieran a estos operarios por el camino. De nuevo, un ataque que es tremendamente similar al que tuvo lugar en el Líbano, en el que se usaron miles de buscas y walkies equipados con cargas explosivas.
Según el canal ruso de Telegram Razved Dozor, los investigadores consiguieron interceptar el cargamento antes de que ninguno de los operarios de drones usara estas gafas. No se sabe la identidad de los responsables, aunque se cree que este cargamento fue enviado dentro de otros paquetes de ayuda humanitaria para apoyar a las tropas rusas; de momento, no se han encontrado indicios de que Ucrania haya jugado un papel en este suceso.
Gafas de drones cargadas con explosivos
Todo comienza el pasado 7 de febrero, cuando el canal Razved Dozor informó sobre el problema. "¡Atención! Según nuestras fuentes, los saboteadores enemigos intentaron un ataque terrorista masivo en territorio ruso utilizando voluntarios sin su conocimiento. Las autoridades competentes ya están trabajando en la situación", expresa el mensaje, que acompaña consigo una serie de vídeos y fotografías.
El canal expresa que hay informes sobre "múltiples casos de voluntarios que suministraron Gafas Skyzone FPV minadas del modelo Cobra". No solo eso; en palabras del canal, las gafas "contienen artefactos explosivos improvisados (IED) que contienen entre 10 y 15 gramos de explosivo plástico. La detonación se produce cuando se encienden las gafas".
Los vídeos revelan cómo habrían sido manipuladas estas gafas, modelo FPV Cobra X V4 Black. Las gafas están conectadas a un pequeño artefacto explosivo que procede a explotar una vez se conectan las gafas. Dentro de estos artefactos hay un detonador conectado al control de encendido de las gafas, el cual activa la carga explosiva. No se sabe cuántas de estas gafas fueron manipuladas, y existe un gran secretismo en torno a la procedencia de este cargamento.
Y es que el remitente se hace llamar Roman, mientras que la empresa de logística que repartió el cargamento fue SDEK. Según varias fuentes, entre ellas el medio ruso Readovka, esta caja fue entregada en forma de ayuda humanitaria por voluntarios afines a las tropas rusas. Tanto es así, que si se pudo interceptar el cargamento, fue gracias a los evidentes signos de manipulación que presentaban tanto la caja del cargamento como las cajas de las gafas.
Otro canal ruso, en este caso uno llamado Alex Parker Returns, se hizo eco de la noticia. Resaltó el hecho de que estos signos de manipulación se notaban incluso antes de sacar las cajas de su cajón de madera. "El trabajo se realizó de manera bastante descuidada; en las gafas se veían rastros de apertura y, por lo tanto, se evitó milagrosamente el sabotaje". Por supuesto, el incidente ya ha sido reportado a las autoridades rusas.
Este es un elemento principal y diferenciador entre los ataques contra Hezbolá y los operarios rusos. Mientras que el ataque israelí fue mucho más comedido y sofisticado, este es bastante más rudimentario. Los equipos del Líbano tenían entre 28 y 57 gramos de material explosivo, y el interruptor que tenían dichos aparatos se podía accionar de manera remota. Se cree que el lote de buscas y walkies afectados podían detonar al recibir un mensaje muy concreto.
En contrapartida, las gafas rusas fueron manipuladas para ser activadas una vez estas se encendiesen. Además, la operación del Líbano fue mucho más sofisticada, que llegó a involucrar la intervención directa sobre una cadena de suministro y la modificación de un lote entero. Incluso en el caso de que una de estas gafas hubiera explotado, es difícil pensar que varios operarios hubieran encendido a la vez sus equipos; presumiblemente habría detonado uno o dos, alertando por el camino a las unidades rusas.